Creciendo entre demonios

Capítulo 10.

—Conforme sea su nivel de desempeño o habilidad será su puesto en el… —explicó el entrenador.

De uno en uno fueron pasando para la prueba.

“No es por nada, pero conozco a Liam y sé lo torpe que puede ser” aseguró Melissa.

“Dudo mucho que entre y mucho menos como capitán, ¿sabías que quiere ser capitán?” añadió la pelirroja.

Liam escuchaba la conversación entre Melissa e Injae desde el campo y los comentarios pesimistas de la pelirroja lo estaban desanimando.

“Yo creo que puede hacerlo…estoy segura de que entrará” afirmó Injae.

—Liam Hale tu turno —ordenó el entrenador— ¡Liam Hale!

“Vamos Liam” susurró Injae.

El chico salió al campo para su prueba, sus reflejos y velocidad eran totalmente diferentes a como habían sido antes y su motivación regresó cuando escuchó el apoyo de la castaña haciéndole tener más confianza.

— ¡Cielos que chico! —Exclamó el entrenador— En definitiva, debe estar en el equipo.

“Bien hecho niño” murmuró Jace orgulloso.

— ¡Eso fue increíble! —Injae abrazó a Liam cuando este se acercó— En definitiva, vas a entrar.

—Gracias por tu ayuda Injae —le dijo en voz baja.

—Pero yo no hice nada —lo miraba sonriente.

—Confiaste en mí, eso ya fue mucho.

—Claro que confío en ti —lo miró maravillada—, siempre lo haré.

Melissa bajó de las gradas para felicitar a Liam cuando Jackson la vio de reojo enojado y sólo apretó sus puños y quijada con coraje.

Más tarde Melissa se había quedado a esperar a Jackson que se había cambiado el uniforme deportivo.

—No entiendo por qué estás tan molesto, quedaste en el equipo ¿Qué no era eso lo que querías? —Le comentó muy inocente.

—Sí, quedé como corredor y el tonto de Liam Hale como receptor —gritó molesto—, ¡Se suponía que yo sería el mariscal! —pegó al casillero junto a la chica provocándole un susto.

—Bueno cálmate —lo miró un poco asustada—, siempre puedes subir de posición ¿No?

— ¿Acaso no lo entiendes? —Señaló con presión en la cabeza de la chica— Liam Hale no puede humillarme de nuevo, él no se quedará con lo que yo quiero.

—Hablas de Injae ¿cierto? Deberías rendirte con eso —quitó la mano de él de su cabeza—, ahora entiendo porque lo escogió a él sobre ti —susurró y se alejó.

— ¿Qué demonios dijiste? —La jaló del brazo— A mí nadie me rechaza, ya deberías saberlo…—apretó su brazo con fuerza.

—Aah —se quejó—, me estas lastimando Jackson… ¡Suéltame! —Se soltó de él— Mejor hablamos luego, cuando no actúes como un idiota resentido.

Al día siguiente por la tarde, Melissa estaba en casa de Injae cuando accidentalmente esta le ve el moretón que Jackson le había dejado en el brazo.

— ¿Estás bien? ¿Qué te ocurrió? —Se preocupó la castaña.

—Oh eso, descuida… me golpeé —se puso un poco nerviosa—, estoy bien, ¿y tú? Creí que hoy pasarías el día con Liam.

—Tuvo que hacer algo y quedamos en salir mañana… ¿Liam? —Se sonrió— Lo llamaste por su nombre.

—Ah sí… supongo que sí es tu novio ahora, debería llevarme mejor con él.

— ¿Novio? —Preguntó una chica rubia— No sabía que ya tuvieses uno, eres rápida Injae.

—Creí que estarías afuera Rebecca —comentó incómoda Injae.

—Descuida ya me iba, y tu zanahoria —volteó molesta hacia Melissa—, deja de meterle ideas a mi hermana para que ande coqueteando con cualquiera.

— ¿Disculpa? Yo no hago…

—Te escuché aquel día en su cuarto, cuando bajaba para irme —la miró con desagrado—, ya veo porque conseguiste amigos rápido…tomaste lo primero que apareció.

—Rebecca cállate —le ordenó Injae—, no tienes por qué decir eso sobre Melissa.

—Yo digo lo que se me dé la gana, está es mi casa a diferencia de cierta pelirroja —le dijo engreídamente—, así que ya se puede ir.

—También es mi casa y si quiero que alguien entre, lo hará —se puso frente a la rubia—, además creí que ya te ibas —la retó con la mirada.

La chica rubia salió de la casa muy molesta y al hacerlo Injae sorprendida por cómo le habló a su hermana mayor, solo respiró una gran bocanada y se rio.

—No puedo creer que haya hecho eso —se rio—, finalmente pude revelarme ante ella.

—Lamento que hayan discutido por mi culpa —frunció el ceño con tristeza Melissa—, me has contado lo mal que se llevan y yo solo vine a empeorarlo.

—Oye no, gracias a ti pude hacerle frente —la tomó de las manos—, además eres mi amiga… ¿mi mejor amiga? —sonrió y se encogió de hombros tímidamente.

—Por supuesto, mejores amigas —la abrazó.

Los días pasaron y todo iba bien, John se pasaba averiguando sobre quien pudo haber querido realizar el ritual sin decirle nada a Liam para evitar preocuparlo mientras tanto Liam practicaba de vez en cuando con Jace su manejo de concentración y se ejercitaba continuamente para evitar levantar sospechas con su nueva complexión, aunque faltaba constantemente por salir con Injae o por las prácticas del equipo de futbol, cosa que molestaba a Jace ya que creía que no le importaba lo suficiente el asunto de manejar sus habilidades como lobo.

Jackson por su parte seguía tratando de acercarse a Injae para salir con ella y usaba a Melissa para eso, aunque ella le daba vueltas al asunto para evitar negarse directamente.

— ¿Y bien? Espero que ya sepas cómo hacer que Injae deje al inútil de Hale —susurró Jackson que caminaba atrás de Melissa.

— ¿Hasta cuándo piensas seguir con eso? Creo que ya quedó muy claro que a Injae no le interesas y nunca lo hiciste —susurró fastidiada—, así que ¡Supéralo Jackson!

Jackson la tomó del brazo y la jaló llevándola discretamente hacia un lugar de la escuela menos transitado.

—Somos amigos Mel, ¿acaso no piensas ayudar a tu buen amigo Jackson? —cuando llegaron la soltó con un empujón que la hizo azotarse con unos casilleros.

— ¿Ese es tu plan? ¿Acosarme y joderme para tener lo que quieres? ¡¿Así como lo haces con los demás?! —Le gritó y Jackson le calló la boca enseguida.




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