Creciendo entre demonios

Capítulo 13.

“Doctora Grey se le solicita en urgencias”

—Hey —saludó suavemente y acariciando su frente— ¿Cómo te sientes? El doctor dijo que te recuperarás pronto…el veneno no se esparció por completo.

— ¿En dónde estoy? —preguntó débil la chica.

—Seguimos en Carolina del Norte, te trajimos al hospital más cercano —estaba preocupado Liam por lo que vio ella—, ¿recuerdas algo…antes de alucinar?

—Liam… —susurró— no alucinaba, sé lo que vi —afirmó—, y también él estaba ahí —volteó hacia Jace que estaba al lado de la puerta.

—Pues viste mal, alucinaste…te encontramos en un bosque —comentó Jace serio—, al parecer el animal que las atacó a ti y tu hermana…

— ¡Rebecca! ¿Dónde está...?

—Ella está bien, alguien que pasaba la llevó a un hospital…está en Virginia, tu papá sabe que estás aquí, no ha de tardar en venir.

Una enfermera entró y ambos chicos salieron con una expresión de preocupación.

—Estamos jodidos, lo recuerda y muy bien —murmuró molesto el rubio— ¿Qué diremos si le dice a alguien? ¡¿Qué un vampiro con veneno de alacrán la secuestró porque su novio es un hombre lobo?!

— ¡Liam! —Se oyó una voz ronca del pasillo.

— ¡Maldición! Esto no puede ser peor —se quejó Jace al ver a Melissa.

— ¿Qué ocurrió? ¿Cómo esta Injae? Mi mamá está atendiendo a Rebecca y me dijo que estaba aquí ¿Qué le pasó? —preguntó preocupada.

—Está bien, solo rasguños, algunos huesos rotos quizas…y veneno de alacrán —titubeaba Liam.

— ¿Le picó un alacrán? ¿Cómo…? ¿Qué haces aquí? —lo miró desconfiada.

—Eso fue lo que dijo el médico…estaba en el bosque, quizas ahí le picó.

— ¿Y tú la encontraste? —Seguía incrédula— ¿Qué hacias tú en el bosque? Aquí en Carolina del Norte.

—Acampar —interrumpió rápido Jace—, unos amigos y yo veníamos a acampar así que invité a Liam.

—Claro…entonces la encontraron y decidieron traerla al hospital —seguía sin creer—, ¿Y porque Injae estaría en un bosque si el auto de Rebecca estaba muy lejos de uno?

—Eso no lo sé —respondió nervioso Liam.

—Tendré que preguntárselo a Injae cuando despierte —sonrió un tanto desconfiada.

Un par de días después la chica fue dada de alta, aunque tenía que usar muletas por unos días debido a ligamento roto en su tobillo, su padre y Melissa habían ido a buscarla para llevarla de vuelta a Virginia a su casa.

Melissa cuestionó a Injae sobre lo que ocurrió, pero la castaña mintió diciendo que no recordaba nada después de estar en el auto excepto que Liam la encontró.

Al llegar a su casa, la pelirroja estuvo un rato más con ella mientras el sr. Venator iba a ver a su otra hija al hospital, más tarde cuando él llegó, la chica se fue.

—Hola cariño —le dio un beso en la frente—, el doctor dice que en unos días más Rebecca podrá regresar a casa.

— ¿Qué te ha dicho ella? ¿Está molesta y odiando esto? ¿Odiándome a mí? —murmuró eso último.

—Ella no te odia —frunció el ceño y acarició su mano.

—Yo creo que si…me escribió una carta que decía te odio mucho, feliz cumpleaños, atentamente Rebecca —habló molesta.

—Era pequeña, los niños a esa edad dicen cosas sin sentirlas en realidad —se rio él.

—Ella tenía 13 papá ¡13! Yo creo que realmente si lo sentía.

—Ella no puede odiarte…eres su hermana, somos su familia —encogió sus hombros—, hablando de sentimientos —se aclaró la garganta—, ¿Tu y Liam? No lo vi más en el hospital ¿Vino a verte a hoy? Imagino que sabía que hoy salías.

—Ah…si, pero descuida estuvo llamando —mintió—, y no vino porque él va a buscar a su mamá al trabajo —titubeaba—, o le lleva la cena cuando sale tarde —por la expresión de su padre parecía que le agradaba el chico—, quizas la conozcas…es la reportera del canal de noticias.

—Oh si…Marie Hale, he hablado con ella varias veces por algunos casos, es agradable.

—Lo es…me recuerda a mamá —sonrió con nostalgia—, la primera vez que cené en su casa, hizo mi postre favorito que Liam le dijo…cuando lo sirvió me dijo que era para hacerme sentir cómoda y familiar —sonrió con tristeza—, igual que mamá cuando me sentía triste, “es para que te sientas feliz y sonrías” decía —se quebró su voz y abrazó a su papá.

—Cariño… —acarició su cabeza al abrazarla.

—Extraño a mamá, la extraño mucho —contestó llorando.

Al día siguiente Liam había ido a verla.

— ¿Puedo pasar? —Ella asintió. Él entró con timidez a su cuarto— Oí que tu hermana saldrá pronto del hospital —Injae asintió—, vine porque…

—Porque dirás que lo que vi fue por el veneno que me hizo alucinar ¿no?

—No…no alucinaste —ella lo vio confundida—, todo lo que viste fue real.

— ¿Todo? —el asintió cabizbajo— ¿Entonces no estoy loca? Creí que iría a un manicomio —bromeó y luego se puso seria como él—, entonces… ¿Hablaremos de eso o…? Está bien si no quieres.

—Está bien, imagino que tienes preguntas —le sonrió para darle confianza a preguntar.

—Creo que hay una muy obvia —se rio nerviosa—, ¿Qué eres realmente?

—No preguntes como me volví uno porque aún estamos averiguándolo, pero soy un…licántropo.

— ¡Un lobo! —Contestó segura— Creí que eran un mito ¿Y tu amigo también lo es? —el asintió.

—El resto que estaba conmigo también, son mi manada —ella se rio ligeramente—, ¿Qué? —se sonrió al verla reír.

—Dijiste manada, sonó gracioso no sé porque…quizas porque te imaginé como un cachorro —se rio.

— ¿Por qué sería un cachorro? —Fingió indignarse, pero siguió riendo.

—Lo siento, pero así te imaginé —se rio.

— ¿No tienes miedo? Luces muy tranquila con esto, demasiado tranquila en realidad.

—Sé que no me harías daño, de quererlo lo hubieses hecho antes —lo miró fijamente con gran confianza—, además mi abuelo me contaba historias de mitologías y seres sobrenaturales...luego lo hicieron tomar pastillas —frunció los labios—, supongo que siempre dijo la verdad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.