Creciendo entre demonios

Capítulo 14.

Unos días después Rebecca salió del hospital e Injae regresó a la escuela, pero con sus muletas y Liam la ayudaba con todo.

— ¿Te acompaño a tu clase? La mía aún no empieza —sugirió Liam.

—No es necesario —lo miró contenta—, yo puedo ir sola, además es solo el tobillo sanará pronto…no tanto como lo haces tú —murmuró con una risita.

—Graciosa —le dijo con sarcasmo—, aunque no lo creas si me dolió caer desde tu ventana —ambos se rieron.

—Deberías mejorar más tu agilidad y reflejos…como los gatos, ellos caen en su cuatro patas —bromeó.

—Primero te burlas diciéndome cachorro y ahora dices que soy un gato —fingió estar indignado—, lo creas o no, soy muy ágil.

—Entonces pruébalo —lo miró picara—, dijiste que aún no empieza tu clase…vamos al campo de futbol —sugirió acercándose a él—, veamos si es cierto que eres tan ágil como dices chico lobo —susurró mientras le coqueteaba.

Los dos fueron al campo en donde no había nadie para que Liam probara su agilidad, el chico hizo varias acrobacias que un humano sin práctica ni condición nunca podría lograr hacer al menos no sin fallar.

—Eso estuvo genial —comentó ella—, además fue muy sexy —se rio.

— ¿Ah sí? —Se acercó él mirando de reojo los labios de la chica.

—Sí, tanto que te besaría si no fuera por las muletas —bromeó.

—No veo en que afecta eso —se ríe y se acerca a besarla.

Jace apareció y se aclaró la garganta para interrumpirlos antes de que se besaran.

—Jace —murmuró fastidiado Liam.

La chica con timidez hizo el ademan de saludarlo.

—Castaña —contestó Jace de mala gana.

—Rubio —le respondió de la misma manera que él.

—Hay que irnos Liam —ordenó el rubio—, John quiere decirnos algo.

—Iré en seguida, solo dejaré a Injae en su salón.

—Ella puede irse sola —afirmó molesto el rubio.

Injae reviró sus ojos ante el comentario.

—No veo porque te molestas linda —fingió gentileza—, si es por tu culpa que Liam se distrae mucho, además ahora debemos cuidarte a ti también.

— ¿de qué hablas Jace? —se metió Liam.

—Es de lo que John quiere hablar, en el refugio con los lobos —hizo énfasis en lo último.

—Si dices que ahora también deben cuidarme creo que debo oír esa charla también —exigió Injae.

—Ella tiene razón —añadió Liam.

—Bien, pero ni creas que esperaré hasta que llegues al auto para irnos —caminó hacia ella y enderezó su tobillo con fuerza.

— ¡¿Qué demonios haces Jace?! —Le gritó Liam molesto.

—Cálmate, aliviaré su dolor —sujetó el tobillo y unas venas negras empezaron a subir por sus manos.

El dolor que le provocó a la chica al enderezar su tobillo bruscamente fue disminuyendo conforme esas venas negras subían por las manos de lobo rubio, hasta que desaparecieron con el dolor.

— ¿Cómo hiciste eso? —preguntó Liam perplejo.

—Cosas de lobos —respondió sin más y se fue al auto.

Después de un trayecto incomodo los tres llegaron al refugio, al entrar caminaron apresurados para evitar las miradas sobre la chica sin embargo fue inútil porque percibieron su olor 10 metros antes de llegar.

—Creí que dijiste que ella no aceptaría venir —comentó John viendo a Jace.

—Al parecer si —evitó la mirada molesta de la chica y de Liam—, supongo que hablarás con ellos así que ire a donde Mason —se quitó su chaqueta y se fue.

—Hola Liam —saludó al chico—, y hola… —miró sonriente esperando la respuesta de ella.

—Injae.

—Venator ¿cierto? —preguntó John y ella asintió—, bienvenida al refugio… el hogar de nuestra manada, bueno de algunos —miró a Liam con una sonrisita.

—Eres el alfa, supongo —titubeó ella— ¿John?

—Supones bien —bromeó John—, Liam porque no le sirves algo a Injae… ¿Tienes hambre? Varios de los chicos de aquí les gusta la pizza, asi que hay de sobra —se rio.

—No, estoy bien, pero gracias.

—Me alegra ver que tu tobillo está sanado —miró de reojo mientras la llevaba a su oficina—, te diría que no te sientas incomoda con nosotros, pero veo que no es necesario —se sintió aliviado.

—Varios de ustedes me salvaron, no podría sentirme así —aseguró mientras exploraba con su mirada la oficina.

— ¿Es linda verdad? Antes era una fábrica de vidrio —Le señaló con su mano que se sentara—. Liam no tardará en subir…así que hablemos un poco ¿te parece? —Ella asintió— No sabía que el oficial Alaric tenía una hija mucho menos dos —se rio.

Durante el corto rato que estuvieron a solas, John pudo charlar con la chica para hacerla sentir más en confianza, cosa que logró con facilidad, así como lo había hecho antes con Liam.

Liam entró a la oficina con unas limonadas para cada uno.

—Me agrada tu novia Liam —le guiñó el ojo—, estoy seguro que nuestro secreto estará en buenas manos —la miró sonriente—, sin embargo, como ya sabes…los tipos que las atacaron también son sobrenaturales.

—Vampiros, lo sé —frunció la frente—, Liam también me dijo sobre el vampiro del veneno.

—Recuerdo haberte visto consciente antes de eso así que imagino que recuerdas lo que pasó antes de caer ¿o me equivoco?

—S-si…si recuerdo.

— ¿Entonces sabes que el ataque hacia ti fue en realidad una advertencia…?

—Para mí ¿no? —Interrumpió Liam— ¿Por eso Arkain activó mi maldición? Él quiere algo de mí —miró preocupado hacia la chica.

—El motivo por el que hace lo hace no lo tengo claro, pero es cierto que quiere algo contigo —afirmó John.

—No —contestó seria Injae—, Arkain no quiere algo con él —Ambos miraron confundidos a la chica— Arkain lo quiere a él —Los tres se miraron preocupados.




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