Creciendo entre demonios

Capítulo 20.

“¡Cielos!” “¿Viste eso? Es buena” “No he visto que falle ningún tiro”

Murmuraban algunos miembros de la manada al ver a Injae practicar su tiro con arco con gran precisión.

—Creo que debes descansar un rato —Liam la abrazó por atrás—, has estado practicando desde la mañana.

—Y entonces no he fallado ningún tiro —alardeó ella—, no me arriesgaré a fallarlo cuando un vampiro nos ataque —bromeó dejando que Liam le quitara el arco.

—No lo harás estoy seguro —la agarró de la mano—, ahora ven conmigo.

Liam llevó a Injae a lugar algo lejano del refugio, era una pequeña colina rocosa rodeada de árboles, donde en su punta se encontraba un árbol hueco grande con ramas gruesas y debido a que era primavera el árbol se encontraba cubierto de hojas.

— ¿Qué hacemos aquí? —miró con curiosidad al árbol.

—Es un árbol hueco —comentó Liam.

—Si, eso puedo ver —se acercó al árbol—, Melissa me contó sobre algunas leyendas de un árbol hueco… ¿se refería a este?

— ¿Leyendas sobre parejas que escribieron su nombre en él y luego rompieron? —ella asintió— Pues si es este, pero lo que ellos no sabían era que tenían que escribirlos mientras el árbol tuviera hojas —explicó confiado.

— ¿Acabas de inventarte eso cierto? —se rio la chica.

—Es probable —se rio—, pero oye, soy un lobo y un vampiro ancestral nos persigue ¿Y le tienes miedo a una superstición?

—Es un buen punto —colgó sus brazos en el cuello del chico para besarlo—, pero no tenemos un cuchillo para escribirlos.

—No necesitamos uno —sacó sus garras.

El chico comenzó a escribir sus iniciales y las de ella en el frente del tronco mientras ella empezaba a escalar el árbol.

— ¿Vienes? Aunque no lo creas no soy tan mala trepando —bromeó la castaña sin mirar hacia él.

— ¿decías algo? —se burló él al llegar delante de ella.

—Eso es trampa —protestó—, eres sobrenatural —fingió molestarse.

Ambos terminaron de trepar hasta llegar a la cima del árbol, el chico la tenía rodeada para evitar que se cayera mientras ambos observaban la hermosa vista del pueblo con el atardecer cayendo.

—Es increíble como todos ellos viven su vida sin tener idea del mundo real en el que viven —añadió Injae asombrada.

—Lo sé, es… —miraba absorto— Quizas es mejor así, que no sepan que hay una pelea de seres sobrenaturales entre ellos…así podrán vivir como siempre lo han hecho.

—Supongo que tienes razón.

—Y sobre eso —agregó dudoso Liam— ¿No crees que no deberías presionarte tanto con esto del entrenamiento? Agradezco que quieras ayudarnos, pero no quiero que te presiones…

—Liam —volteó a verlo—, ellos me salvaron una vez…haré todo lo posible para mantenerlos a salvo también —aseguró muy determinada.

El chico la miró orgulloso de la determinación y valentía de la chica.

—Por cierto…hay una fiesta a la que debemos ir —comentó Injae—, si no vamos Melissa nos matará…bueno a ti no —bromeó.

—Para eso debemos bajar rápido —ambos miraron hacia abajo—. Tengo una idea, sostente fuerte —ayudó a Injae a subirse en su espalda— ¿lista?

—No… —murmuró nerviosa.

Liam saltó desde lo alto cargando a la chica, debido a su agilidad y fuerza sobrenatural, la caída resultó bien.

—Nunca me acostumbraré a eso —comentó agitada la chica al bajarse.

Después de un rato, ambos llegaron juntos a la fiesta de Melissa.

—Definitivamente seré doctora para tener una casa así —bromeó Injae al ver la casa grande y lujosa.

—Vaya —dijo sorprendido Liam—, así que así son las fiestas de Melissa Thompson.

—Bueno…si, pero ahora con alcohol —susurró encogiéndose de hombros la pelirroja—, gracias Injae por ayudarme —la abrazó fuerte.

Después de un rato, aún más gente empezó a llegar hasta que la casa estaba llena de personas que asistían a la preparatoria, desde el primer año hasta el último, entre ellos Jace, Rebecca y Alistair.

— ¿Quieres bailar? —extendió su mano Liam.

La chica sonriendo aceptó y ambos empezaron a bailar.

En una esquina, donde estaban las bebidas estaban Jace y Melissa platicando.

—Aun no entiendo como es que ustedes dos se hicieron amigos —comentó ella refiriéndose a Liam—, él siempre había estado con Oliver y de la nada era amigo de uno de los más populares de último año.

—Él es…raro, quizas por eso me acerqué a él —bromeó Jace.

—Si es raro…en un buen sentido —se rieron—, quizas por eso encajan muy bien —sonrió al verlos bailar—, se ayudaron mutuamente.

— ¿A qué te refieres con que se ayudaron?

—Liam siempre era protegido por Oliver y tenía miedo —frunció el ceño—, e Injae…ella siempre había estado bajo la sombra de su hermana siguiendo sus deseos como ordenes, pero ahora… —los vio intrigada— son diferentes, más valientes.

— ¿Sabes porque Rebecca odia tanto a Injae? —preguntó Jace mientras bebía su trago.

—No me ha dicho, creo que es algo de lo que no le gusta hablar asi que no he preguntado —volteó nuevamente a ver a Injae que se reía con Liam— ¡Carajo! Viéndolos así hasta siento envidia —bromeó.

—Apuesto que no eres la única, oí a unas chicas decir que Liam era apuesto.

—No puedo creer que diga esto, pero creo que hasta podría entender a Rebecca —se cruzó de brazos mirando con admiración a su amiga—, Injae es perfecta, es linda y su novio también, tiene amigos geniales, es lista, graciosa, amable…todos la quieren.

—No se nace con eso, al menos no con todo —afirmó serio el rubio—, si Rebecca la odia tanto por eso es porque no ha sabido ganárselo.

La pelirroja asintió con su cabeza al instante que el rubio dejó su bebida.

—Vamos a bailar —añadió él jalando de la mano de la chica.

Ambos se fueron a donde estaban Liam e Injae bailando, luego de una esquina muy cerca de donde estaban hablando ellos, Rebecca salió con una expresión triste en su cara pues había escuchado la conversación.




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