Creciendo entre demonios

Capítulo 35.

El plan de Katerina estaba en marcha, por medio de Anthony cambiaron la ubicación del lugar al que originalmente iría la manada, ya que estos habían planeado ir por suministros especiales para el refugio como lo hacen cada mes, sin embargo, terminarían atrapados en la trampa de la señora del clan.

—Quisiera que fuesen menos, pero hay que ser cuidadosos —aseguró John—, ¿Están los 15 aquí?

— ¿Dónde está Liam? Dijo que vendría —reclamó Jace.

—No ha de tardar, dijo que su mamá lo había llamado —respondió Injae.

Anthony llegó fingiendo preocupación y se dirigió a Injae.

—Injae —llamó la atención de la chica— ¿tu amiga es esa chica pelirroja, hija de la doctora del hospital?

—Si… ¿Por qué?

—Oh —titubeó—, es que vi que la habían subido a una ambulancia…

— ¿Qué? —se alarmó— John… —volteó hacia este preocupada.

—Anda ve, no te preocupes por los chicos —le dio una mirada benevolente.

—Gracias John —salió apresurada.

Al salir de la habitación apurada se topó con Liam.

—Hey ¿está todo bien? —la tomó de las manos y la vio angustiado.

—Es Mel…está en el hospital —frunció el ceño abatida.

— ¿Quieres que te acompañe?

—No, descuida —le sonrió—, debes ir con la manada —lo tomó del hombro y le dio un beso—, yo estaré bien, tú ten cuidado —dijo con un tono dulce y se fue.

Los lobos no tardaron mucho en irse, asi como Injae en llegar al hospital.

—Disculpe señorita —se acercó a una enfermera—, me dijeron que ingresaron aquí a mi amiga…se llama Melissa Thompson ¿podría decirme cómo está?

—Ah…si, permítame —buscó en la computadora— ¿Melissa Thompson? —la castaña asintió— Está en el piso de abajo, acaban de pasarla a un cuarto, es la única información que le puedo dar, si quiere saber más tendrá que bajar a esa sección.

—Muchas gracias…—la enfermera le asintió.

Injae bajo casi corriendo y buscaba con la mirada la habitación de Melissa por los pasillos, cuando finalmente dio con ella.

La pelirroja se encontraba dormida y con gasas en el cuello asi como en sus brazos, un doctor estaba adentro por lo que Injae se mantuvo afuera. Sentado en las bancas de espera se encontraba alguien observando, luego se atrevió a pararse y acercarse a la castaña.

— ¿Es su hermana? —preguntó el desconocido.

— ¿Qué? No —replicó un tanto desorientada— Es mi mejor amiga.

—Ya veo, entiendo cómo debe sentirse…mi hermano…él murió —comentó abatido—, dicen que los mejores amigos son como un hermano ¿no? Ahora imagine si fuera uno real.

—Eso he oído…Mel es ahora lo más cercano a una hermana que tengo —expresó Injae cabizbaja—, mi hermana también murió.

—Deberíamos hacer un club —bromeó él—, ay lo siento, no quise sonar insensible…

—Descuide —fingió una sonrisa—, fue hace meses… ¿y el suyo?

—No hace mucho…ni nos llevábamos bien, no creí que me dolería tanto —se secó sus ojos llorosos—, nunca entendí porque me odiaba tanto si teníamos los mismos padres, es como si…

— ¿Como si en realidad no fuesen hermanos? —volteó a verlo encogiendo sus hombros— Mi hermana era adoptada… —el hombre la miró sorprendido.

— ¿Lo supo antes de morir?

—Si, lo descubrió cuando tenía 11…enfureció porque creyó que nuestra madre murió sin saberlo.

—Entonces por eso se llevaban mal…es una pena, lo lamento mucho —se llevó su mano al pecho.

—Gracias, igual lamento lo de su hermano… ¿al menos pudieron arreglarse?

—No, él me odiaba mucho y yo resentía todo lo que me hizo por su odio, asi que no… ¿Qué hay de su hermana? ¿Se arreglaron?

—Si… —sonrió triste—, pero fue muy tarde —mantuvo su mirada perdida en el piso—, ya se nos había acabado el tiempo y no lo sabíamos.

— ¿Injae? —preguntó una mujer en el fondo del pasillo.

— ¿Señora Thompson? —volteó enseguida— Debo irme —se despedía del hombre—, no me dijo su nombre…

—Elijah —sonrió extendiendo su mano—, me llamo Elijah, mucho gusto.

—Injae —extendió su mano—, fue un placer…y muchas gracias por la charla, no creí que la necesitara —sonrió frunciendo el ceño.

La chica caminó rápido con la mamá de su amiga para preguntar sobre esta, mientras que Elijah se quedó sorprendido por lo que acababa de descubrir y se fue enseguida con Arkain.

Por otra parte, los lobos habían llegado al lugar, pero algo no les parecía bien pues se encontraba solo a pesar de estar los suministros como les habían dicho.

—Esten atentos —ordenó Jace—, algo no luce bien.

—Estás siendo paranoico Jace —se burló un chico—, deberías relajarte.

—Charlie tiene razón —Willy le dio unas palmadas en la espalda al rubio— ¿o no Liam?

—No diré nada —se rio—, iré con algunos al otro cuarto —avisó haciendo señas a unos lobos.

—Ten cuidado Hale —ordenó Jace serio.

Liam había salido con algunos lobos para buscar a las personas que les darían los suministros.

— ¿No crees que a veces eres muy duro con el chico? —comentó Willy— ¿Actúas como su amigo o su padre?

—Yo diría más bien como su hermano, el hermano mayor —expresó Charlie molestando a Jace.

—Cállense ya par de idiotas —respondió riéndose—, y dense prisa…este lugar no me agrada nada.

—Es un banco abandonado, a nadie le agradan los bancos menos abandonados —se burló otro lobo.

Un extraño ruido de puertas cerrándose comenzó a sonar en la habitación donde estaban.

— ¿Qué carajos es eso? —protestó Jace— ¿No que estaba abandonado? —reclamó.

—Jace… —expresó preocupado Charlie— ¿Qué es eso? —señaló al piso.

Un humo morado comenzaba a salir por las ventilas provocado por el sistema contra incendios del banco, lo que hizo que las puertas de ese cuarto se cerrasen para contraer el supuesto fuego.

Mientras tanto Liam caminaba por los pasillos sin encontrar a nadie.

— ¿Qué diablos…? —murmuró uno molesto— Está cerrado —avisó.




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