Creciendo entre demonios

Capítulo 36.

»“ Liam, nadie viene por ti ¿de acuerdo?” “…Arkain lo quiere a él.”«

»“Sólo hay un culpable” “¿Mataremos a Arkain?”« » ¡REBECCA! «

Liam despertó de golpe en la enfermería del refugio, miraba desorientado a su alrededor que se iluminaba con los rayos del sol que entraban por las ventanas. Se encontraba agitado y confundido.

— ¡Despertaste! —expresó aliviada Injae al pasar por su camilla.

Se sentó en la camilla y lo abrazó por la cintura con fuerza.

—No vuelvas a hacerme esto —murmuró angustiada—, iré por John —Liam la detuvo.

— ¿Qué…qué ocurrió? —titubeó.

—Iré por John, él te lo explicará mejor —le sonrió aliviada.

Ayer en la noche.

John había ido a buscar a sus lobos al lugar indicado y a llegar los encontró en el suelo inconscientes, algunos de ellos ya habían muerto, aún asi decidieron subirlos a las camionetas y llevarlos al refugio.

Los que aún seguían con vida fueron puestos rápido en mesas o camillas para reanimarlos, todos estaban alterados, iban de aquí para allá ordenandos por John, por suerte, él tenía un poco de hierbas que ayudarían a despertar a los heridos, no muchos lo lograron, y los que sí, solo tenían pequeños reflejos en su cuerpo, pero se mantenían sin abrir los ojos.

— ¿Deberíamos decirle a Injae? ¿O a Mason? —preguntó uno nervioso.

—No, eso alteraría a Mason y a Injae, si todo sale bien es probable que despierten en la mañana —explicó John agitado.

— ¿Qué les pusiste? —cuestionó Monik— A todos les inyectas algo en el pecho, pero no nos dices que es…ni siquiera nos dices que les hizo esto —estaba alterada.

—Monik respira —ordenó John—, lo que los envenenó se llama Aconitum…planta mata lobos, alguien tendió una trampa con eso.

— ¿Planta mata lobos? ¡Habías dicho que solo la plata esmaltada puede matarnos!

—John…¿Qué no estás diciéndonos? —Preguntó desconfiado otro lobo— ¿Acaso hay más formas de morir?

—El Aconitum es una planta sumamente tóxica, envenena lo que sea…humanos, animales, incluso mataría a un elefante con un poco —contó John mientras buscaba un libro—, había rumores sobre que también intoxicaba a los licántropos…

— ¿Intoxicar? ¡Pero están muertos!

—No todos los sistemas son iguales, unos son más débiles que otros…ni siquiera reaccionan con los mismos síntomas —mostró imágenes de estos en su libro—, quienes logran sobrevivir las reacciones no sobreviven a lo que le hace su cerebro…los vuelve violentos, salvajes…la parte humana del lobo ya está muerta, solo queda el animal —admitió preocupado.

— ¿Y hay un antídoto?

—Tiene que haberlo ¿no John?

—Lo hay…pero no lo tengo —respondió molesto consigo—, no sé dónde hallarlo…quizás una bruja sepa, pero no conozco la ubicación de alguna.

—Entonces… ¿solo nos quedaremos a ver cómo mueren? —expresó desolada Monik.

—Si alguno logra despertar quizás los otros también —añadió el alfa dudoso—, aún tengo esperanza.

— ¿Cómo te sientes Liam? —agregó John mientras revisaba al chico.

—Me duele la cabeza y me siento mareado… ¿Qué ocurrió? ¿Dónde están los otros?

Los que estaban en la habitación con él se miraron entre sí, indecisos de contarle.

— ¿Por qué nadie habla? —dijo un poco molesto.

—Liam… —intervino Injae— Algunos siguen dormidos —titubeaba—, están despertando —expresó un tanto aliviada—, pero siguen teniendo…síntomas, tuviste suerte de no haber inhalado mucho del veneno…

— ¿Y Jace? ¿Willy? ¿Dónde está Charlie? ¿Por qué hay tan pocas camillas? —les reclamaba alterado— ¿Acaso están…?

Nadie le respondió solo mantuvieron sus miradas bajas lo que respondía su pregunta.

—No puede ser… —expresó abatido.

De pronto se escuchó que alguien tomó una bocanada de aire y comenzaba a toser.

—Es Jace —dijo Injae al voltear—, están despertando —sonrió aliviada.

— ¡Charlie! —corrió Monik a verlo— Estás vivo, estás vivo hermanito —lo abrazó llorando.

Injae fue hacia Jace para ver cómo estaba.

—Hey —lo volvió a recostar—, más despacio hombre lobo —bromeó.

— ¿Aún no aprendes la diferencia? —protestó de broma agitado.

—Quería ver que tú la recordaras —se sonrió, pero su expresión pronto le cambió al ver al rubio toser— ¿Jace? Hey…tranquilo —se comenzó a alterar— ¡John!

A los pocos que despertaron les comenzaron a salir ampollas, empezaron a tener fiebre y algunas incluso vomitaban.

—Son las reacciones del Aconitum —explicó en voz baja John—, preparé algunos tratamientos para disminuir los efectos…

—Iré contigo —avisó Monik acompañándolo.

Liam e Injae se habían salido de la enfermería y se habían ido al patio para que el pelinegro tomará aire fresco.

—No puedo creer que todo esto haya ocurrido ayer —suspiró agotado Liam.

—Les tendieron una trampa, John no tiene idea de cómo pudieron saber que irían.

— ¿Qué es el Aconitum? Recuerdo humo morado salir de las ventilas, pero…

—Es una planta muy venenosa, intoxica cualquier cosa…animales, personas, incluso licántropos…cualquier cosa viva supongo yo —expresó de mala gana.

—Me alegro que no hayas ido, si nosotros estamos terribles, tú…

—Shh —le tomó la mano—, pero estoy bien —sonrió—, a quien se le haya ocurrido este perverso plan no me quería ahí.

— ¿De qué hablas?

—Ayer que fui al hospital a ver a Melissa, su madre me dijo que la ingresaron por heridas de animal al parecer…de un lobo —se veía seria—, tenía heridas en su cuello y brazo…esos malditos atacaron a mi mejor amiga como parte de su plan.

—Arkain está llegando lejos… ¿Qué es lo que quiere ahora? ¿Qué es lo que siempre ha querido? —alegó enojado levantándose del asiento.




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