Creciendo entre demonios

Capítulo 37.

El día aún no acababa, Liam se había ido a su casa para tranquilizarse y pensar sereno, mientras que en el refugio seguían cuidando a los enfermos.

—Hey —Injae se sentó a lado de Jace en la camilla— ¿sabes que descubrí hoy? Al parecer eres más lobo que humano —dijo riendo.

La chica se había quedado a ayudar, así que estaba con Jace en una habitación separada del resto de infectados pues ya no había lugar en aquella, sin embargo, adaptaron el lugar como otra enfermería.

—John dijo que los que murieron rápido era porque aún eran más humanos…por eso los licántropos viejos son más fuertes —explicaba mientras tomaba su temperatura—, porque su lado lobo abarca casi todo su ser, excepto su mente lo que evita que se vuelvan salvajes.

El rubio seguía con los ojos cerrados aparentemente dormido, mientras ella ponía un trapo húmedo sobre su frente para bajarle la fiebre.

—No sé porque sigo hablando si estás dormido —protestó sin molestia—, mejor iré a buscar más ungüento.

Injae se había levantado pero rápido Jace la sujetó de la muñeca evitando que se fuera.

—No estoy dormido solo tengo los ojos cerrados —alegó de mal genio—, sigue hablando…tu voz me mantiene en la realidad.

— ¿Qué quieres decir? —volvió a sentarse.

—Veo imágenes de cualquier cosa…se ven tan claras que parecen reales —murmuraba cansado—, pero sé que no lo son.

—Estás alucinando, es por la fiebre —frunció los labios— ¿Y que ves?

—Una chica… —sonrió entre abriendo los ojos— Era agradable, con una linda sonrisa —susurraba—, tenía ojos azules… —comenzó a divagar— Sus ojos eran brillantes…sus ojos marrones brillaban en el sol.

—Creí que dijiste que eran azules —frunció el ceño riéndose.

— ¿En serio? —llevó su mano al cabello de Injae— Su cabello era…suave.

En lo poco que se mantenía con los ojos abiertos, Jace veía a Injae, pero al mismo tiempo sus alucinaciones invadían la imagen real, como si se tratase de dos personas distintas, pero al mismo tiempo similares, y las describiese a ambas sin notar diferencias.

— ¿Y era linda? —expresó curiosa.

—Lo es… —volvió a cerrar sus ojos.

— ¿También es un lobo?

—No, era humana…

— ¿Humana? —rio asombrada— Y molestabas a Liam por salir con una humana, eso no es muy Jace Barrow de tu parte —bromeó— ¿Y qué ocurrió con ella? ¿Le dijiste que te gustaba?

—No —expresó abatido—, ella escogió a otro.

—Es una pena —frunció los labios—, eres un tipo genial —le sonrió.

—Gracias —decía muy bajo—, pero ya estoy acostumbrado…yo no me quedo con la chica.

En eso el alfa de la manada le habló a Injae para que fuese a donde estaba este.

—Debo irme —tocó sus mejillas para checar su fiebre—, tu fiebre está bajando… ¿Estarás bien? —se rio, pero él no emitió sonido alguno— Tomaré eso como un sí.

La castaña salió de la enfermería por un rato, en el cual la fiebre de Jace se quitó parcialmente sin embargo sus alucinaciones seguían por parte de la toxina que empezaba a llegar a su cerebro haciendo que estas fuesen más fuertes al grado de sentir que realmente lo que veía estaba ahí.

Jace se había metido a una pequeña regadera que estaba en la enfermería, cuando acabó y salió se encontró a Injae que había vuelto.

—Veo que ya estás mejor —comentó ella al verlo salir— ¿Qué ocurre? —se sonrió.

—Estoy en toalla…es incómodo —se amarró bien la toalla— ¿Podrías…? —señaló la puerta con la mirada.

—No sé porque te incómodas…no veo la razón —caminó lentamente hacia él.

—Injae… —expresó con rechazo— No deberías estar aquí, esto está mal.

— ¿Por Liam? —frunció el ceño— Te gusto ¿No es así? —se sonrió.

— ¿De qué hablas? No…Liam es mi amigo y esto está mal —latía agitado.

—No está mal —se acercó a él—, tú también me gustas —le tomó sus manos.

—No eres real —protestó—, nada de esto es real —la apretó de los brazos.

—Me lastimas Jace —expresó adolorida.

— ¡Mientes! No eres real así que sal de mi cabeza —la apretó más fuerte.

—Sino fuese real —miraba los labios del rubio— ¿entonces explica esto? —se lanzó a besarlo.

Jace deja de apretarla y al mismo tiempo detiene el beso, pero ella sigue incitándolo, rozando sus labios con los de él y viéndolo seductoramente.

—Solo déjate llevar —murmuró ella cerca de su boca.

El rubio la jaló de la cintura hacia él para besarla, ella sube sus manos en el cuello de él y lo acaricia mientras ambos se besan, pero la conciencia de Jace regresa y la empuja.

— ¡Injae no! —gritó y al instante la chica desapareció.

— ¿Estás bien? —La real Injae estaba entrando— Oí mi nombre…¿Por qué te paraste? ¿Te sientes bien? —trató de acercarse a él, pero Jace se hizo hacia atrás.

—Aléjate —ordenó sin mirarla.

— ¡Tu boca! —Se alarmó— Tiene quemaduras —nuevamente intentó acercarse.

— ¡Aléjate de mí!

—Debes estar alucinando…tranquilo, soy tu amiga —aseguraba para calmarlo—, no hay de que temer —le tomó la mano.

—Los amigos no hacen eso —expresó molesto y con la voz rota—, Liam era mi amigo —añadió lloroso— ¿Por qué me hiciste hacer eso?

—No sé de qué hablas Jace… —lo veía confundida y al mismo tiempo preocupada.

—Lo que hicimos está mal —murmuraba molesto—, no debimos hacer eso…

La chica empezaba a sentirse incómoda así que quiso soltarle la mano, pero Jace la volvió a sostener de forma brusca a modo de lastimarla.

—Jace basta —le ordenó seria—, me estás lastimando.

—Eso mismo dijiste ahorita —le dijo enojado subiendo sus manos por los brazos de ella—, no debimos besarnos…no debiste —susurró apretándole sus garras.

—Suéltame Jace —expresó molesta— ¡Dije que me soltaras! —se jaló de él rasguñándose.

Un poco de sangre que empezó a correr por uno de los brazos de la chica bastó para traer a Jace a la lucidez.




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