Creciendo entre demonios

Capítulo 38.

Al día siguiente los lobos que seguían enfermos ya habían muerto y Liam ya había llegado a Georgia en la madrugada, en cuanto llegaron comenzaron a buscar el lugar especificado.

John había decidido pasar a Jace a su habitación para así poder vigilarlo mejor, debido a que comenzaba a ponerse un poco agresivo, por otra parte, habían unos tres miembros que comenzaron a sentirse un poco mal, a pesar de que habían inhalado poco y que estaban bien al inicio.

Injae había llegado muy temprano para continuar apoyando, pero como el alfa estaba atendiendo a los otros tres, Injae tuvo que cuidar un rato a Jace que estaba dormido porque le habían inyectado un sedante sin embargo estaba empeorando, pues la fiebre no se le quitaba y más erupciones comenzaron a salir por los brazos.

Jace estaba despertando.

—Deberíamos dejar de saludarnos así —le quitó el termómetro.

— ¿Injae? —murmuró sorprendido— ¿Por qué estás aquí?

—Me aseguro de que no mueras —le dio un vaso con agua en la boca— ¿Te sorprende mucho?

—Creí que me odiarías por lo de ayer…

—Así que lo recuerdas… —él le asintió— No importa, estabas envenenado y alucinabas —expresó tranquila.

—Pude haberte hecho mucho daño así que, si importa, lo siento mucho —replicó apenado.

—Aun así, no hubiese sido tu culpa…por cierto, Liam traerá el antídoto pronto —le sonrió para reconfortarlo—, así que te curarás.

—Liam… —respiró hondo— Él es un gran chico, aún recuerdo lo asustado que estaba en su primer luna llena —sonrió cerrando sus ojos—, nunca creí codiciar algo suyo —decía con dificultad por el dolor.

—No tienes porque, tú también eres un gran chico.

—Eso no es lo que codicio de él —abrió sus ojos, pero la chica evadió su mirada—, me hubiese gustado conocernos antes —susurraba—, quizás solo así hubiese tenido oportunidad…lo siento Injae —volvió a cerrar sus ojos—, creo que te hubiese agradado más como un humano solamente.

—Shh —lo calló para que no perdiera fuerzas—, no es verdad…me agradas tal y como eres ahora —expresó sincera.

—Sé que amas a Liam y que no debería decir ni sentir esto, pero…te amo —le dijo apenas con fuerzas.

Injae se mantuvo callada, era probable que oír eso la pusiese un tanto nerviosa pues sus latidos se aceleraron un poco, cosa que Jace pudo oír.

—Lo siento —miró a la chica que desviaba su mirada—, creí que tenías que saberlo… ¿Sabes? Creo que sería buena idea que muriera, alguien más no merece morir —expresó desolado.

—No digas eso —volteó enseguida—, tú no mereces morir —afirmó viéndolo fijamente.

—He hecho cosas que…desearía no haberlas hecho.

—No me importa, no mereces morir, al menos no así —Jace le sonrió y volvió a cerrar sus ojos.

El chico comenzó a agitarse y por un reflejo, accidentalmente apretó el brazo de Injae, enterrando un poco sus garras que salían sin que pudiese controlarlas.

—Calma —agregó Injae tratando de ignorar su propio dolor—, estás a salvo —se inclinó hacia él.

Al acercarse tanto a él para ponerle con su otra mano un pañuelo húmedo en la frente, se quedó viendo su rostro y en vez de hacerse hacia atrás, bajó hacia los labios de él y por un instante estuvo a punto de darle un beso, pero se detuvo, y en su lugar se lo dio en la mejilla, rozando ligeramente la comisura de los labios de Jace.

Poco a poco el chico se fue calmando, así como también dejó de apretar el brazo de la castaña.

—Gracias… —murmuró el rubio.

—De nada —murmuró con dulzura.

A pesar de que el beso duró poco, durante ese tiempo ambos pudieron ver imágenes de recuerdos profundos entre sí que tuvieron en el pasado, de momentos que ni ellos mismos recordaban o sabían que existían y todo debido a una nueva habilidad de licántropos descubierta.

»Mientras Jace alucinaba, correspondió el beso de Injae quien se veía y sentía tan real como si en verdad ella estuviese ahí, y a pesar de que él sabía que era incorrecto no pudo evitar querer hacer valer la pena el sentirse mal. «

»Injae veía con tanto entusiasmo a Jace mientras hablaba sobre aquella chica de la que estuvo o podría estar enamorado.

“…sus ojos eran brillantes…sus ojos marrones brillaban en el sol”.

“Creí que dijiste que eran azules”.

El cambio de color de ojos le causó gracia y confusión, pero decidió no preguntar.

“¿En serio?”

Lo dijo como si no le importase ese pequeño error pues creía que de quien hablaba ya no era su primer amor.

Mientras Jace entreabría sus ojos, sus alucinaciones hacían que viera a dos chicas distintas que parecían encajar perfectamente pues tenían cierto parecido, Jace veía a Injae, pero al mismo tiempo a aquella chica de quien se enamoró antes.

“¿Y era linda?”

“Lo es…”

Afirmó al poder ver finalmente a Injae con claridad. «

» “Jace…”

Dijo su nombre con nervios, sin saber siquiera lo que iba a decir, pero era tarde para retractarse pues él caminó hacia ella sin dudarlo, la actitud intimidante de él y la luz roja de afuera que ocultaba su rostro la dejaron paralizada.

“No le digas a nadie que te dije esto…”

El susurro cerca de ella solo aumentó la tensión entre ambos.

“Está bien”

La chica se alejó lentamente así que él se dio la vuelta para poder llorar sin que nadie lo viera y mucho menos ella, pero se sorprendió al oírla regresar y principalmente por atreverse a voltearlo para abrazarlo. Era la primera vez en mucho tiempo que recibía un abrazo desde la muerte de su familia.

Aquello lo dejó inmóvil.«

»En la emboscada a la manada sureña, Injae ubicó a Jace y no dudó siquiera en correr hacia él para salvarlo así ella saliese herida, por eso cuando lo hizo volteó a verlo para asegurarse de que había logrado mantenerlo vivo, aunque por su parte, Jace no podía creer lo que había visto, pues aquella chica que creía débil resultó ser más fuerte de lo que él podría pensar, lo que le causó gran admiración. «




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