Esta historia tiene aroma a Navidad, a galletas en el horno y abrazos que arropan. Pero también es una historia con cicatrices.
Serena y Marcos llegan desde mundos rotos. Cargan recuerdos que duelen: abuso emocional y físico, heridas que no se ven, silencios largos, una sobredosis que no fue un adiós, sino un grito ahogado por dentro.
Aquí hay amor, sí. Hay reconstrucción, pasos torpes, segundas oportunidades… pero también hay verdad.
A veces el daño no entiende de género ni de apariencia. Hay quienes hieren para sentirse fuertes, y quienes callan porque no encuentran cómo pedir ayuda.
Hay hombres que también sufren de un corazón roto, como las mujeres. Que también necesitan que alguien se quede. Que alguien los vea: como Serena ve a Marcos, y Marcos ve a Serena.
Ten en cuenta que el dolor no distingue, y que a veces lo más valiente no es fingir que todo está bien, sino dejarse sostener.
Léela con el corazón abierto, pero si en algún momento algo te remueve demasiado, haz una pausa. No estás solo/a. Cuídate. Y gracias por estar aquí.✨🫂
Editado: 07.11.2025