Capítulo 1
Me llamo Elena y tengo 17 años, cabello castaño y ojos marrones, una chica normal, no soy tímida ni callada y como a todos me gusta que me noten a veces, me encanta el atletismo, cantar, vestirme bien y salir con mis amigas.
Vivo con mi padre o por lo menos lo he visto siempre así y con Jhon su hijo, aunque ahora está en la universidad y solo viene a veces, cosa que agradezco a Dios, Desde que tengo uso de razón vivimos en el pequeño municipio de Aricagua el cual se encuentra al sur del estado Mérida en el hermoso país de Venezuela, este municipio está rodeado de un abundante bosque pero es totalmente seguro dado que es un lugar pequeño, pero muy hermoso para vivir.
Mañana empiezan las clases después de unas merecidas vacaciones de navidad, pero no solo eso estoy en mi último año de preparatoria y estoy muy emocionada, quizás piensen ---esta chica esta loca, emocionada por las clases--- bueno si vivieran en mi casa lo entenderían, solo falta un año para ser libre.
Arreglo todas mis pertenencias para mañana tener todo listo y así no tardaré cuando despierte, unos vaqueros blanco, una blusa de tiras del mismo color y un poncho translúcido de colores al igual que unas botas negras.
Haciendo el menor ruido posible cierro mi puerta con seguro, coloco mi buró contra la puerta y me acuesto, desde mi cuarto puedo escuchar el sonido del televisor en la sala y unos pasos por el pasillo, así que cierro mis ojos con fuerza y hago lo imposible por dormir.
Cómo es de esperarse, no dormí nada, al levantarme como todas las mañanas cepillo rápidamente mis dientes y entró a la regadera, me baño, al terminar me visto con lo elegido y me maquilló bien para que no se noten mis ojeras.
Despejó la puerta y asomó mi cabeza para asegurarme que èl no este, no hay moros en la costa, así que salgo de prisa y cuando estoy fuera de la casa; y suelto el aire que estaba conteniendo.
Voy a la parada del autobús y por suerte no se tarda, me monto, pago el pasaje y me voy de pie ya que todos los puestos están ocupados hasta que escuchó el grito de mi mejor amiga en la parte de atrás por lo que no tardó en encontrarla.
--– ¿Qué tal lana banana? –- me dice con su característica sonrisa.
--– Te he dicho que no me digas así, suena tan de pre-escolar. –-le digo mientras ruedo los ojos pero igual le doy un abrazo de buenos días.
--–Siempre seras mi bananita –- y me agarra los cachetes. Definitivamente mi amiga está loca.
---Bueno Ross dímelo todo ¿De que te has enterado?–- le digo esperando los últimos acontecimientos, esta chica se entera de todo. Me da una de sus más grandes sonrisas y puedo verle un gran brillo en los ojos cuando se voltea a verme.
--– Al parecer habrán nuevos estudiantes, qué te parece ¡Es el último año! ¡Es tu oportunidad para tener un novio! ––-lo dice mientras abre las manos como ensanchando las palabras y mueve las cejas de arriba abajo.
--– Sabes que no estoy interesada ––- ella rueda los ojos.
--– En fin ya llegamos, las pruebas para atletismo son mañana. –- nos bajamos del bus, entramos al instituto directo a nuestros casilleros.
Agarro lo que usare y lo demás lo guardo, cuando termino Ross ha hecho lo mismo por lo que esperamos a Paola para irnos a clases, todos los que nos pasan por el lado nos sonríen y saludan. No considero que seamos populares pero nos llevamos bien con todos, dado que participamos en las actividades escolares prácticamente todos nos conocen pero dejamos lo plásticas y zorras a otras u otros por no mencionar nombres.
Paola viene por el pasillo saludando a todos con su hermosa sonrisa, hasta que nos ve y se echa a correr.
–-- ¡LAS EXTRAÑE UN MUNDO!-– grita mientras nos da un abrazo que nos deja sin aire, llamando la atención de los que pasen a nuestro lado.
Cuando nos suelta podemos respirar al fin y sonreímos.
--– Llegas temprano –- le dice Ross mientras levanta la ceja.
--– Pues...hummm....TENGO CARRO ––- dice lo más rápido que puede y se tapa la boca y cierra los ojos con fuerza.
Ross y yo nos quedamos fulminando con la mirada, la aludida abre los ojos y levanta las manos.
--- No me maten, soy muy joven para morir, todavía me queda mucha vida por delante... ¡SE LOS IMPLORO!-- cae de rodillas al suelo y junta sus manos en forma de suplica.
--– Ya deja el drama vamos a clases, mañana pasas a buscarnos y estas perdonada. -- - le digo mientras las empujó al aula.
--– Eres mala amiga, mira que tener carro y dejarnos agarrar transporte público –- le dice Ross, la verdad no está enojada pero le gusta hacer bromas.
--- Las compensaré en serio, la verdad es que vote mi teléfono y no tenía como avisarles me lo regaló papá para compensarme.-- Se que le cae mal hablar ese tema así que intento cambiar la conversaciòn.
--– Entonces en la tarde iremos a comprar uno nuevo –- le sonrió mientras me siento en mi puesto.
---¿Un nuevo que? –- dice ella agradecida que haya cambiado el tema pero confundida.