Capitulo 4

Capítulo 4

 Me despierto con el sonido de la alarma, la apago de prisa y me meto  al baño para darme una ducha veloz, me visto con un pantalón a tubo negro, unas botas plateadas tipo convers y una blusa suelta del mismo color.

       Agarro mis cosas y bajo apurada, hoy Paola me pasaría buscando. Bajo con cuidado pero Jhon estaba en la puerta esperando me.

---Hermanita ¿Donde vas tan a prisa? –- me mira burlón .

---Al instituto. -- -- le digo lo más firme que mi voz me permite.

--– Mucho cuidado ––- es todo lo que dice mientras  entrecierra los ojos, me abre la puerta y yo salgo lo más aprisa que puedo, pero antes de cruzar la puerta me agarra la cara por la barbilla.

--- Recuerda...... eres.....--  me mira desafiante y mi corazón se quiere salir en este instante.

--–Tu ya. –-  es todo lo que puedo decir con miedo, por lo que él sonríe y me deja marchar.

       Llegó al carro de Paola y ya Ross estaba sentada atrás por lo que me coloco de copiloto.

---Hola chicas ¿qué tal todo? –--les digo con mi mejor sonrisa.

--– Todo bien –-- responde Paola con otra sonrisa.

--– Lena banana estás abusando del corrector ¿no duermes bien? ––- pregunta Ross,  ¿como es que se da cuenta de todo?

--–No me fije tranquila solo que..... Jhon llevó una de sus amigas anoche ––- le digo como si nada y ruedo los ojos.

---¡Que Ascó! Tu hermano es un cerdo –-- dice Paola.

--– No importa ya saben como es el... y hoy iremos a comprar tu celular–-- le digo a Paola para cambiar el tema.

--- Si querida, además hoy son las pruebas de atletismo somos las mejores así que lleguen puntual. -- -- - dice Paola mientras nos bajamos del auto ya que hemos llegado.

       Paola siempre ha sido la mejor de las tres en atletismo, pero igual me encanta,  cada una tiene su especialidad así como Pao el atletismo, para Ross el dibujo y para mi la música.

       Pero las tres hacemos las tres cosas es nuestra manera de estar conectadas.

        Entramos saludamos a todos como siempre y nos dirigimos a nuestras clases.

       Todo el día pasa sin contratiempos, aparte de que en la clase biologia habían unos chicos que se liaron a golpes por una fotos o algo asi,  pero ya hasta la hora del almuerzo cuando nos reunimos y entramos juntas a la cafetería.

      Ya estamos acostumbradas a que nos miren, ya sea porque siempre estamos juntas, porque destacamos en lo que hacemos o por envidia da igual. Pasamos,  escogemos nuestra comida y vamos a nuestra mesa.

       Hablamos de tonterías como maquillaje, ropa,  quién será el próximo presidente y por supuesto a quien llevar al baile dado que es el último año.

       Veo a los chicos  llegar,   Máx pasa directo a donde Paola y le da un beso en los labios.

---Te extrañe––- dicen los dos al unísono.

---Awwwwww--- decimos Ross y yo, por lo que nos vemos y reímos cómplices.

     Ya que Max se sentó al lado de Pao sus amigos hacen lo mismo.

---Hola, ¿qué tal chicas?–- dice Aaron con cara de galán.

---Todo bien-- dice Ross cortante. 

--- Tranquila solo trato de ser amable--dice Aaron subiendo las manos en señal de rendición.

       Y ahí es cuando dejo de prestarle atención para fijarme en esos ojos miel que me miran, por alguna razón no puedo despegar la mirada.

--- Estas muy callada–-- dice Sebastián sin despegar su mirada.

---No tengo nada que decir–-- Subo y bajo  los hombros para restarle importancia al asunto.

---No lo creo de una chica tan ingeniosa como tú–-- me dice mientras sonríe.

       Me encanta cuando sonríe.

--–¿Te parezco ingeniosa?-–- le preguntó y sonrió

---Sí y también me parece que tu sonrisa es la más hermosa que he visto–- ¡Que bello! Ya reacciona, respira profundo y actúa normal.

--–Entonces no sales mucho de tu casa–- le digo y levanto mi ceja, muerdo mi labio inferior  para no soltar una carcajada por la expresión de su rostro.

---Podría recorrer todo el mundo y no encontraría una igual a la tuya–- dice y no encuentro burla en su voz, sino ternura en su rostro.

--– Eso le debes decir a todas–-- le digo para ver qué responde.

--- No, solo te lo he dicho a ti y no me cansaría de decirtelo–-- y no lo puedo evitar,  sonrió y se que debo estar como un tomate, ¡por Dios! ¿quién es este chico? y ¿porque me pone así?

--- Creo que ya debo irme–- le digo mientras me voy colocando de pie.

---¿Por qué? todavía no ha sonado la campana.

--–Prueba de atletismo.--- recojo mis cosas para botar lo sobrante.