Capítulo 9
Todos prestaban atención mientras la madre de Sebastián contaba leyendas sobre los grandes lobos que cuidaban de las aldeas.
Es una historia muy bonita, me encanta escuchar su voz melodiosa que te transporta a la leyenda.
Me encanta estar así, la fogata, la sensación de la familia, el estar en los brazos de Sebastian.
-– Hace mucho tiempo, el caciques Capuana y su esposa Yuno deseaban con todo su corazón poder tener un hijo, pero por más que lo intentaban no podían.
Yuno veía la tristeza de su compañero y se sentía que no lo merecía porque no podía darle lo que más deseaba, un hijo.
Una noche los ancianos de la tribu le contaron a Yuno los poderes de la luna, que ella podía dar vida y que era muy poderosa.
Yuno creyendo en el poder de la luna por lo que lleno un tarro con agua de la cascada Mucubay , oro a la Diosa Madre Luna para que como ella le concediera el poder ser madre y le dijo que a cambio su hijo también sería suyo.
Mientras la luna iluminaba la noche tomó el agua del lago, y visitó esa noche a su compañero.
Al pasar los meses Yuno dio a luz un hermoso bebé al cual colocaron Isaac, este bebé creció, fuerte, hermoso, inteligente, por lo cual el caciques y Yuno estaban muy felices.
Un día cuando el niño tenía 16 atacaron su aldea, eran hombres que querían sus tierras, su padre no estaba ya que había ido a cazar, los cara pálida empezaron a matar a los hombre, violar las mujeres, y quemar su aldea.
Isaac al ver todo el horror que causaban , se llenó de ira y empezó a sentir como un gran calor lo invadía, pero no le prestó atención sino que corrió hacia los agresores para defender su aldea.
Sólo que ya no corría en sus dos pies sino en cuatro grandes patas.
El convertido en lobo protegió su aldea y sus habitantes, convirtiéndose así en el primer Alpha.
Cuando Capuana llegó, le dio gracias a la luna por cuidar su aldea pero su sorpresa fue grande al ver que su hijo era un gran lobo, pensando que era un monstruo lo hecho de la aldea.
Pero los jóvenes que conocían a Isaac decidieron seguirlo y la sorpresa fue más grande a partir de los años al ver que no solo su hijo cambio, sino todos aquellos que fueron ofrecidos a la Diosa luna.
El cacique Capuana decidió buscar a su hijo al cual encontró y no estaba sólo la luna le había dado su mate una compañera como Isaac era un Alpha de todos los que lo habían seguido su mate paso hacer su luna y todos juntos una manada.––
Termino de relatar la madre de Sebastián.
Así contó otras historias pero esa fue la que llamó más mi atención, seguí escuchando hasta quedarme dormida.
---Mi luna..despierta.--abro los ojos para encontrarme con los ojos miel más hermosos que he visto.
---Hola-- le digo y no puedo evitar sonreír.
---Hola bella Durmiente, es hora de irnos-- me dice mientras posa un beso en mi frente.
Me levanto y junto a Sebastián me despido de todos, hasta que llegamos a su madre.
---Ella es mi luna Elena-- dice orgulloso a su madre.
---Acerca te pequeña-- me dice y extiende su mano.
Miró primero a Sebastián el cual asiente a mi pregunta no formulada, obedezco y le hago caso, me acerco.
Ella sujeta mi mano fuerte, y mira fijamente mis ojos, después me da un gran abrazo el cual corresponde, se sentía como abrazar a mi madre, era muy especial.
Cuando nos separamos me suelta, por lo que vuelvo al lado de Sebastián ella lo mira fijamente.
---Cuida la.-- es todo lo que dice pero me asusto lo dijo tan seria.
Sebastián me lleva hasta la camioneta, y partimos a casa de Paola.
--- Sebastian, ¿ustedes creen en esas leyenda? –-preguntó para aligerar la atención.
---Claro Lena, crecimos con ellas has visto los lobos, porque no creeriamos-- dice mientras conduce.
---¿Porque todos me dicen luna? –- preguntó no quiero que se sienta ofendido.
----Porque eres mi luna-- dice como si yo fuera el centro de su universo.
Aprieta mi mano fuerte y se la lleva a la boca para darle un beso.
Me encanta que haga eso me hace sentir tan especial, pero no puedo evitar darme cuenta que está tenso pero decido no preguntar.
Llegamos y bajo de la camioneta, él hace lo mismo y camina conmigo hasta la puerta.
---Me divertí, gracias -- le digo, él me sonríe pero sigue tenso.
El mira sus zapatos como si en cualquier momento fueran a transformarse o atacar.