Al ir hacia el dormitorio, mi enojo iba potenciándose en gran medida, Cameron me seguía en silencio.
-Entra.
Dije cortante, al ver que se encontraba parado en la puerta.
-No me parece correcto que dejemos a tú madre sola en la sala Emm, lo que tengas que decirme seguro puede esperar.
-Lo que no me parece correcto es que no escuches lo que tengo que decir, Marta puede esperar todo el tiempo del mundo, me tiene sin cuidado.
-Estas algo alterada, no quiero que digas algo de lo que después te arrepientas.
Me reí sin gracia alguna, Ángel se había dormido en mis brazos, con cuidado la recosté en mi cama, acomodé las almohadas alrededor, para su seguridad, mientras media las palabras que diría a continuación.
-Tan poco me conoces, como para no saber que algo esta mal conmigo, nunca diría algo sin haberlo pensado antes, si te pedí hablar fue porque estoy segura de lo que siento.
-Te conozco, se que en el fondo me amas, pero ahora solo estas confundida, Deimon es el culpable de todo esto, si él no hubiese aparecido…
-No puedes culparlo por mis sentimientos, él no me obligo a amarlo.
-¿Cómo puedes decir que lo amas, después de todo lo que has sufrido por él? ¿Acaso no te abandonó y se fue dejándote a tú suerte.
-No puedo responder a la primera pregunta, ya que ni yo misma se porque sigo amándolo como lo hago, simplemente no es algo que pueda manejar, no es un chip que cambias cuando quieres… y sí, se fue, todos nos equivocamos Cam, pero el amor te da la capacidad de perdonar, se que es egoísta, pero nunca seriamos felices juntos, no puedo amarte como te mereces.
-Me alcanza con que permanezcas a mí lado, yo te amare por ambos, sabes que él no te conviene.
-No te conformes nunca con algo así, si tratas de llenarme sin obtener nada a cambio llegara un momento en el que te quedaras vació, no serás feliz nunca de esa manera, no debes conformarte con cosas a medias, la vida es todo o nada Cameron.
Sentí que Marta hablaba con alguien, cuando me disponía a ir a ver que sucedía, Cameron tomó mi brazo obligándome a permanecer junto a él.
-No puedes cambiarme por tan poca cosa Emma, no es nadie en comparación conmigo.
-No termino contigo por él, simplemente el volver a verlo me ayudo a entender que no me conformaré tan fácilmente, él es el amor de mi vida Cameron, te cueste aceptarlo o no, es algo que no puedo ni quiero cambiar.
Me zafé de su agarre, para salir de la habitación, no sin antes agregar.
-Lo lamento Cameron, pero esto se termina aquí.
Cuando fui a la sala, pude sentir el ruido inconfundible de la moto de Daimon, me acerqué a la ventana, para comprobar que era él quien salía a gran velocidad, sin siquiera mirar a mi Madre tomé mi celular para marcar su número, no quería preguntar que había sucedido, tenía un mal presentimiento, conociendo a mí progenitora como la conozco, sabía que nada bueno había salido de su encuentro.
Cameron pasó por mi lado y se encerró en su habitación, dando un portazo, creo yo que a empacar.
-¿Qué sucedió Emma? No me digas que has discutido con Cameron por el chiquillo aquel, espero que no cometas semejante estupidez.
-Yo espero que en verdad dejes de meterte en mi vida, he sido muy paciente contigo, creo que en el fondo tenía la esperanza que algún día te dieras cuenta de lo miserable que es tu vida… y decidieras cambiar, pero creo que ese día nunca llegara.
-Pero que estas diciendo, eres lo que eres hoy en día gracias a mí, no serias nadie si no fuese por mí, ese idiota lo único que consigue es que sigas arruinando tu vida, ni siquiera te quiere lo suficiente como para pelear por ti, acéptalo de una vez, eres solo una niña que no sabe nada de la vida.
No sé en que momento Cameron había aparecido al lado de m madre, pero se sumó a la conversación sin más.
-Tú madre tiene razón Emma, estas cometiendo el peor error de tu vida, cuando te des cuenta de ello, quizás ya sea tarde y yo no este para ti en ese momento.
-A ti nadie te dio vela en este entierro Cameron, ya dije todo lo que tenía que decir.
-Eres una inconsciente, ni siquiera te importa tu hija, ¿qué futuro puede darte alguien tan inestable como aquel chico?
-Me han artado, ¡los quiero ha ambos fuera de mi casa y de mi vida, en este instante!
Me encontraba verdaderamente enojada, ya no podía soportar un minuto más.
Las caras de asombro de los dos individuos delante de mí eran inimaginables, si no me encontrara tan furiosa, en otro momento me hubiese reído de la imagen frente a mí.
Creí que con un poco de orgullo se marcharían sin decir nada más, pero mirándome a los ojos Marta habló, fría y distante como siempre.
-Te arrepentirás de esto, solo no vengas a decir que no te lo advertí.
Sin esperar siquiera a que desaparecieran por la puerta, llamé a Titi, necesitaba que viniera a cuidar a Ángel, debía de ver a Daimon lo antes posible.