Me desperté con el sonido del celular, resonando en la habitación, a mi lado Emma descansaba enredada completamente entre las sabanas, me quede un minuto observando su rostro, acariciando su piel, pero el ruido del odioso teléfono me obligó a levantarme rápidamente, antes de que mi bella durmiente despertara.
Respondí sin ver de quien se trataba, la voz de Lucas del otro lado de la línea me saludo al instante, se escuchaba preocupado, lo que me llevo a deducir que había problemas.
-Hermano, la prensa esta como loca.
Declaró mientras me contaba en detalle, las noticias que hoy encabezaban los periódicos.
Debía de dar una nota de prensa, la gente se encontraba desesperada por saber más sobre mi vida privada, la aparición de Emma y la de Ángel había causado mucha controversia.
Se rumoreaban demasiadas cosas, ideas erróneas, suposiciones absurdas sobre sus intenciones y sentimientos hacia mí, las personas podían ser muy intolerantes cuando lo pretendían, ¿Qué Emma había querido retenerme con una hija? ¡¡Si prácticamente fui yo quien utilizo aquel detalle para volver a acercarme a ella, rogando que me diera otra oportunidad!!
Sabía que eran buitres al asecho para generar un buen escándalo, sin importar salpicar con estiércol a quien sea con tal de un buen titular.
Pero no permitiría que dañaran a mi familia en el camino, las protegería con mi vida, no dejaría que nada ni nadie las hiriera.
Salí hecho una furia del dormitorio, pero al ver a mi pequeña dormir tan plácidamente, mi malestar se esfumó, le preparé su biberón y antes de marcharme la recosté junto a Emma, para que ambas descansaran un poco más.
Saber que ellas me esperarían en casa, me daba un motivo único para querer regresar con ansias a mi hogar.
Antes de su llegada aquí, todo se sentía vacío, era increíble como con su sola presencia cambiaban hasta el sabor de la comida que ingería, nada se sentía igual cuando lo compartía con ellas.
Al ir hacia el edificio en el que se encontraba nuestra oficina, donde teníamos un equipo completo de gente trabajando en mi imagen, otra llamada llegó, creyendo que nuevamente era Lucas atendí sin mirar.
-Estoy llegando.
-Oh cariño que alegría ¿vienes a verme? Hace mucho que no se nada de ti.
No podía ser cierto, era Alexia, una de las mujeres con las que había mantenido algún que otro encuentro a lo largo de estos años, lejos de Emma. Pellizqué el puente de mi nariz, mientras ella seguía hablando.
-Me he enterado que llegaste aquí con bastante equipaje, no puedo creer que ahora que eres famoso aquella fulana quiera hacerte creer que esa chiquilla es tuya por dios, a lo que llega el desespero de las personas…
Corté sin siquiera contestar absolutamente nada. La ira que sentía iba creciendo tanto, que temí no poder controlarme, si alguien nuevamente se atrevía a hablar siquiera del tema no respondería de mí.
Llegué hecho una furia al lugar, pero lo que no esperaba era que el imbécil de Teo, abriera su gran bocotá para tocarme los cojones.
Él era un integrante del equipo de mecánicos que se encargaban de mi moto, aunque era muy bueno en su trabajo, razón por la cual lo seguía conservando como empleado, era un idiota en cualquier otro ámbito.
-Oh amigo ahora si que te han amarrado bien!
Dijo riendo mientras palmeaba mi hombro, cuando Lucas salió a mi encuentro, ya era demasiado tarde.
Tomé la muñeca de Teo y la retorcí, le hice una llave llevándolo al piso con el peso de mi cuerpo presionando su brazo en una posición extremadamente dolorosa.
-No vuelvas a insinuar alguna otra estupidez, porque no creo que conserves todos tus dientes, estas despedido a partir de ahora, no quiero ver tu rostro por aquí de nuevo.
Dije furioso, mientras Lucas me alejaba del chico que gritaba e insultaba, escuché que me demandaría y no se que otra mierda, pero podía importarme bien poco, debía de agradecerme que no había desfigurado su rostro o quebrado algún hueso.
-¿En que estabas pensando Daimon? No es la forma de enfrentar las cosas, que crees que pensara Emma al enterarse de esto, le quieres demostrar que has cambiado y a la primera oportunidad la lías con alguien violentamente, no es bueno para tu imagen un escándalo así, debemos de solucionar y silenciar las habladurías de manera inteligente.
-Tú no entiendes, las cosas que dicen de ella me enferman, es la persona más increíble de este planeta, la bondad que hay en ella es incomparable, pero la gente se empeña en ensuciarla sin conocerla o siquiera averiguar algo antes.
-Este medio es así, se alimentan de esto, pero legalmente ya estoy ejecutando a todos los canales, periódicos o revistas que se atrevieron a divulgar información falsa ensuciando la imagen de Emma y la tuya, la demanda será enorme…
Lo corté antes de que siquiera hablando.
-Me importa una mierda el dinero Lucas…
Esta vez fue él quien me calló.
-Lo sé, pero es la única forma en que podemos presionarles, a estas compañías solo les importa el dinero que pueden perder, les pediré que quiten toda información y desmentiremos los rumores con un comunicado de prensa, que redactaremos junto con el equipo de publicidad y derecho.
Como siempre, él tenía razón en todo lo que decía, me sentí tonto por dejarme llevar y reaccionar de esta forma, pero cuando se trataba de Cherry no podía pensar con claridad, los sentimientos que tenía por ella eran tan profundos e intensos que nublaban mi juicio.
Había algo que quería hacer, precisaría de la ayuda de Lucas y de mi equipo, pero necesitaba que todo saliera perfecto, daría ese comunicado de prensa y sorprendería a más de uno en el proceso.
Le escribí un rápido mensaje a Emma para saber si se encontraba en la casa, al recibir una respuesta afirmativa me dirigí a la florería más cercana y ordene que enviaran varios ramos de flores, todos formados por una clase de flor distinta, sabía la pasión que Emma tenía por esto, aunque mi anterior promesa realizada con una de ellas no dejo un buen recuerdo, me encargaría de borrarlo y sustituirlo por uno inolvidable.