CORREDOR ESTRELLA

La carrera llegó a su fin, Daimon logró conseguir el segundo puesto.

Me sentía orgullosa de él, su sonrisa relajaba sus facciones haciéndolo lucir endemoniadamente sexy, se podía notar a kilómetros que esto era lo que llenaba su corazón.

Después que el espectáculo terminó, nos dirigimos a un lugar apartado del tumulto de gente, que esperaba poder obtener un autógrafo o una foto con los corredores.

Me acerqué a Daimon quién nos esperaba con los brazos abiertos, para envolvernos en ellos.

Ángel gritó de alegría y se lanzó a los brazos de su padre.

-Ya podemos irnos, si quieres podemos ir a cenar para festejar…

No lo dejé terminar de hablar.

-Ya!!? Tenia la esperanza de poder conseguir el autógrafo del corredor estrella.

El rostro de Daimon se volvió serio, frunció el ceño y me observó por unos segundos.

-Eh… bueno… claro que puedes, lo conseguiré para ti, es un buen corredor, se merecía quedar en primer puesto… pero pronto lograré ganarle, ya lo veras.

Sus ojos se apagaron y su mirada se desvió al suelo, se veía tan tierno y adorable, parecía a punto de hacer un puchero.

-También quisiera una foto con él…

-Oh claro, emmm este… yo…

-Y que firmara mi piel…

Dije señalando sobre mi pecho de forma coqueta, con una sonrisa.

Su mandíbula se tensó y su mirada evaluó mi rostro, estaba a punto de contestar cuando tomé un marcador que guardaba en mi bolsillo, se lo tendí y le sonreí.

-¿Podrías darme tu autógrafo y tomarte una foto con nosotras?

Sus ojos se abrieron con sorpresa.

-Yo creí…creí que tú querías…

-Un autógrafo y una foto con el corredor estrella.

 Terminé de hablar por él.

Cuando sus ojos conectaron con los míos, no pude evitar besar sus labios.

-Nunca dije, con quien terminó en primer puesto…así salgas en último lugar, para mi siempre serás mi corredor estrella.

Una gran sonrisa se formó en sus labios, y me besó con amor.

Tomó el marcador de entre mis dedos y observándome fijamente preguntó.

-¿Dónde querías el autógrafo?

-Aquí…

Señalé nuevamente el lugar sin despegar mis ojos de los suyos, ambos nos sonreíamos como tontos.

Se acerco y comenzó a garabatear sobre mi piel.

“Con amor de Tu Ángel Caído … DS”

Ángel le quitó el marcador y trazó una línea sobre mi piel, haciendo que riéramos aún más fuerte.

Tomamos una foto de los tres, antes de comenzar a caminar.

-Ven quiero presentarles a alguien.

Tomó mi mano y entrelazo sus dedos con los míos, nos guio entre algunas personas que recorrían el lugar, saludó en el camino a varios de ellos sin detenerse o tomarse mucho tiempo.

Se detuvo frente a la moto en la que había corrido, reí por lo bajo por su entusiasmo y su forma infantil de tratar a su motocicleta.

-Ella es mi bebé…

Dijo señalando a la moto.

-Cariño… ellas son las mujeres de mi vida…

Nos observo con una gran sonrisa, señalándonos esta vez a nosotras.

Me acerqué al vehículo de dos ruedas, toqué el motor con suavidad.

Desde la muerte de Bruno, no me he acercado a una moto a menos de un metro de distancia, pese a que de pequeña mi hermano me había contagiado sus gustos y su amor por ellas.

-Es un placer bebé… cuida mucho a nuestro hombre por favor.

Dije hablándole cerca mientras palmeaba el motor.

Ángel se subió al asiento y le pidió a su padre que la encendiera.

 Contra mis nervios y ansiedad, me alejé de ellos y le di el sí, a su suplica con la mirada.

-Gracias amor, no sabes lo que he esperado por este momento.

Dijo antes de salir despacio con su hija en la moto, dio una pequeña vuelta en el lugar bajo mi atenta mirada, al terminar se acercó a mí, colocó su brazo en mis hombros, besó mi mejilla y me susurró un te amo al oído.

Cuando llegamos a casa, aquella noche después de la increíble cena, comencé a preparar un plan para darle la gran noticia.

A la mañana siguiente, me fui a la tienda junto a Ángel, compramos algunas cosas necesarias, para llevar a cabo la idea que tenía en mente y nos fuimos directamente a casa.