Cresendia

7. Desalada

Corro hasta llegar al prado en el cual encontré la ultima vez a Chris, quizá allá utilizado el mismo método que la vez anterior. Después de todo dijo que nos veríamos pronto y han pasado varios días después de eso.
-Oye Chris- digo mirando a todos los lados- no tienes que secuestrar a Meize siempre para verme.- me adentro un poco más en el prado hasta llegar a los árboles por los cuales se fue mi hermano. La noche tiene un poco de niebla, apenas si se puede ver cinco metros levante de ti.- Chris puedes salir, y me esta dando un poco de miedo- y era cierto, las piernas me temblaban un poco por el frío, pero más por el miedo- recuerdo que me hacías esto de pequeña, jugabas a que no me escuchabas y luego intentabas asustarme.
Creo que me equivoqué, mi corazonada sólo fue eso, una corazonada. Giro sobre mis talones y me dispongo a irme, pero la niebla hace que el camino sea algo confuso. Giro un par de veces pero solo me doy la impresión de que estoy caminando en círculos. Genial, ahora somos dos personas perdidas. Me siento como en un laberinto son salida, que solo te mantiene dando vueltas y vueltas. Luego de unos minutos veo un poco de luz, parece provenir de un campamento. ¿Cuánto me he alejado del Borde? 
Me acerco lo suficiente para poder observar si es seguro. La niebla no me deja observar bien, veo unos tres hombres, al parecer son Demor. Doy media vuelta para irme, si algo le enseñan a los Imponentes desde pequeños es a nunca estar cerca de un Demor, esos seres nos odian y no entiendo la razón. Doy unos cuatro pasas para irme cuando escucho un grito estremecedor, era un grito horrible, los pelos se me pusieron de punta, la garganta se me ceco, era una tortuna. Giro sobre mis talones y me acerco unos pasos hasta el campamento para ver quien fue la persona a la cual se le atribuye semejante alarido de dolor. Intento enfocar mis ojos y ver a través de la niebla, pero quisiera nunca haberlo hecho. La imagen que contemplo frente a mi es perturbadora. Hay un hombre de pie, entre sus dedos se encuentra algo que no logro ver bien, hay una chica tumbada en el suelo frente a él. La chica tenía la espalda bañada en sangre del lado derecho. Enfocó un poco mas y noto que el objeto misterioso en la mano del hombre es un ala. Un ala blanca inmaculada. Vuelvo a mirar a la chica, aun conservaba una de sus alas, veo sus ojos amarillos llorando del dolor. Mis piernas me fallan y caigo de rodillas al suelo. Llevo mis manos a la boca ahogando un alarido de dolor. Meize. ¿por qué? ¿por qué le hicieron esto? Ella no le ha hecho daño a nadie. Siento la primera lágrima salir de mis ojos. Quema. Una de mis mejores amigas esta pasando por uno de los peores dolores, nunca he perdido un ala, pero se como duele se rompa una, y Que de repente alguien te la arranque es insano. Tengo que buscar ayuda antes de que se ponga peor. Me pongo de pie mientras me dispongo a correr en busca de ayuda, cuando de repente me impacto con algo tosco, lo cual causa que caiga al suelo.
Sacudo la cabeza mientras logro enfocar lo que tengo en el frente.
-¿No te dijo tu mami que es de mala educación espiar?- el extraño me sujeta del moño y le alza en el aire. Joder duele- ¿a con que no quieres hablar? Bien, no necesito que hables.
Me lleva a rastras hasta el campamento, lo que me faltaba ahora las dos estamos perdidas. Me tira en el suelo e inhalo un poco de polvo al caer, lo cual me hace tocer. Alzo la vista y me encuentro con el hombre que le quito la ala a Meize, aun la tiene en la mano. Como pensaba es un Demor, su aspecto es horrible, su rostro parece que fue quemado recientemente, está rojo. Los ojos son totalmente negros, no hay ni una pizca de blanco en ellos. Y su aroma, una forma de identificarlos es por su peculiar aroma, siempre huelen como las rosas, el café o quizá una hoja de menta, eso depende del gusto de la persona. Es una forma de atraer a su presa. 
-Encontramos a ésta espiando a unos pocos metros- explica el que me ha tomado del pelo anteriormente.
Gio mi vista hasta Meize, ella me mira llorando. Cuanto quisiera poder correr y abrazarla, bueno nada pierdo con intentar. Me pongo de rodillas mientras respiro lento, intento ponerme de pies, pero una patada directo al estómago hace que vuelva a caer. 
-Ensuciaste mi vestido- digo mirando al hombre que anterior mente me estaba tirando del pelo. El ríe muy divertido por mi comentario.
-Perdón, creo que me falto un lugar.- vuelvo a sentir su pie impactar mi cuerto. Toso para recuperar el aire perdido, escupo un poco de sangre que ha salido de mi boca. Vuelvo a ponerme de rodillas en el suelo, solo quiero poder distraerlos conmigo para que dejen de hacerle daño a Meize, ella es mas que una amiga para mi y me duele que le hagan daño. Respiro hondo, tengo que estar perdiendo la cabeza, pero haría y daría cualquier cosa por mis amigas. 
Empiezo a reír con toda la fuerza que mis pulmones me permiten. Miro a Meize una vez más, se que no entiende bien mi plan. Articulo con la boca un "huye" creo que lo entendió porque asiente con la cabeza muy levemente y yo vuelvo a reír. 
-¿Qué te da tanta risa?-dice el hombre de cara quemada.
-Que el patea como mi abuela muerta... no, espera, mi abuela patea mejor.
-¿Y eso te parece chistoso?- el hombre se gira hasta mi. Perfecto lo que quería. 
-Es solo que, si vas a tener un pateado por lo menos corroborate de que sepa patear. -Meize logra ponerse de pie y camina un poco despacio, los tres hombres parecen muy entretenidos conmigo como para darse cuenta- No se deberías dejar que te de en las pelota y dependiendo de que tanto te duela lo contratas.
El hombre cara quemada chasquea sus dedos y siento otra patada, esta vez en el pecho. Joder eso dolió. Toso mucha para poder recuperarme.
-¿Mejor?- pregunta el hombre de la patada. Yo solo lo miro con toda la rabia que pueden destilar mis ojos en ese momento.
-Jeff- dice un hombre que no había visto llamando nuestras atenciones.- Encontré a ésta intentando escapar mientras se distraía- saca la mano detrás de su espalda y esta sujetando a Meize por el pelo, ella se queja aunque sin ganas.
-Con que una traidora. Bien entonces hay que quitarle la otra ala, a ver si le quedan ganas de volar.
-¡NO!-grito arrastrando la vocal. Me pongo de pie y corro hasta quedar en frente de Meize- a esta la tocas sobre mi cadáver.
-Bien. Mataré a tu amiga primero y después a ti para que sepas que no debes desafiarme.- el cara quemada vuelve a chasquear los dedos y dos hombres me sujetan de los brazos apartándome que Mei. 
-Sueltenme, ¡Mei!- grito y me muevo pero es inútil, no soy tan fuerte. 
-Ésto es lo que pasa cuando me subestiman- dice Jeff y posa sus manos en la ala izquierda de Meize.
-¡No!- grito mientras veo como arrancan el ala sobrante del cuerpo de mi amiga, luego el hombre introduce algo extraño a su cuerpo, es un trozo de metal bien afilado. Meize alza sus ojos para verme y veo como el brillo de su mirada se apaga, veo como la alegría la abandona, veo a Meize morir.
 



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En el texto hay: poderes, alas, hermanos con poderes

Editado: 28.08.2018

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