Cresendia

15 - Julie

Mi hermano y yo caminamos por el prado, el lugar es muy familiar, como si lo hubiese visto en un sueño. O tal vez en la vida real. Era hermoso, hay árboles de roble y pino al rededor de un gran claro, y en el centro del claro hay un enorme árbol de roble, estamos caminando en dirección a ese árbol. Al lado hay un montículo de tierra con un cartel encima del mismo. Cuando estoy lo suficientemente cerca puedo leer las palabras "Julie, la amada
Miré a mi hermano, pero sus ojos están fijos en lo que parece una tumba. Entonces entiendo lo que tengo en frente.

-¿Cómo murió?-digo mientras me arrodillo frente a la tumba.

-No lo sé, no puedo recordar. Cuando ella murió estábamos ahí, pero no recuerdo como pasó.- dice mi hermano mientras se acerca a mi, también se arrodilla y pasa la palma de su mano con el escrito.

-¿Recuerdas como era?- digo ansiosa, por saber.

-Mamá era muy dulce, nos amaba, aunque siempre pensé que eras su favorita. Nos traía a este claro para jugar. Era alta, y sus ojos eran verdes creo.

Miro a mi alrededor, me siento espiada, acosada. Miro a lo lejos y veo la misma sombra que me ha perseguido desde el principio. Tocó el hombro de mi hermano y señale a la sombra, ésta se esta acercando hasta nuestro lugar. Mi hermano posa su mano derecha en mi hombro para tranquilizarme ¿Cómo puede estar tan tranquilo cuando "eso" se acerca hasta nosotros? La sombra empieza a condensarce mientras forma un cuerpo.

-¿Por qué tanto misterio Ksur?- dice mi hermano y lo miro confundida. Me giro hasta la sobra a la cual ya se le puede mirar la cara, y en efecto era Ksur.

-¡Eres un maldito!- grito mientras me abalanzo sobre Ksur para golpear su pecho, pero vuelve a transformarse en sombra y yo voy directo al piso.

Mi cara se estampa contra el suelo en un golpe seco. Pongo mis manos a ambos lados de mi cuerpo y me pongo de pies, mi hermano parece divertido con la situación.

-¿Tú me estabas persiguiendo todo este tiempo?- digo apuntando a Ksur quien me mira con cara seria.

-Tranquila, solo seguí órdenes de tu hermano.- su voz es tan ronca y sensual. ¿Qué estás pensando Cresendia?

-¡Eres un acosador!- le grito, aunque la situación me da risa.

-Calmate, solo lo hice por seguridad.- dice y luego me da la espalda para mirar a mi hermano, el cual se esta riendo de nosotros.

Él camina hasta llegar con mi hermano. Me siento en el claro y miré a los árboles. Varias aves surcan los cielos y yo miro mis alas. Yo quiero volver a volar, quiero volver a sentirme libre.

Me pongo a pies y cierro los ojos, siento la brisa golpear mi cara, he intento sentir algo más, pero nada. No puedo sentir lo mismo que aquel día en el que me arrebataron a Meize, siento el coraje del momento correr por mis venas y me doy cuenta de que no he tenido tiempo para llorar a Meize, no como me gustaría. Si lloré cuando tuve momento a solas, y lloré más cuando no pude ir a su funeral, pero aun siento que tengo lágrimas por derramar, ella era parte de mi, una parte que jamás volverá, la quiero como mi hermana menor y saber que nunca volverá duele. Doy un pisotón al suelo y un pedazo de roca emerge del mismo unos 2 metros para volver a caer a su lugar.

No se cuando apareció o de donde, pero siento los brazos de mi hermano abrazándome desde la espalda en el momento justo en el que iba a caer en llanto a suelo. Empiezo a llorar. Lloro por todo lo que no me he dado el lujo de llorar. Lloro por Meize, por su muerte y no porque no pude hacer nada para evitarla. Lloro por mis falsos padres, y el engaño en el cual he vivido. Lloro por Aztri, porque no puedo consolar su dolor, y por causarle más al no estar a su lado. Lloro por mamá, por haberla olvidado. Y sobre todo lloro por mi, por no poder controlar mis habilidades, sentir esta desesperación y vacio. Me suelto de su agarre para mirarlo, retiro algunas lágrimas de mi cara cuando el llanto sesa.

-¿Y ahora qué?- pregunto queriendo saber que pasará con nuestras vidas, yo sin Meize, sin casa ni nada.

-Sólo queda esperar, ver que suscede.-dice mi hermano retirando un mechón de pelo de mi rostro.

-Es un plan horrible Chris- digo frunciendo el ceño.

-Hay un lugar donde podemos ir- dice llevando su dedo índice a la barbilla.

-¿Dónde? -pregunto mirando con curiosidad a mi hermano.

-Nuestra madre solía llevarnos a una cueva, escondida en alguna parte de este claro, logre recordar el claro pero no puedo recordar más allá de eso, mis recuerdos están bloqueados.

-¡Oh! Que esperanza- digo y una lágrima rueda por mi mejilla derecha. Siento mis mejillas adoloridas, casi ardiendo.

-Tranquila mounstrico, ya, no llores- de repente algo se enciende dentro de mí. Mi corazón empieza a latir con fuerza, la respiración se le corta y lo veo. Veo a una niño Christopher corriendo por este valle, mientras yo lo persigo.

-¿Cómo me llamaste?- digo sin quitar la vista del niño Chris que ahora me mira invitándome a seguirle.

-Así te decía cuando éramos niños... bueno, al menos eso recuerdo- me pongo de pies y camino hacia el niño que empieza a adentrarse en el bosque- ¿Cressi?

Escucho la voz de mi hermano a mis espaldas pero no entiendo lo que dice, me concentré tanto en el niño que no me doy cuenta cuando empiezo a correr detrás de él.



#21046 en Fantasía
#8636 en Personajes sobrenaturales
#4431 en Magia

En el texto hay: poderes, alas, hermanos con poderes

Editado: 28.08.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.