Cresendia

19- Meitri

Mi cabeza empieza a pensar con velocidad, apesar del dolor se que algo anda mal. No pueden haber dos Aztri, la chica de la ventada se acaba de ir, no está. Siento que el mundo me da vueltas. Ahora entiendo las palabras de Dante, no todo es lo que parece, él no hablaba de mi hermano, hablaba de ésta mujer, ésta impostora. Tengo que volver con Christopher. Pero no recuerdo como llegar a aquel prado.

-Oye Aztri- le digo a la mujer que se encuentra a mi lado. Si es cierto mi teoria, tengo que confirmarla.

-Si, dime- su voz es dulce y angelical, tal y como la de Aztri.

-¿Me quieres?- cuestioné.

-Claro que te quiero ¿como no te voy a querer?- confirmado, esta mujer no es Aztri, seguro es una de esas de las que mi hermano me advirtió, de las que juega con tu mente.

-¿Me das un abrazo? Luego te cuento todo- no puedo dejar que sospeche, tengo que encontrar la oportunidad perfecta.

La impostora se acerca a mi y me da un leve abrazo, da un pequeño suspiro y luego me invita a sentarme en uno de los bancos. Si esta mujer es una impostora quiere sacarme información, o aún peor, llevarme al lugar llamado Inframundo, tengo que persuadirla.

-¿y donde estuviste?- pregunta posando una mano en mi hombro. Aun tengo mareos y poca visibilidas.

-Pues tras la muerte de Meize busque refugio en el monte del olvido, ahí he pasado los días pero unos Demor peligrosos me encontraron, se que no puedes ir conmigo, pero me siento sola en ese lugar. Y si vuelvo a casa mami se enfadara- creo que exageré un poco con lo de "mami".

-Entiendo, creeme que entiendo. Si quieres pasare a verte, esta misma noche.

-Gracias, eres una buena amiga, ya debo irme.- digo poniéndome de pies como puedo. A lo lejos veo como una figura se acerca a mi, pero no logro divisar quien es.

La mujer impostora se pone de pies, bien, esta relajada, este es el momento perfecto.

-Aztri, una ultima cosa- digo y la mujer se pone frente de mi- No soy idiota- dicho esto golpeó su cara con mi pie derecho haciendo que caiga al piso.

Cuando logró recuperar el equilibrio empiezo a caminar lejos de ella. Lo más lejos que pueda. A medida que me voy alejando veo como mi vista mejora gradualmente y los mareos se disipan. Ya puedo correr, tengo estabilidad física. Escucho a alguien que corre a mis espaldas y giro sobre mis talones para ver quien es. Es Aztri, creo que mi Aztri.

El impacto fue inminente, choco contra mi con tal fuerza que de no ser por mi buen equilibrio ambas estaríamos en el suelo. La miro con ojos de duda mientras ella mi abraza con fuerza.

-Cuando eramos niñas hicimos un concurso de quien comiera la cosa más asquerosa y yo gane ¿que fue lo que comí que me hizo ganar?- ella me mira mientras henarca una ceja. Su risa me sorprende por un instante y cuando deja de reír responde.

-No fuiste tu la que ganó, fue Meitri, ella se comió mis mocos. Eso te ganó a ti que comiste tierra y a mi que me comí un gusano.- esta es mi Aztri, el hecho de que dijese Meitri lo confirma, la abrazo con fuerza y rápidamente la aparté de mi.

-Tenemos que irnos de aquí ¿tienes un escondite donde podamos hablar tranquilas?- cuestiono

-Sí, sigueme.

La sigo hasta llegar fuera del palacio, detrás del gran muro de piedra hay una especie de cueva, está bien oculta entre la maleza, casi inotable, es una cueva limpia, sin goteras en el techo, ni ningún otro detalle que la haga escalofriante, está muy linda. Aztri viera los ojos y una llama aparece latente en su mano, pero parece no quemarle. He visto hacer ese mismo truco a mi hermano, pero la diferencia es que ella no tiene que pronunciar ningún hechizo, simplemente aparece.

-¿Qué pasó Cressi?- hay tantas cosas que quisiera decirle, explicarle, pero aun no se si deba o no confiar.

Lo único que hago por instinto es abrazarla, abrazar a mi mejor amiga es lo único que me consuela en estos momentos.

-Me están buscando- digo apartándome de ella, tiene una mirada muy dulce.

-¿Quién Cressi?- dice con tono de preocupación.

-No lo sé, me quieren hacer daño por ser diferente.

-¡Oh mi linda Cressi!- dice como si le doliera lo que acabo de decir- Tranquila, conmigo estas a salvo.

-Perdón por dejarte sola, tras la muerte de Meize yo- no puede completar la frase. Iba a decir que simplemente huí.

-Yo pensé que tu también habías muerto.

-No te entiendo- de verdad no la entiendo ¿yo muerta?

-Acompañame, creo que tienes que verlo por ti misma.

Deja de invocar al fuego y quedamos a oscuras, salimos fuera de la cueva mientras diambulamos por algunas calles de la ciudad. Hasta llegar a mi casa.

La imagen que observé es simplemente desastrosa, mi casa, mi hogar. Esta vuelto cenizas, polvo. Nada.

-El día el que desapareciste, tu casa se quemó- empieza a explicar Aztri- según cuentan ni tú ni tu padre se salvaron. Solo tu mamá logró escapar. -empiezo a caminar en medio de las cenizas que alguna vez fueron mi casa- encontraron un cuerpo con alas en una cama y el cuerpo de un hombre quemado en la cocina. Me sentí muy mal, había perdido a mis dos mejores amigas el mismo día. Y no pude hacer nada. Cuando llegue el fuego ya estaba apagado. -llegue hasta mi cama, tiene la impresión de mis alas en ella, y una pluma gris encima.



#21046 en Fantasía
#8636 en Personajes sobrenaturales
#4431 en Magia

En el texto hay: poderes, alas, hermanos con poderes

Editado: 28.08.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.