Prólogo

El eco de una melodía sonó en la habitación dorada, el zorro gimió tranquilo —Mm... —Se encogió de hombros —Okey 

La melodía sonó más fuerte en la habitación, dándole la energía y movimiento al zorro de pelaje vinotinto, que bailaba con ojos cerrados y dejando ir sus brazos 

—"I come and I go" —Iniciando las líricas miró y apuntó hacia delante con una mirada amenazante —"Tell me all the ways you need m-" —Jugaba con sus brazos y cadera al ritmo de la canción —¡Ah! —Al las segundas líricas se dio la vuelta, pero una figura le dio un salto por el susto, retrayendo sus brazos 

La chica pequeña con carpeta en manos le miraba extrañada por el baile que hizo al frente de la puerta transparente 

El zorro quedó congelado por su pena, su mente pareció chasquear para llamar su atención, empezó a pensar algo que decir "Maldito Timing, empiezo a bailar y justo llega alguien a joder" —Eeeeh... ¿Qué haces aquí? 

La chica hizo una mueca de extrañeza —Esta es la cabina del capitán, soy una ingeniera... ¿Tú qué haces aquí? 

El zorro mostró una mueca de arrogancia, tomó aire y levantó sus brazos dejándose ver su uniforme verde militar y resaltando con estos la cabina con un cristal gigantesco donde se puede ver el gigantesco espacio multiversal con nébulas amarillentas, del color de la nave —Yo soy el Capitán Fox Yfp —La chica quedó boquiabierta 

—Pero eres un Fox... —La chica recordó las miles de advertencias que le decían sobre todas las variantes de los Fox —Y-Y parece que eres menor de edad —La chica mantenía un tono asustado, el zorro miró a un lado evitando enfrentar la razón en su comentario 

—Es que soy menor de edad... —Balbuceó un poco —Tengo dieciséis —La chica quedó aún más boquiabierta sintiendo como su cuerpo quería irse de sí por el pánico, la chica empezó a negar con la cabeza sintiendo el pánico llenarla 

—No, no, no, no, no, no, no, no —El zorro arrugó su cara extrañado —Sabía que un vuelo multiversal era mala idea, un Fox no puede estar a bordo, ¡tengo que bajar! —La chica se dio la vuelta y empezó a correr desesperada, el zorro dio un paso atrás extrañado de su actitud 

—Hey —Notó que empezó a correr en serio —¡Hey! —Le empezó a perseguir 

Mientras la chica corría notó cómo habían familias de llamas, mapaches rabiosos, zorros azules, gatos color abeja y lo más parecido a un Yoshi antropomórfico. Su mente empezó a rondar en arrepentimiento "Sabía que debía rechazar el ascenso, sabía que debía rechazar el trabajo, sabía que no debía salir de casa, sabía que no debía ni nacer, ¡¿cómo se me ocurre aceptar trabajar en viajes espaciales multiversales luego de que estos furros de otros universos invadieran mi universo, estoy loca o qué?!" Alcanzó a llegar a ver la entrada/salida de la nave espacial, su mirada se llenó de esperanza 

—Atención todos los pasajeros de este grandioso crucero vacacional al multiverso, por favor estar a dos metros alejados de las entradas y salidas de la nave, el despegue comenzará en breve —Y luego el pánico llenó su mirada, mientras todos empezaban a alejarse de las salidas/entradas, la de pequeña estatura empezó a correr a ellas, mientras el zorro podía ver como ella se ponía en peligro 

—¡Hey, chica! ¡No hagas eso o morirás! —La chica no parecía escucharle, el chico gruñó frustrado y miró a los lados buscando algo atento, su mirada se iluminó al ver una dona, se la quitó al chico reptil dándole un mordisco 

Cuando el reptil celeste notó que faltaba su dona frunció el ceño y volteó al zorro enfadado —¡Hey! 

El zorro que movía la cabeza cerrando sus ojos al techo disfrutando el manjar le regaló una sonrisa —Gracias —Inmediatamente su vista se posó al frente enseriándose, moviendo su brazo a atrás confundiendo la mirada del reptil y luego lanzando lejos la dona, boquiabierto quedó el reptil 

La chica que corría a la puerta que se cerraba podía sentir como su mente pensaba en la calma de escapar diciendo "Sí, sí, sí" a su mente 

Un mesero tejón que con una sonrisa de punta a punta entregaba copas de champagne pasaba cerca del camino de la chica risada, cuando el tejón volteó hacia donde la chica corría, una dona golpeó su cara haciéndole perder el equilibrio, dando dos pasos atrás; apenas sintió como las copas que llevaba en la bandeja estaban por caerse enfocó toda su atención en dar los pasos necesarios para no dejarlas caer y ser despedido 

La chica que enfocaba su visión en la puerta no pudo notar como el mesero se le atravesaba, y cuando su mente le mostró la imagen de ello dando uno pie a un lado para evitar al mesero, justamente la misma dona se encontraba en su camino, pisándola y haciéndole resbalar al pecho del mesero 

La chica al chocar su cuerpo se dirigió atrás, y el mesero hacia la misma, la chica pudo caer en sus brazos, y antes de que pudiera levantarse, la bandeja con champagne cayó en su cara cegándola unos segundos, y antes de poder pensar algo, el mesero cayó en su pecho lastimándola en sus senos, quedando privada unos segundos 

El mesero se avergonzó y rápidamente se levantó para intentar limpiarla y ayudarla, el zorro bajó su brazo en señal de victoria gritando —¡Sí! —Levantó la mirada —Evité un muerto —Mostró una sonrisa arrogante a los pasajeros que le miraban extrañados mientras caminaba hacia la chica, sintiendo cierta ansiedad por la desaprobación de los demás 

El reptil volvió a llamar su atención —¡Hey! —Le siguió para quejarse sobre su dona 

La chica que recobraba consciencia pudo ver como la puerta se terminaba de cerrar, volviendo a su cuerpo el pánico —No, no, no, no —A pocos segundos lo que parecía el pasillo de conexión hacia el aeropuerto espacial desapareció en un viaje luz, viéndose por todas las ventanas que volteó a ver como empezaron a despegar a segundos luz alejándose de su seguridad 

—Te quiero ver en mi oficina una hora antes de la fiesta de año nuevo —El zorro habló rápidamente al tejón, que sudó de temor, asistiendo y levantando su desastre; llegando a al lado de la chica estuvo a punto de decir algo, pero se detuvo en seco llegando a su mente una idea, el reptil llegó a segundo plano expresando sus quejas, el zorro solo escuchó balbuceó, ahí él cayó en cuenta de que no debería estar ahí, sudando un segundo —Mierda, el discurso de despegue tengo que darlo yo —Ahí él fue el que pegó la carrera a la cabina, mientras la chica daba vueltas en su propio eje negando la realidad