Criaturas: La Maldición

VIII

Alec

La luz del sol entró a mi habitación, podía escuchar a Mel regañando a Calev. Abrí mis ojos, la luz del sol entraba a mis ojos, me levanté de mi cama, observé el dibujo, cada que veo ese dibujo me hace recordar a Isla. Me dirigí hacía al baño para tomarme una ducha, luego de que terminé tomarme una ducha, bajé al comedor. Ahí estaba mi Madre, Emily, Calev y Mel. Me senté a un lado de Calev, mi plato ya estaba en la mesa. Mientras almorzaba, noté a Calev un poco distraído. Hablaré con Calev después que haigamos terminado el almuerzo. Terminé mi almuerzo, me dirigí directo hacía mi habitación, pero me encontré a Calev en el pasillo.

Alec-Hola hermano!-Dije, Calev sonrió débilmente.

Calev-Hola,-Dijo.-Irás a patrullar el pueblo el día de hoy?-Me preguntó.

Alec-No. Quiero hablar contigo seriamente-Le dije, la sonrisa de Calev se borro por completo.-Vamos hermano!-Entramos a mi habitación. Me senté en mi escritorio, Calev se sentó en mi cama.-Qué sucede? Algo sucedió entre tu y Alea?

Calev-Si...-Me respondió, tenía su mirada bajada.-Ayer, ella discutió conmigo y con Aida, dijo que por culpa de nosotros Isla esta muerta, por no averle dicho la verdad.-No quería hablar sobre ese tema, pero Alea tenía la razón, si yo hubiera dicho la verdad, nada de esto hubiera sucedido.-Debo de decirte algo Alec....Alea, bueno..um..ella abandonó la Manada. Se fue de su pueblo.

Alec-Qué?

Brayan

Estaba caminando, cuando de repente me encontré una libreta que estaba en el suelo. Tomé la libreta, me dirigí directo hacía el Pueblo Enchantress. Entré a un restaurante que era un poco elegante, pero ahí es dónde todas las criaturas se unen. La mesera tomó mi pedido, mientras esperaba mi pedido, decidí ver la libreta lo que contenía. Mientras revisaba cada pagina, llegué a una pagina que tenía una fotografía de Alec. Decidí leerlo.

-Es la Maldición de que todas las criaturas conocen!-

-Lo sé, pero por que tiene una fotografía de Alec?-

-Recuerda que la Maldición se dice que cada que un híbrido vive, la maldición asciende.-

-No solamente esta Alec, hay otros híbridos,-

-Exacto! Pero, no hay otro híbrido que nació por un Alpha...-

-Entonces, la maldición ascendió y que hace?-

-Causa accidentes inexplicables...Ahora ya sabes por que las criaturas están muriendo seguido.-Corté el link. La Mesera me trajo mi pedido, mientras comía, pensé mucho sobre esa Maldición, por que alguien querría una fotografía de Alec? Por que las notas? No entiendo, será mejor demostrarle esto antes de que algo malo suceda..

Amarok

Escuchaba los pájaros cantar, la luz del sol entraba a mi habitación, abrí mis ojos poco a poco, me acomode en mi cama, me sentía demasiado débil, traté en ponerme en pie, pero no tenía la fuerza. Luché con la poca fuerza que me quedaba para estar a pie. Finalmente logré estar en pie, me dirigí a mi baño para tomarme una ducha. Después que terminé en ducharme, bajé, me encontré a uno de mis hombres.

-Mi Señor, toda la manada lo estábamos contactando! Qué le sucedió?-Dijo.

Amarok-Durmieron a Horns, por lo cuál seré un humano por un buen tiempo.-Dije, mientras me dirigía a mi despacho, mi beta me seguía.-Alguna noticia?

-Si mi señor, han habido accidentes inexplicables mientras usted estaba inconsciente el día de ayer.-Dijo. Accidentes? En mi pueblo? Observaba al Beta como si me hubiera perdido la mitad de mi vida inconscientemente! Tomé una botella de vino y dos copas, le serví a mi beta y le di la copa.-Mi Señor, que haremos? Lo que esta sucediendo no tiene explicación!

Amarok-Ha vuelto...-Dije, el joven no entendía nada lo que acabe de decir.

-A que se refiere?-Me preguntó

Amarok-La Maldición Ascendió. El Híbrido se convirtió en Alpha, lo cuál nuestros ancestros han prohibido que un híbrido se convirtiera en Alpha. Uno de nuestros ancestros usó un hechizo, para todas las criaturas. Si, un híbrido nace y es heredero, la Maldición aparece y acabará con cada uno.-Bebí un poco de vino. El joven solo me observaba.-Asesinar a un Alpha híbrido, la maldición se detendrá.

-Pero...si no es la maldición?-Dijo. Volteé hacía su dirección, lo observé. El joven bajó la mirada y hizo una reverencia de disculpas.-Disculpa mi señor, fui grosero...-

Amarok-Descuida, no tienes por qué disculparte. De hecho tienes razón, y si en realidad no hay ninguna maldición, entonces hay alguien que esta provocando estos accidentes, no crees?-Le pregunté, el joven asintió.-Te encargarás de la manada, mientras que no esté.

-Mi Señor, a donde irá?-Me preguntó. Bebí mi vino, deje mi copa en mi escritorio, tomé las llaves de mi auto.

Amarok-Iré a dar unas visitas en algunas manadas.-Me retiré de mi despacho.




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