Vanessa y Ezra se encontraban tendidos en el suelo del comedor; minutos antes habían intentado salir pero los manteles los jalaron de nuevo al interior dejando a Iván en la otra habitación.
--- Vanessa ¿Te encuentras bien? --- Preguntó Ezra preocupado.
--- Si estoy bien. No sé qué está pasando en este lugar pero ya quiero salir de aquí. --- Contestó Vanessa con lágrimas en los ojos. --- Esperó que Sara y Sebastián se encuentren bien.
Ambos se levantaron. Ezra tomó a Vanessa por el hombro derecho y ambos caminaron de nuevo hasta la puerta. De pronto los cuadros de los barcos comenzaron a moverse y a producir un sonido como de tormenta.
--- ¡¿Estoy imaginando cosas o esos cuadros se están moviendo?! --- Preguntó Vanessa confundida.
--- No lo imaginas yo también los veo; nunca había visto algo parecido. --- Respondió Ezra asombrando mirando los cuadros fijamente.
Ezra y Vanessa observaron como el agua pintada en los cuadros comenzaba a salirse de los lienzos e inundaba la habitación.
---Tenemos que salir que aquí antes que esto se ponga peor. --- Dijo Ezra mientras empuñaba su arma y caminaba rápidamente hacia la puerta junto a Vanessa. Trató una vez más de abrir las puertas pero fue inútil, seguían trabadas. Ezra disparó a la cerradura pero no le hizo daño. El agua seguía subiendo de nivel sumergiendo por completo sus pies.
--- Intentemos, con la puerta de la cocina. --- Dijo Vanessa desplazándose rápidamente hacia el otro extremo del comedor. Al llegar la puerta también se encontraba trabada. --- Es imposible salir de aquí, ambas puertas están cerradas.
En ese momento ambos observaron como las mesas y las sillas comenzaban a flotar llegando hasta el techo de la habitación. De los cuadros no dejaba de brotar grandes cantidades de agua, llegando esta hasta la cintura de ambos.
Ezra miró fijamente su reflejo en el agua cuando este empezó a sonreírle, pronto observó como dos manos salían del agua y tomaban a Vanessa del cuello sumergiéndola por completo. Ezra trató de sujetarla pero ella había desaparecido. Trató de escapar pero sintió como dos manos lo jalaban también hacia el fondo.
El inspector Iván salió de la cocina, había malgastado sus balas y sus fuerzas en aquella puerta que daba hacia el comedor. Al salir al gran salón vio que el agente Brown aparecía en una de las salas, acompañado de la gente Lee y una joven con un vestido blanco ensangrentado.
--- ¡Inspector! --- Se aproximó el agente Brown. --- ¿Se encuentra usted bien?
--- Si estoy bien. Tiene que acompañarme de inmediato a la puerta del comedor, Vanessa y Ezra se encuentran en problemas.
--- ¡Vanessa! ¿Está aquí? --- Preguntó la joven asombrada.
--- Ella es Sara Laus, la joven que buscábamos inspector, amiga de la señorita De Witt. --- Expuso la agente Lee. --- La hallamos en la sala de música, un hombre enmascarado la tenía atada en el suelo; afortunadamente el agente Brown lo abatió, acertándole un disparo en el corazón.
--- Un placer señorita Laus. Soy el Inspector Iván De la Cruz. Su amiga la señorita de Witt está con nosotros, pero ahora ella y el detective Ezra se encuentran en problemas.
--- Este lugar es el infierno. --- Dijo la joven con lágrimas en los ojos. --- Todo acá es como una pesadilla.
--- Esta usted en lo cierto este lugar es una pesadilla. --- El inspector dirigiéndose al agente Brown le ordenó: --- Vamos a derribar las puertas del comedor. Usted agente Lee cuide de la señorita Sara en todo momento.
Ambos se dirigieron a las puertas y al girar los pomos esta se abrió de inmediato mostrando el interior. Iván no podía creer lo que está viendo, el comedor que minutos antes estaba desecho, se encontraba impecable como cuando entraron por primera vez. Los platos, cubiertos y copas estaban orden junto a las mesas. Los manteles estaban impecables y no había rastro de nada roto en el suelo.
--- ¡Esto es una maldita locura! --- Gritó el inspector.
Brown y Lee no comprendían la reacción del inspector y Sara solo observaba.
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Editado: 01.06.2020