-las introducciones, son omitibles en la mayoria de libros, algunas te dan consejos o previsiones de lo que te espera, vale la pena en casos contados ver que te depara el destino, la Academia Lehoff es enorme, el auditorio es de los lugares mas espaciosos, por lo que es multifuncional y te recuerda a una teatro lugubre y frio cuando empieza la función, al llegar, la multitud de estudiantes se dividen en grupos, algunos con emoción, otros con sueño, unos indiferentes y los nuevos, claramente ellos solo se dividen entre los que se adaptan y los que resisten al cambio, pero creo que estoy entre los olvidados- pensaba tan ensimismado Norman que tomo un asiento al azar mientras descubría las funciones de su "entrada" que en su caso era un brazalete que estaba casi incrustado en su muñeca, era delgado y ligero, casi inexistente, leía el manual, donde estaban sus usos y la maravilla de la personalización, algo que se notaba en todos los estudiantes de la academia.
Todas sus cosas, desde la ropa personalizada hasta las entradas y el seudónimo, eran distintos, lo único que los diferencia de los ciudadanos, eran los colores, todos llevaban conjuntos Formales de colores: azul, corinto, negro, gris o blanco, parecia una comunidad muy animada, hasta que las luces empezaron a bajar y un numeros gigantes se visualizaban al frente, todos tomaron un asiento y hubo silencio
--como es posible tal tipo de organización este lugar parece un lavacerebro-- penso profundamente Norman al tiempo que examinaba su ambiente, y estaba en medio de 4 grupos que ya se conocian y hablaban animados, un suspiro pesado y la presentación comenzo.
Los aplausos eran leves y salio una mujer, a quien se leia en la pantalla trasera "subdirectora Adriana", el primer adjetivo que se le cruzo en la mente a todos quienes la conocian por primera vez era "altanera" empezo con una bienvenida a cada area, reconocio los logros de varios aprendices a punto de salir de la academia, la unica parte en la que todos vitoreaban y hacian ruidos de regocijo, luego siguio con una largo recorrido del inicio de la academia, de la manera mas detallada y aburrida posible.
La academia no era solo fechas y edificios, habian pasado tantas cosas que impulsaron la evolucion de un nuevo sistema academico que ahora era casi olvidado, Norman habia leido una parte de la historia y en sus pensamientos se lamentaba por la oradora que daba el discurso mas lamentable del recorrido de una historia unica e impresindible.
Despues de ver a muchos estudiantes y aprendices caer en sus laureles y babear entre sus hombros, el augurio de una hora y media termino, ahora solo quedaba el siguiente paso, las areas comunes, donde cada alumno era dirigido a la clase libre, donde hacian deporte o se reunian en clubes de diferentes hobbies, para los principiantes se escogian a lideres para que los ubicaran y los adentraran en cada grupo, pero ¿donde estaba la guía de Norman?
Mientras el auditorio se vaciaba, un rastro de nostalgia se plantaba en el rostro de este escualido muchacho quien se quedo en su asiento, a la espera de lo que continuaba...
Espero, espero y espero, al final cuando solo quedaban unas 10 personas dispersas, se levanto con los animos bajos pero sin demostrarlo en su semblante, se dirigia a la puerta cuando el auditorio cerro sus puertas de repente y las luces se apagaron, lo unico que se distinguia era una tenue luz de sus "entradas"
-¿Hola?- pronuncio en tono bajo
- Hola nuevos - se escucho en eco varias voces al unisonido
Las luces se encendieron y se enfocaron en el escenario, y ahi estaba.... ¡¿un capibara?!, Norman se acerco torpemente, pero lo mas rapido que pudo, cuando estaba cerca del animal, las luces se volvieron a apagar.
Un grupo se situo en el escenario y las luces volvieron
-Bienvenidos al club naturalista de..... cuidado de animales- dijo un chico muy animado y señalando el lugar donde estaba el capibara, pero no estaba, asi que la sonrisa del muchacho se esfumo al ver que su acto habia fallado- ¡¿y Capi?!- exasperado en voz baja se dirigio al grupo que estaba en su espalda
-aqui- se escucho en el tono mas suave, todos vieron hacia abajo, y si, ahi estaba Norman tirado en el suelo con... ¿un Capibara en su regazo?