3. The Arrowverse reunited again

 |Central City, 2018|
 

—Hay un robo en el banco central —habló Cisco por el intercomunicador. 
 

—Vamos para allá —respondió el velocista y en menos de 2 segundos ya se encontraba en el banco.
 

—¿Así que robando, eh? —Barry estaba de lo más despreocupado sonriendo mientras los ladrones seguían con lo suyo—. De verdad que no entiendo esa manía suya de robar sabiendo que Flash está para proteger la ciudad. Pero bueno, sigan haciéndolo, puedo hacer esto todo el día. 
 

—Creo que eres demasiado confiado, Flash —respondió uno de los ladrones. Era alto, rubio y tenía una gran cicatriz que abarcaba la mitad de su cara—. Tengo refuerzos —en ese momento los demás sacaron armas de diversos tipos; querían saber con cuál lo podrían herir. 
 

Barry comenzó a correr y quitó las armas a 4 de ellos, pero en un descuido no vio que faltaba uno y éste disparó. 

Pero Ralph llegó justo a tiempo y cubrió a Barry, haciendo que la bala rebotara en el ladrón. 
 

—¡Ahhhh, mi brazo! —la bala había hecho que su brazo se comenzara a derretir, dejando un gran hoyo en él. 
El hombre no dejaba de gritar por el inmenso dolor. 
 

—Killer Frost, te necesitamos —habló Barry por el intercomunicador y Cisco rápidamente hizo una brecha para que ella llegara al lugar. 
 

—Me pregunto qué harían sin mí —dijo convirtiéndose y se acercó al hombre para cerrar su herida con hielo. Los otros aprovecharon la distracción para huir, pero Killer Frost se dio cuenta y creó una barrera de hielo en en la entrada, logrando que todos se cayeran—. Idiotas. 
 

Después Barry tomó a todos y los llevó a la estación de policías. 
 

—Necesitamos ayudarte con eso, Ralph. Cuando la bala rebote, intenta que no hiera al malo. Si no es necesario, claro —habló Cisco cuando todos regresaron a los Laboratorios. 
 

—Sí... trataré de controlarlo —respondió Ralph. 
 

De repente un gran ruido se escuchó y todos salieron para ver que sucedía. 

La Waverider aterrizó en el estacionamiento de los Laboratorios e inmediatamente se hizo invisible.
 

—Hola, chicos —saludó Sara a la vez que bajaba de la nave—. Algo muy grave está ocurriendo y necesitamos su ayuda. 
 

—Por favor díganme que no es algo como lo de Tierra -X —mencionó Iris llegando a la escena. 
 

—Oh, no, claro que no. Esto es mucho peor —respondió Nate ganándose un golpe por parte de Zari—. ¡Ouch! 
 

Michael y Lincoln bajaron de la nave, dejando a los miembros del Equipo Flash muy confundidos. 
 

—Es una larga historia... Que les contarán ellos, pero ahora también necesitaremos al Equipo Arrow. Cisco, ¿podrías hacer una brecha para allá? —pidió Sara mirando al moreno. 
 

—Será un placer WhiteCanary—abrió la brecha y ambos cruzaron mientras los demás entraban a los Laboratorios. 
 

 |StarCity, 2018|
 

—Solo son dos guardias —mencionó Diggle observando el edificio que estaba delante de ellos. 
 

—Claramente Díaz no nos espera —agregó Thea. 
 

—Black Siren no le advirtió —Oliver sonó sorprendido al decirlo, aunque todavía no se fiaba del todo de que "Laurel" los estuviera ayudando. 
 

—Vamos —habló ansiosa Thea, no dejaba de pensar en las torturas que podrían estarle haciendo a Roy, y nunca se podría perdonar si no lo rescataba. Pero parecía la única que se preocupaba por él, ya que seguían afuera perdiendo el tiempo en decidir qué hacer. 
 

—Espera, si vamos sin conocer el objetivo principal, nadie saldrá —trataba de persuadirla Diggle en vano. 
 

—Nuestro objetivo principal es recuperar a Roy —respondió decidida Speedy. 
 

—¿Qué hay de Díaz? Él también está ahí. Y acabamos de enterarnos de que está detrás de todo lo malo que ha ocurrido en la Ciudad los últimos seis meses. 
 

—Por eso nos llevaremos a los dos —intervino el arquero dando por terminada la pequeña discusión y disparó una flecha dándole a los hombres que vigilaban la entrada. 
 

—Overwatch, ¿ya estás adentro? —habló Oliver mientras los tres inspeccionaban el lugar. 
 

—Me estoy conectando ahora —respondió Felicity por el intercomunicador—. Estoy quitando las barreras, pero antes de terminar, si es un tipo inteligente, y sabemos que lo es, esto definitivamente le hará saber que están ahí. 

—Debemos saber dónde está Roy. 
 

—Copiado. Encontré los planos del casino, los guiaré. Derecho hasta el ascensor. 
 

Los tres comenzaron a subir unas escaleras eléctricas, que se encontraban apagadas, para ir a donde les decía la hacker. 

En otro lado del edificio, se encontraban Ricardo Díaz, Anatoly, sus secuaces y un Roy cedado y atado en una silla. 
 

—Aparecieron tres vigilantes, incluyendo a tu novia roja —le dijo Ricardo Díaz a Roy, como si pudiera escucharlo—. Es momento de cambiar de escenario. Ya sabes qué hacer —habló dirigiéndose a Anatoly. 
 

Un hombre cargó a Roy para llevárselo, mientras los demás cargaban sus armas dispuestos a ir por los vigilantes. 
 

—Cuatro hombres con armas automáticas adelante. 
 

Oliver disparó una flecha, explotando la puerta que tenían enfrente y tirando a tres de los hombres. 

El que quedó enseguida comenzó a disparar, pero Oliver llegó por atrás y le lanzó una flecha. 
 

—¿Para qué lado?