141
Angustia, por el simple placer de angustiarse
por deseo, tristeza, dolor…
por el simple deseo de vivir,
por el mero placer de gemir.
Angustia por sentir…
por tratar de tu voz escuchar,
angustia por el simple deseo de amar,
por el bello placer de llorar.
Angustia, que perfora corazón dolorido,
que hace sentir que respiro…
Ese deseo de llorar, gritar, de emanar
todos los males por la boca, los ojos, los poros…
Intenso placer de gemir y exhalar
como humo y polvo,
como una droga fatal.
Angustia indeterminada,
fija en mi alma,
engarzada en la corona de espinas y oro.
Angustia del alma pobre,
vacía…
aquello que mata oraciones de fe…
Angustia por un futuro,
pasado, desdicha…
un algo que trastoca la esencia real…
Indeterminado, inefable, virtuoso camino
inquietud y relámpago,
vértigo irreal…
Deseo de caer, que asfixia, que hiere,
que hiela los huesos y me vuelve espectral.
Angustia por ser, no ser, decaer.
Por todo y por nada, inhumano y carnal.
Que carcome mis huesos,
que me vuelve carroña;
y sin embargo, un humano
es lo que soy en verdad.
142
Quiero ser un gato azul,
trepar por las estrellas, surcar los cielos;
fugazmente atravesar la vía láctea,
cazar furtivamente corazones y deseos.
Desaparecer entre castillos estelares,
incongruencias emanar,
promulgar ilegales a las razones,
que a mi paso, se apaguen todos los soles
y se derramen al cantar.
Como un gato de Chesire,
azul celeste,
eléctricamente;
ser cuerdamente un loco hermoso;
ágil y sonriente,
encontrando caminos que me lleven
hacia un algo inesperado.
No importa mucho el tamaño,
quiero ser un gato azul y ágil,
felino volátil de ideas agradables,
que surque horizontes,
que se muestre huraño
ante el humano,
que abrace olores de seres de luz.
143
Y pido limosnas de amor,
mendigo caricias del alma,
soy vagabundo de vida y dolor,
necesito alimentos y calma,
un regazo profundo de amor
que limpie invisibles lágrimas;
necesito un albergue de compasión,
de alguien que me muestre esperanza.
144
Te leo entre caricias,
te siento entre oraciones;
amado libro añejo de pasiones
te siento en la desdicha…
Vivo tus historias borroneadas en tu piel,
acaricio tus anhelos
fugazmente desde el fondo de mi ser…
Encuentro entre tus líneas
filosofías perdidas y añoradas,
verdades se deshacen entre tus páginas
esperando por el tacto de mi alma.
¡Y escucho tu melodía de palabras!
Desde el fondo de mi ser,
marchan mis deseos hasta tus letras.
Marchan hasta mis dolores y mis penas,
también marchan solitarios mis sentidos
para convertirse en lo que anhela,
ser parte de tus letras verdaderas.
145
Me gustaría saber si la vida
nunca querrá terminar,
me pregunto si la alegría
algún día se cansará de felizmente gritar.
A veces, la duda me asalta,
y pienso si el mundo dejará de girar,
si las flores se mueren al alba
o se dejan morir
ante el celeste y nocturno mar;
otras tantas, mi ser se estremece
y piensa si desea salir
hacia el mundo;
y luego, estrellado de dudas
palidece y se queda dentro de sí.
Y quisiera saber si el mundo se cansa,
si la vida también sufre penas,
si las almas se mueren, o abrazan,
si también el universo algo anhela;
sin embargo, mis dudas se callan,
nadie quiere responderlas, al fin
yo me canso de hablar sin palabras
y me ahogo en los otros así.