CAPITULO 6

CAPITULO 6

Salió de la casa y se reunió con algunas de las mujeres que estaban afanadas organizando el caserío. Algunas casas habían sufrido daños, pero nada grave, otras ocupadas haciendo la comida. Vio de lejos a Cristóbal quien hablaba con los hombres mayores y algunos jóvenes.

Ella se sentó y algunos niños la rodearon.

- Hermana díganos un cuento.

Ella les relato el cuento del sapo y la princesa. Cuando termino los niños quedaron encantados y le pidieron otro. Pero vio que se acercaba Cristóbal y les dijo.

- Será en otro momento, el padre me necesita.

Los niños protestaron, pero ella se levantó y se acercó a Cristóbal también.

Nos vamos Amanda, el rio bajo, lo suficiente para poder irnos y debemos hacerlo antes que vuelva a crecer. Puede volver a llover en la parte alta de la montaña y nos encerraría de nuevo. El padre Antonio debe estar preocupado por nosotros, además de las hermanas. Ella estuvo de acuerdo y ambos regresaron a la cabaña.

Cristóbal alisto la carreta, Amanda recogió sus cosas y cerro la casa. Se acercó a maría y abrasándola le agradeció por su hospitalidad. Se montó en la carreta, al lado de Cristóbal como siempre y ambos emprendieron camino.

El rio, como dijo Cristóbal estaba algo crecido, pero se podía pasar con algo de cuidado. El sendero estaba algo enlodado por lo que les tomo más tiempo del debido regresar y Cristobal estuvo en todo momento concentrado en el camino, ya que la carreta se deslizaba hacia los lados y los charcos ocultaban los huecos. Cuando iban llegando Cristóbal detuvo la carreta y girando le tomo las manos diciendo.

- No hubo oportunidad de hablar en el camino, ya vez que estaba muy enlodado. Pero quiero decirte antes de llegar que han sido las horas más felices y que espero poder estar a solas nuevamente contigo lo más pronto. Espero que tú quieras lo mismo. Ella asintió y Cristóbal continúo. Entonces te espero en la puerta que da a la cocina, es más fácil salir por ahí una vez que den el toque de dormir. Amanda asintio.

Él se aproximó y le dio un beso corto.

- Nos vemos esta noche, por ahora descansa, no se te olvide que pasaste la noche con fiebre. Hablare con la madre superiora cuando lleguemos para que te permita retirarte a tu cuarto a descansar.

 - No es necesario Cristóbal. Ya me siento bien.

- De todas maneras lo hare.

Le dijo soltándola para seguir el camino. Al llegar, encontraron al padre Antonio esperándolos en la puerta.

- Hijos míos, estaba muy preocupado por ustedes, al ver que no regresaban anoche me imagine lo peor.

Cristóbal ayudo a bajar a Amanda de la carreta y luego se volvió para saludar al padre. Le dio un apretón de manos y el padre lo abrazo.

- Gracias a Dios no nos pasó nada, solo que por la mañana cruzamos el rio para llegar a uno de los caseríos y al regresar este estaba crecido. Nos tocó pasar la noche ahí y esperar que el rio volviera a su normalidad.

- Haaa menos mal que solo fue eso. Deben estar cansados, entren para que coman algo y luego se van a descansar.

Al entrar se encontraron con la madre superiora a la cual le informaron que regresaba el padre Cristóbal con Amanda. El padre Antonio dijo a está.

- Hermana francisca, podría por favor encargarse de llevarle comida al padre Cristóbal y a la novicia Amanda a mi comedor privado? Como todos los caminos están enlodados imagino que hace mucho que comieron algo.

La madre superiora miro de reojo a Amanda y no le gustaba que la mandaran en cierta manera a servir a una novicia, pero no podía desobedecer al padre así que mirando mal a Amanda, salió rumbo a la cocina. En ella estaban las hermanas que se dedicaban a está y les dio orden de llevar la comida. Regreso y colocándose detrás de la puerta escucho lo que hablaban en el comedor, pero como no decían nada interesante decidió retirarse, además no demoraban en traer la comida.

Mientras en el comedor Cristóbal le relato al padre lo que paso en el caserío, omitiendo ciertas cosas como que durmieron en una cabaña solos y que Amanda se enfermó y el la cuido, ya que tendría que explicar como lo hizo.

Amanda mientras prefirió guardar silencio y dejar que Cristóbal explicara todo.

Al rato llego una hermana con la comida y se sentaron a comer. Pronto los ojos de Amanda se cerraban solos, Cristóbal sabiendo que estaba cansada, no solo por el viaje sino también por la fiebre, le sugirió subir a descansar.

- Amanda será mejor que te retires a descansar, el viaje fue muy agotador incluso para mí.

El padre Antonio viendo la cara de Amanda estuvo de acuerdo.

- Tienes razón retírate a tu cuarto, puedes descansar por lo que resta del día. Yo hablare con la madre superiora para que no te moleste por eso.

- Está bien padre, le agradezco, en realidad quisiera descansar un poco.

Amanda se dispuso a retirarse, cuando salió Cristóbal se disculpó con el padre y también salió.

- Amanda. La llamo.

Se acercó a ella y en voz baja dijo.

- Te sientes mal nuevamente? Si quieres dejamos lo otro para después.

Ella contesto en el mismo tono.

- No. Me siento bien, pero si deseo descansar un rato. El viaje fue muy cansado.

- Bueno. Te espero entonces.

Regreso con el padre mientras Amanda subía a los dormitorios, Cristóbal se excusó ante el padre.

- Se me olvido decirle que mañana nos tomaríamos el día para descansar y que podía hacer lo que quisiera y como es viernes, nos veriamos hasta el lunes. Creo que se lo merece después del día de ayer y hoy.

- Tienes razón, han sido muchos días de muchos problemas para ella, que descanse… se lo merece. Ya después pueden seguir con la escuela. Hizo una pausa y luego continúo.

- Has podido averiguar algo sobre ese hombre?

- Tengo a alguien averiguando al respecto, y alguien  que está pendiente en los alrededores de día y otro de noche por si se aparece de nuevo. Pero no quiero que ella sepa, para que no se ponga más nerviosa de lo que ya está.