Preámbulo

Agradecimientos:

                              En primer lugar quiero agradecer a Rosana, alguien muy especial, que sin su apoyo (en las tareas diarias) no habría logrado escribir este libro. También quiero agradecerle a Rubén, sin sus palabras de aliento jamás me hubiera atrevido a escribirlo.  Rubén  junto a Luis y Aída, fueron los que me convencieron y  hicieron que perdiera el miedo. Y no puedo olvidarme de Norma, que dejo de lado sus ocupaciones, para  brindarme su colaboración, en esto que pretende ser una novela.  Por eso hoy quiero decirles MUCHAS GRACIAS.

                                                                  Zoè 

Quisiera poder llegar al corazón de cada una de las mujeres que alguna vez tuvieron deseos de soñar y que por distintos motivos se privaron de hacerlo.

Hoy a pesar de haber vivido más de la mitad de mi vida, tengo sueños, que espero lograr vivir.  Porque jamás me perdonaría irme de este mundo sin haber logrado realizar la mitad de mis sueños.

Uno, era este, escribir; hoy lo cumplo. Ya vendrán los otros.

En ésta historia todo puede ser realidad, todo puede ser fantasía; está en cada uno de nosotros el saber quien nos representa. Y una vez reconocido nuestro personaje, que podemos hacer para darle a está historia otro final.

Espero que comprendan a Andrea; que no la juzguen de cobarde o peor aún de inmoral. Hoy y siempre, en el amor, no hubo ni habrá reglas y mucho menos leyes.

Solo hay una sociedad hipócrita que juzga y condena lo que muchas veces quisiera hacer y no se anima.                       

Zoè

Como la tarde,

sin pedir permiso,

llegaste un día.

Como la oscura noche

se cubre de estrellas,

entraste por mi ventana.

Como el radiante sol

ilumina la mañana,

le diste a mi vida

el calor que le faltaba.

Mas hoy quiero hundirme

en las profundidades

para no sentir el fuego

de tu amor.

Dormirme en el sueño

de la nada.

Poderte olvidar.

Zoè