Al día siguiente el ruido de las enormes puertas que cercaban el poblado abriéndose la despertó. Salió junto a Dhara para ver de quién se trataba, un carro tirado por unos seres de apariencia similar a la de los caballos, pero con pelaje más largo y dos veces más grandes entró en la ciudad, era un carro enorme hecho de hierro, de él bajaron dos hombres exactamente iguales de largos cabellos y barbas pelirrojas, pero no de mucha altura, del carro también bajó Ev, que al verlas se acercó a saludar.
—Hola chicas me alegro de veros, Cal ¿cómo estás? He oído lo que ha pasado con tu amiga.
—He estado mejor, pero tenemos un plan para rescatarla —dijo susurrando para que nadie más que el chico la escuchase.
—Luego me cuentas los detalles y os ayudaré en lo que pueda, por cierto Dhara, de camino a aquí he pasado por Acton y tu hermano me ha dado esto para ti —le dio un sobre de papel amarillento cerrado con un sello de cera, la chica agradeció con un movimiento de cabeza —bueno debo irme, luego me contáis vuestro plan ¿vale?
Se fue y las chicas regresaron a su casa, una vez allí Dhara abrió el sobre, este contenía una foto y un trozo de papel con una sola frase.
Dhara mizhap kmungi, om chujomib lob.
Cal no sabía lo que eso significaba, pero la cara de la otra chica se lo dejó claro, algo muy malo se estaba acercando. Dhara, miró detrás de la foto, tenía algo escrito en el idioma de Cal.
Encuentra a Zander, solamente él puede ayudarnos.
—A ver, necesito una explicación —dijo la castaña sin comprender, pero si compañera no le prestaba atención, se había quedado en shock.
Dhara se fue de la habitación y volvió con varios libros y papeles entre sus manos, los dejó en la mesa junto con la carta y se giró a mirar a Cal.
—Cuando vuelva te lo explico todo, no te preocupes —dijo poniendo una mano en su mejilla para luego coger los libros e irse.
Cal se quedó sola y sin saber qué hacer se acercó a una estantería y se puso a ojear loa libros que reposaban en ella, solo uno estaba escrito en su idioma, se titulaba las raíces del chingbe.
Comenzó a ojearlo, era un libro que contaba la historia de los sihiri, su magia y su lengua. Al parecer el autor, cuyo nombre no se menciona en el manuscrito, había hecho un arduo trabajo de investigación para juntar todas las reglas de gramática y fonética del chingbe para que al’adas como ella pudiesen comprender y comunicarse con los sihiri, además de tratar de comprender sus raíces y costumbres.
Pasados treinta minutos, Dhara, regresó cargada con más papeles y libros que los que se había llevado, los depositó en una mesa y se sentó junto a Cal.
—Te debo una explicación —le dijo.
—Sí.
—A ver, ya te conté que mi familia y yo tuvimos que huir porque había un gran peligro que acechaba nuestra aldea ¿verdad?
—Sí.
—Vale, pues ese peligro se llama om y al parecer ha vuelto y podríamos estar en peligro de nuevo, así que me ha encargado que busque a Zander y…
—Espera espera —la interrumpió Cal
—¿El mismo Zander de la gran guerra?
—Sí
—¿El que sale en los libros de historia?
—Sí
—¿El que hace doscientos años lideró a los sihiris en la guerra? ¿El que fue condenado a muerte?
—Sí, Cal, sí ese mismo, no está muerto, todo fue un montaje.
—¿Y está vivo? Ahora mismo tendría más de doscientos años.
—Así es, y adelantándome a tu próxima pregunta es por su magia, controla la muerte, es un don muy peligroso y que no puede controlar.
—¿Peligroso en qué sentido?
—El precio que debe pagar por aumentar su tiempo de vida es absorber el de otros, salvó la vida de un enfermo cuando los sihiri comenzamos a vivir en Helah y sin querer le arrebató el tiempo que le quedaba de vida a la mujer a la que amaba, eso le dejó una huella que jamás podrá borrar y para no hacer daño a nadie.
—¿Y cómo eso nos va a ayudar?
—El om es la personificación de la muerte, todo lo que toca se muere, y el acabar con él nos puede ayudar con lo de Nesta.
—¿Cómo?
—Cuenta la leyenda que quien mate a la muerte, es decir al om, obtendrá una recompensa a su elección.
—¿Y si elijo ser inmortal o algo así?
—Vivirás con las consecuencias, como ver envejecer y morir poco a poco a todos los que quieres.
—Vale, lo he pillado, pero tendremos que pagar las consecuencias de lo que pidamos.
—Exactamente, pero en ese libro que tienes ahí habla sobre las clases de magia y sus consecuencias.
—Vale pues vamos a buscarle.
—Cal, no es tan fácil. Será Dancen quien organice el viaje, pero ya lo he hablado con él y le parece bien el plan, pero no sabemos cuánto tardaremos en encontrar a Zander y…
La puerta de la casa se abrió sobresaltando a las dos chicas, Evander cerró tras él y se acercó al sofá.
—No tengo mucho tiempo así que contadme que planeáis rápido. Las chicas le contaron el plan mientras él apuntaba en una libreta que llevaba consigo, este gesto le recordó mucho a lo que hacía Seth en clase.
—Vale, es un buen plan, pero primero hay que encontrar a Zander y matar al om.
—Sí, y después usar la recompensa para encontrar a Nesta —completó Cal.
—Me parece bien, y esto me lo decís a mí porque Seth ya os ha dicho que no ¿verdad?
—Si —dijo Cal rascándose la nuca.
—Yo también haría eso, por cierto Dancen ha decidido que los grupos que van a ir en busca de Zander son Ryuu y Mor.
—Perfecto —contestó Dhara.
Evander se fue, ya era tarde, al día siguiente saldrían al amanecer así que prepararon lo que iban a necesitar y se fueron a la cama, mañana sería un día duro.