Llegar a este momento contigo, que has acompañado cada página de Las Crónicas de Ares Drakónis, es un regalo que no tengo forma de describir con palabras simples. Tal vez porque lo que siento no es solo gratitud, sino una mezcla de orgullo, emoción y una profunda conexión con cada uno de ustedes. Ustedes, los que han leído, sufrido, sonreído o incluso sentido rabia con Ares, han hecho que esta historia cobre vida más allá de mis pensamientos y de mi teclado.
Quiero comenzar agradeciéndote por tomarte el tiempo, tu tiempo, para leer mi libro. Porque sé que vivimos en una época en la que las horas parecen no alcanzar, en la que siempre hay algo más urgente que hacer, y aun así, decidiste detenerte y entrar en el mundo de Ares. No puedo mentir: eso significa más para mí de lo que imaginas. Cada capítulo que lees, cada reacción que me dejas, cada comentario que escribes, son pequeños hilos que me unen a ti y me recuerdan que no estoy sola en este viaje.
Pero también quiero decirte algo importante: la historia no termina aquí. De hecho, lo que has leído hasta ahora en Las Crónicas de Ares Drakónis es apenas la primera mitad del camino, la introducción a un mundo más oscuro, más intenso y, si me permites, mucho más peligroso. Lo que se viene ahora es Akríveia, y quiero que sepas que esta nueva entrega comienza exactamente en el punto donde dejamos a Ares. No hay saltos, no hay pausas. Simplemente, giras la página y la historia sigue.
Si en Las Crónicas viste a un niño quebrado convertirse en un hombre temido, en Akríveia vas a verlo enfrentarse a un pasado que segun él habia dejado atras. No quiero adelantarte demasiado, pero puedo asegurarte que en este nuevo capítulo vas a conocer partes de Ares que ni siquiera él sabía que existían. Y eso no siempre será bonito.
Escribir esta historia no ha sido sencillo. No voy a romantizar el proceso. Hubo noches en las que me quedé hasta las tres o cuatro de la madrugada con los ojos ardiendo frente a la pantalla, intentando dar con la frase exacta que transmitiera todo lo que estaba en mi cabeza. Hubo días en los que las palabras simplemente no querían salir, y la frustración me hacía pensar en dejarlo todo.
Por eso, hoy no solo quiero invitarte a leer Akríveia. Quiero invitarte a continuar conmigo en este viaje que ya es tanto tuyo como mío. Quiero que sigas siendo testigo de lo que pasa cuando un hombre como Ares, que ha escalado hasta lo más alto del poder en Grecia, empieza a enfrentarse a enemigos que no puede simplemente destruir con sus manos. Quiero que sientas el peso de cada decisión, la tensión de cada mirada, y el frío de cada amenaza que se desliza como una sombra sobre él y sobre quienes ama.
Sé que muchos de ustedes han creado un vínculo con Ares. Y también sé que ese vínculo es complicado. A veces lo amas, a veces lo odias, y muchas veces ambas cosas al mismo tiempo. Pero eso es lo que lo hace tan real: Ares no es un héroe perfecto ni un villano absoluto. Es un hombre formado por la violencia, la pérdida y la ambición, que aprendió desde niño que el mundo no te da nada… y que si quieres sobrevivir, tienes que arrebatárselo. Y en Akríveia vas a verlo llevado al límite, obligado a enfrentarse a las partes más oscuras de sí mismo.
También quiero aprovechar para decirte algo muy personal: cada vez que me sigues, que compartes mi libro, que dejas una reacción o un comentario, estás construyendo junto a mí algo mucho más grande que una historia. Estás creando una comunidad. Un lugar donde podemos hablar de Ares, de sus decisiones, de lo que nos hace sentir, y también de lo que significa seguir una pasión, aunque eso implique desvelarse, equivocarse y volver a empezar.
Así que, si llegaste hasta aquí, si terminaste Las Crónicas de Ares Drakónis y todavía tienes esa adrenalina en el pecho, ese vacío que dejan las buenas historias cuando acaban… no lo dudes. Ve a Akríveia. Déjame mostrarte qué viene después. Déjame llevarte a lugares que no imaginabas y presentarte a enemigos que harán que los anteriores parezcan simples obstáculos. Déjame seguir contándote qué significa realmente ser Ares Drakónis.
Gracias. Gracias por leer, por reaccionar, por comentar y por seguirme. Gracias por hacer que cada trasnochada, cada bloqueo creativo, cada duda y cada momento de frustración valgan la pena. Gracias por recordarme, una y otra vez, que las historias no solo se escriben… también se viven, y que la estás viviendo conmigo.
Así que, si quieren seguir conociendo hasta dónde puede llegar Ares… los espero en Akríveia.
#504 en Detective
#374 en Novela negra
#590 en Joven Adulto
experimentos geneticos, infancia lleno de traumas, psicología oscura
Editado: 17.08.2025