❈
En la estación de policías la hacen entrar a una oficina. Mientras se sentaba la asistente social llenaba un vaso de agua. Al darle el vaso entra uno de los policías que la habían traído a Manchester para informar que el abogado de la familia había llegado. Sarah se extraña, jamás había escuchado de esa persona. Pasado un rato entra un hombre de unos cincuenta años y bien vestido. Era un poco regordete y corpulento, pálido, ojos algo rasgados y de color ámbar. Estaba escrutando cada parte de él cuando entra un policía más viejo, era el jefe según se podía ver en su uniforme. Ambos se saludan protocolarmente para luego mirar a Sarah, quien para entonces era una persona sin vida en su rostro. Tras presentarse como Jeffrey James, el comisario le señala que se siente al lado de la adolescente. Ambos se acomodan y el policía inicia la charla de lo sucedido durante la tarde. Le da una mirada a Sarah y toma unos papeles. Les comienza a comentar que fue un accidente muy lamentable y que murieron por el impacto.
—Señor James, ¿la Señorita Crossrose tiene algún familiar que pueda hacerse cargo de ella? Según me comentó la asistente social ella manifestó que no había nadie cercano. Además, buscamos en la agenda y en las pertenecías de los Crossrose, pero el único nombre confiable que había era el de usted y el de la residencia de ellos, el resto era de clientes por lo que pudimos constatar.
—Lamentablemente ambos eran hijos únicos al igual que los padres de ambos.
—¿Entonces ella es la única hija?
—Exacto, es la única hija y heredera del patrimonio Crossrose.
—¿Señorita qué edad tiene?—Le pregunta el detective mientras la observaba con pesar.
—Quince años.—Le responde con voz fría.
—¿Entonces quién se hará cargo de ella?—Dirige su mirada seria entre el abogado y la asistente de servicios sociales.—¿Habrá algún amigo que se pueda hacer cargo? De lo contrario tendremos que pedirles a servicios sociales que tome el caso.
—No se preocupe de eso, yo me voy a encargar de los trámites y de Sarah hasta que se lea el testamento. Además, el tutor va a ser contactado prontamente.—El hombre asiente.
—¿Entonces quiere decir que hay un tutor?—Esta noticia deja un poco perpleja a la adolescente, no tenía idea de que existía una persona como esa.
—Claro, no deben preocuparse.—Les dice a ambos adultos.—Jefe, ¿le molestaría que hablará a solas con ella?
—Por supuesto, tómense su tiempo. Yo por mientras hablaré con la asistente por el caso.
Salen con el abogado, quien estaba solicitando que tuvieran listos los papeles que debían ser firmados, porque no se demoraría mucho. Sarah escucha la mayor parte de la conversación, pero estaba tan absorta en el dolor que apenas prestaba atención, dedicaba todas sus energías para mantener la compostura. Debía ser fuerte, pensaba que cuando llegará a casa sería capaz de hundirse en su dolor. El abogado entra nuevamente para sentarse.
—Hola Sarah, es un gusto conocerte.—Sonaba más cálido que cuando llegó.
—Un gusto.
—No debes preocuparte por nada, te guiaré en todo lo que sea necesario. Después de todo fue la petición de tus padres que te ayudará si a ellos les pasaba algo.—Ella asiente.—Ellos eran muy precavidos por lo que dejaron distintos modos de actuar si llegaban a morir, disculpa si te digo esto.
—¿Ellos dejaron algo más que un testamento?—Le pregunta tratando de mantener la compostura, pero la realidad la empezaba a ahogar.
—Como te dije, dejaron preparadas las formas en las que se debía proceder en caso de que sucediera algo como esto. No debes preocuparte por nada, te dejaron un testamento con su última voluntad, pero lamentablemente no puedo decirte más.
—¿Qué sucede con el tutor?
—No te preocupes de eso. Cuando llegue el momento te hablaré de ello. Ahora debemos enfocarnos en lo que hay que hacer y los pasos a seguir que dejaron estipulados tus padres.
—Entonces, ¿qué debo hacer ahora?
Jeffrey estaba impresionado por la compostura que estaba manteniendo, recuerda el carácter frío de los Crossrose y el de sus otros clientes. Pero en el fondo de los ojos esmeralda podía ver el sufrimiento que estaba sintiendo, claramente era como ellos. Así que ahora sentía con mayor fuerza la necesidad de ayudarla en el camino que estaba apareciendo ante ella debido a la tragedia. Una vez explicado todo, salen de la oficina y todo ya estaba preparado para ellos. El abogado estaba agradecido. El Jefe deja al oficial de cara alargada a cargo para que los llevará a firmar.
En un cubículo lleno de papeles les señalan que tomaran asiento para comenzar con los trámites. Cada uno de los papeles son revisados por el abogado, ya que, necesitaba explicarle y chequear que no hubiera errores. Comienza a leerlos para señalar que él iba a firmar en las partes en donde se pedía la firma del tutor temporal. El policía iba a cuestionar el hecho y éste le entrega unos papeles con poderes plenos firmados por los Crossrose. La asistente social los revisa junto con el policía y al encontrar todo bien no vieron problemas de que él hiciera el rol de tutor. Jeffrey mira la hora y se excusa para firmar primero porque debe hacer unas llamadas, así que una vez listo le encarga la seguridad de la adolescente a los dos trabajadores mientras él salía de la estación.