Crónicas de la Arena: El Kazekage, El Clan y El Misterio.

CAPITULO 13

CRONICAS DE LA ARENA

 

 

CAPITULO 13

 

 

Marcaban poco más de las nueve de la noche, estaba ayudando a sus hijos a lavarse los dientes para luego mandarlos a dormir. Pero, escucho una fuerte explosión en la cercanía de su casa, y es que justamente ellos vivían  cerca a las murallas de la aldea, haciendo que, en una invasión, fuesen unos de los primeros en sentir el ataque.

Una segunda explosión lo saco de su dubitación.

―Papa, están cayendo bolas de fuego desde el cielo, acaban de destrozar la casa del vecino de la otra cuadra ―manifestó uno de sus gemelos, mientras observaba por una de las ventanas pequeñas que tenían a lado de la calle.

― ¡Apártate de las ventanas, es peligroso! ―exclamó Niashi, corriendo hacia su hijo.

Una tercera explosión hizo que su casa temblase, al parecer una de las bolas de fuego había chocado con la casa de ha lado.

Gritos de personas pidiendo ayudan empezaron a escucharse desde afuera.

―Querido ¿Qué es todo ese ruido? Sentí que nuestra casa temblaba… ―pregunto su esposa, que ante lo ocurrido se había despertado y aun con su debilidad, se había parado, ubicándose en la puerta de su dormitorio.

―Sahira… ―pronuncio su esposo, mientras se acercaba a ella, con sus gemelos en brazos―. Tendrán que ocultarse en el refugio que tenemos en el sótano. Parece que estamos siendo atacados ―la cargo en su espalda, y con sus hijos de rastra, los resguardo en el sótano que tenían en su hogar.

―Papa ¿No te quedarás? ―preguntó con tristeza, su otro hijo gemelo que había permanecido callado.

―No, debo ir a ayudar a los demás vecinos, en esta parte de la ciudad solo moran aldeanos y comerciantes, no se preocupen, aquí estarán a salvo, volveré ―respondió el Taiyō, mientras los observaba con cariño, para luego cerrar la puerta, desapareciendo de escena.

Los gemelos abrazaron a su madre, no podían evitar mostrar miedo en sus rostros de infantes.

―Mis pequeños, no teman, su papa estará bien, él es muy fuerte ―emitió Sahira, abrazándolos con ternura.

Pero lo cierto era que, incluso ella tenía miedo de que algo le ocurriese a su amado, más debía mostrar determinación, por sus hijos.

/*~*~*~*~*~*~*~*/

Salió a la calle y encontró devastación a su paso, empezó a ayudar a las personas que habían quedado atrapadas entre las ruinas de lo que habían sido sus casas. Afortunadamente, la ayuda llego rápido y demás ninjas empezaron a evacuar a los afectados.

― ¿Saben quiénes son los que nos están atacando? ―pregunto Niashi abatido, mientras usaba su elemento tierra para evitar que las bolas de fuego chocasen con las casas.

―El ataque viene de la parte trasera de la aldea, no estamos seguros de quienes sean… ―le respondió su desconocido camarada, mientras usaba su sentido sensorial para encontrar sobrevivientes entre los escombros.

Dos personajes aparecieron en el cielo, cerca de ellos,  se trataba de dos mujeres que estaban usando sus abanicos como espadas. Se golpeaban sin piedad. Una era Temari-sama la hermana mayor del Kazekage y la otra mujer era…

―Temari-sama… está enfrentándose a Temari-sama… ―tartamudeo sorprendido el ninja que estaba cerca de Niashi.

No puede ser, esto no puede estar sucediendo, ese traje que lleva una de ellas… ¿Por qué está usando el traje de combate de nuestro clan? ¿Esto tendrá algo que ver con Anngelius? –pensó Niashi, mientras se subía a una de las torres más altas de la zona, para tener una mejor vista de la situación.

El usuario del elemento explosivo que lanzaba las bolas de fuego, estaba ubicado en la parte alta de la entrada sur de la aldea. Era sin duda, el líder del clan Hakunetsu, o mejor se parecía al líder de dicho clan, ya que también llevaba la túnica de los Taiyō.

Corrió hacia esa dirección, por el momento la prioridad era evitar que siguiesen atacando la aldea desde el aire con ese jutsu destructivo que poseían los Hakunetsu. No sería fácil llegar y enfrentarlo, pero como ex Anbu, por lo menos tendría la oportunidad de paralizarlo.

En el trayecto, se topó con una presencia que iba hacia la misma dirección que él.

― ¡¿Shun?! ¿Qué haces acá? ¿No deberías estar protegiendo el hospital? ―preguntó intrigado Niashi, corriendo a su lado.

―Niashi-san, cuanto tiempo… ―respondió a secas la kunoichi―, el hospital tiene ninjas eficientes que lo protejan, por ahora, pensé que lo mejor sería neutralizar al desgraciado que está destruyendo la aldea.

―Pensé lo mismo, aun no entiendo la razón de por qué no hacen nada al respecto para detenerlo… ―articulo el rubio.

― ¿Has notado que los atacantes, aparte de parecer clones de los líderes de clanes, están llevando la túnica representativa de nuestro clan? ―inquirió con un aire de molestia la castaña, haciendo de lado las palabras de su compañero.

―Ah, lo he notado… tengo el presentimiento de que Ann esta involucrada en todo esto.

Shun se detuvo en seco, busco sensorialmente la presencia de su líder médico.



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En el texto hay: comedia, drama, accion con poderes

Editado: 19.01.2020

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