Crónicas de la Conspiración

VI - Elaboración de la agenda mundial

VI

Elaboración de la agenda mundial

Weishaupt, enloquecido, salió huyendo del bosque de Baviera, después del sacrificio otorgado a los dioses. Traumado por tal suceso exclamó por la calles de la ciudad frases ‘incoherentes ‘como: “¡Un Nuevo Orden está por venir! ¡El demonio poseerá nuestros cuerpos para dominar el mundo entero! ¡La humanidad perecerá! ¡Iremos al infierno!”.
Quedó tirado en medio de la calle por tres horas enteras y cuando se hubo recuperado un poco de su delirio fue a su mansión en el centro de Baviera y su mujer, Afra Sausenhofer, lo recibió preocupado por su estado emocional. Ella, ignoraba la conspiración que ocultaba su esposo. Lo recostó en la cama y él durmió en un sueño muy profundo. 
Soñó que despertaba de su cama y en frente teñía al dios Horus, pero con apariencia macabra. Se imaginó que huía del espíritu maldito y que el espectro lo corría de atrás para dominarlo y poseer su cuerpo. Despertó.
Agitado saltó repentinamente de su cama y fue a su baño para darse una ducha. Escuchó un ruido brusco que provenía del techo y que su mascota canina aullaba desesperadamente. Luego sintió otro ruido pero que provenía del cuarto de al lado.
-¡¿Eres tú, Afra?! –exclamó Adam asustado.
No obtuvo respuesta. Llamó a su esposa otra vez. Salió de la ducha y se vistió.
-¡Afra! –exclamó nuevamente.
Sintió una mano que apoyó su hombro y reaccionó sobresaltado. Se dio vuelta. Se trataba de su esposa.
-¡Me asustaste! –gritó Adam.
Se escucharon sonidos misteriosos nuevamente.
-¿Lo escuchaste?
-Sí –dijo Afra.
Se escuchó un trueno que retumbó en toda la mansión y las puertas se cerraron repentinamente. Hubo un sonido gutural, demoníaco que estremeció al matrimonio Weishaupt.
-¡Te dije que pagarías! –dijo una voz.
-¿Quién eres? –dijo Adam, aterrado. Luego se acordó lo sucedido en el ritual de iniciación en los bosques de Baviera -¿Horus? –continuó.
Y de la nada saltó un espectro de forma inesperada y violenta metiéndose en el cuerpo de Adam Weishaupt.

Mayer Amschel Rothschild, después de recibir el bautismo de Horus, despertó y se encontró en el centro del altar en el bosque en el que se efectuó el ritual. Había amanecido y el estaba tirado en el suelo, agotado y con una sensación rara en su cuerpo. Se levantó y sentía una extraña emoción que lo dotaba de poder haciéndolo sentir invencible, imperturbable.
Repentinamente, Mayer sintió que alguien lo observaba. Se dio vuelta y se encontró con Adam Weishaupt.
-¿Qué haces aquí? –dijo Mayer.
Weishaupt no contestó. Se dio la vuelta y se dirigió a la ciudad. Su compañero lo siguió.
-¿Qué sucede? –se dirigió Mayer a su colega. Adam no contestó. -¿No responderás?
-Iremos a mi mansión. Nos están esperando.
-¿Quiénes? –dijo Rothschild. Otra vez tuvo silencio como respuesta.
Llegaron a la mansión Weishaupt. Apenas ingresaron se encontraron reunidos con sus compañeros sectarios, los Iluminados de Baviera. Los líderes de la secta, Adam y Mayer, fueron recibidos con un aplauso aturdidor, ya que en esa misma madrugada ambos habían fundado la organización secreta.
 -Pensé que te habías arrepentido del fin de nuestros propósitos –dijo Rothschild a su amigo. 
-He cambiado de opinión –dijo misteriosamente su socio.
Entre los integrantes de la secta estaban personalidades de gran renombre, como por ejemplo, el príncipe William, George Washington, el marqués de La Fayette, Maximilien Robespierre, el general von Estorff, entre otros.
-Los he convocado –empezó Adam –para iniciar un nuevo futuro, una encomienda otorgada como nuestra prioridad. Pero la razón principal del día de hoy, fue convocarlos a ustedes para la elaboración de una agenda mundial. Una especie de calendario con sucesos cruciales que marcarán el rumbo del destino humano. Para ello, nos basaremos en un papiro que mi socio Mayer heredó de los descendientes de Horus. En él están impresos todos los acontecimientos que nosotros y nuestros descendientes deberemos perpetuar.
Adam y Mayer se ubicaron al centro del salón principal de la mansión y colocaron el papiro divino en medio de ellos, mientras todos los dos mil integrantes de la organización se situaron alrededor de los mismos. 
Mayer abrió el papiro y en él estaban inscriptos jeroglíficos egipcios, que solo él y Adam tenían la habilidad de comprender. 
-¿Qué dice? –exclamó el general Estorff.
-Interpreto que el primer suceso que se nos encarga se trata sobre una revolución que cambie el estilo de vida de la humanidad, un acontecimiento tan importante como la otra revolución surgida en Inglaterra, hace poco. Sería un cambio de una edad a otra y que nos dará mayor poder sobre el mundo. Esta debería llevarse a cabo a fines de este siglo, entre 1789 y 1799.
-¿Y cómo haremos para llevar a cabo esto? –preguntó un integrante de la secta.
-Infiltrarnos en la francmasonería –dijo Adam.
-Es una gran idea –dijo Mayer.
-Porque los masones tienen gran poder en la sociedad y si nos aliamos a ellos podremos tener más influencia en sucesos políticos y sociales –prosiguió el señor Weishaupt.
-Y esto nos servirá para provocar esa revolución que nos exige el papiro –dijo Maximilien.
-Yo me encargaré de persuadir a las logias masónicas para unirlos a nuestra causa –expresó Adam.
-¿Pero con qué excusa iniciaremos la revolución? –planteó George Washington .
-Podríamos aprovechar la explotación que existe desde el feudalismo hacia los campesinos y los pobres en todo el continente –expuso Robespierre.
-¿Y donde será el foco de inicio para el comienzo de la revolución? –dijo uno.
-Debería que ser en Francia –opinó Mayer.
-¿Por qué en Francia? –preguntó otro.
-Porque hoy día es una de las potencias mundiales más importantes –contestó.
-Seria una buena oportunidad para eliminar el absolutismo en Europa, quitar poder a los reyes y dárselo a aquellos individuos que sigan nuestra causa.
-Y esos individuos deberán formar parte de nuestra organización o bien tendrían que estar aprobados por nosotros para llegar al poder. Así tendremos más control sobre todas las naciones y manejarlas a nuestro antojo. 
-Podríamos hacer que se enfrenten la nobleza y el clero contra los comunes como partida para provocar la revolución.
-Para eso deberíamos diseminar una ideología que reprima el gobierno feudal y monárquico para que estos pierdan poder.
-Si, algo así como una ideología en la que reine un burgués, una especie de nueva burguesía…
-Influenciada por la ilustración –completó otro.     
-Esto servirá para un proceso de una edad a otra, provocando un tipo de nuevo sistema que reemplace al señor feudal por un burgués, dando lugar a una sociedad mundial en la que reine el dinero. Los que controlan el dinero, seremos nosotros. Debemos construir nuestros propios bancos y cumplir con estrategias y procedimientos para ser las familias más poderosas del mundo, a base del capital emitido por nosotros –planteó Mayer.
-Las guerras nos servirán de finanza para cumplir nuestros propósitos –dijo Adam -. Además la sangre derramada y el sufrimiento de millones de personas inocentes y militares servirán como ofrenda y alimento para nuestros dioses.
-Y muchas de esas guerras deberán ser santas, para qué todas las religiones, por motivos políticos, económicos y sociales, se destruyan entre sí, a excepción de la judía.
-¿Qué prosigue?
-Otro suceso, según lo indicado en el papiro consiste en inventar un deporte nuevo, a fines del siglo que viene –leyó Adam -. Un deporte que atrape a toda la población mundial.
-¿Y cuál es el fin de este nuevo deporte?
-Según lo indicado aquí, es más que nada para distraer la población y mantenerla entretenida, para tapar sucesos cruciales políticos, económicos, sociales… y también conspirativos.
-¿Y en que nación se creará este deporte?
-Sugiero que sea en Inglaterra –dijo el príncipe William.
-Este deporte y todos los otros serán consumidos de forma masiva, y sus deportistas serán tratados como ídolos, para adorarlos y no alabar al Dios Judeo-cristiano.
-Les recuerdo a todos ustedes –interrumpió Mayer -, que todos estos sucesos los estamos planeando a grandes rasgos y cuando lleguen los tiempos próximos a su ejecución, nuestros descendientes se reunirán nuevamente para elaborar el plan de forma mucho más elaborada.
-Un tercer suceso trata sobre elaborar un nuevo arte, un arte que mezcle música, sonido y movimiento. Sería una tecnología innovadora que también distraerá a la población. En ellos se enviarán mensajes ocultos, que impondrá a las masas un dominio mental, para controlarlos y esclavizarlos. Aquí también habrá ídolos aun mas adorados que los deportistas. 
-¿Y el foque de este tipo de arte en qué país estará?
-Opino que deberá ser esa nación que se ha independizado recientemente…
-¿Los Estados Unidos de América? 
-Sería ideal que se allí.
-¿Por qué?
-Porque estoy convencido que ese país será la mayor potencia del mundo en la próxima edad. Eso les otorgará ingresos y a partir de esto habrá mayor inversión, haciendo del cine un negocio lucrativo e impactante, que deslumbrará a toda la población mundial -expuso Mayer.
-¿Y tu como sabes eso? –preguntó uno.
-Solo lo sé –en realidad Mayer lo sabía por el poder intelectual que le había otorgado el papiro.
-¿Y que se expondrá en este nuevo arte?
-Historias –propuso un sectario -. Historias que cuenten algo basado en la ficción. Puede estar basado en novelas literarias, guiones de escritores, relatos verídicos…
-Si –dijo Mayer -. Habrá géneros, también como en las novelas: de amor, de comedia, de suspenso, de drama…
-Pienso que debería ser similar al teatro. Para ello también debe haber intérpretes: actores.
-¿Y cómo se fabricaran estas historias?
-Tiene que ser como pintar un cuadro, pero con movimiento, una secuencia tras otra, con una tecnología que ahora desconocemos –propuso un integrante de la organización.
-Un cuarto suceso –dijo Adam mientras interpretaba los jeroglíficos – trata sobre una empresa que mute alimentos, frutas y verduras, una implantación nueva, que provoque enfermedades cancerígenas en sus consumidores y que lleguen a la mesa de todo el mundo. 
-¿Y para que esos productos deben producir cáncer?
-Para exterminar la humanidad –dijo Adam.
Los integrantes de los Iluminados de Baviera no estaban muy enterados de todos los procedimientos necesarios para conseguir un Nuevo Orden Mundial, por eso cuando escucharon las palabras de Adam, quedaron perplejos.
-No estoy muy de acuerdo –dijo uno.
-Ustedes se han comprometido a cumplir nuestra causa –dijo Mayer -. Ya no pueden volver atrás.
-Bueno, prosigamos -dijo Maximilien.
-Otro acontecimiento trata sobre provocar una guerra devastadora, que involucre las mayores potencias mundiales de inicios del siglo XX.
-¿Hablas de una guerra mundial?
-Para eso sería necesario una especie de conquistador, una autoridad malévola, un dictador…
-Que tenga poder y carisma –completó otro. 
-Si, que mueva masas ignorantes y soldados para su causa que sería la conquista del mundo.
-Para mi ese dictador debe pertenecer a la República Federal Alemana.
-Si, pero ese sujeto si querrá dominar el mundo, no podría conseguirlo, deberá ser derrotado.
-Porque el control del mundo llevará mucho más tiempo.
-¿Y qué razones políticas habrá para provocar esta guerra?
-La primer causa será la de obtener ganancias a partir de ella.
-¿Y después…?
-El detonante podría consistir en el asesinato de un político importante de un país europeo.
-Para mi debería haber dos frentes en esta guerra, ambas compuestas por tres potencias.
-Seguro que con la tecnología avanzada en aquel futuro hará de esta guerra la más sangrienta de la historia.
-Y seguro que habrá armas de destrucción masiva, capaz de aniquilar una ciudad entera.
-Y no solo eso –dijo Adam -. Habrá otra guerra mundial.
Todos quedaron pasmados.
-¿Y el dictador en que guerra estará involucrado?
-Para mi debería participar de la segunda.
-Eso lo decidirán nuestros descendientes –interrumpió Mayer.
-A principios del siglo XX, en el período intermedio entre la primer y segunda guerra mundial, habrá otra industria referida al arte. Un negocio lucrativo de la música.
-¿Y en qué consistirá eso?
-En una especie de reproducción tecnológica referida a la música, sin necesidad que los músicos toquen en vivo para escucharla.
-Eso es impresionante.
-Aquí también debe haber ídolos: cantantes, músicos… 
-Estoy convencido de que seguro habrá personas que auspicien a los músicos como sus representantes.
-Y el papiro además indica –dijo Adam – que deberá haber distintos géneros en la música, como diferentes estilos, para diversos gustos en la población, pero que, sin embargo, por identificación a esos estilos habrá prejuicios de una preferencia a otra dividiendo a las personas.
-Sugiero que además de poder escuchar música de un reproductor, los músicos toquen en vivo con fines remunerativos propios, y que sus seguidores paguen por verlos como sucede con el teatro.
-Pienso que también deberá haber formas cada vez más avanzadas de reproducir música, volviendo su uso cada vez más práctico. 
-Habrá otra guerra importante, pero no tanto como las mundiales –dijo Adam, leyendo el papiro -. Será una lucha entre una potencia relativamente joven contra un país chico, pero que sin embargo triunfará contra la potencia.
-Seguramente hace referencia a Estados Unidos.
-¿Y el país chico?
-Propongo que sea Vietnam.
-También indica –dijo Adam, refiriéndose al papiro – que habrá otra guerra pero sin confrontación armamentística. 
-Supongo por miedo a otra guerra devastadora como la primer y segunda guerra mundial.
-Será entre dos potencias: una del occidente y otra del oriente –prosiguió Weishaupt.
-Seguro es otra vez Estados Unidos, contra…
-El imperio ruso –sugirió otro.
-Además, habrá un experimento aplicado a aquellos ídolos de la industria musical y la del nuevo arte, los cuales llegaran a la fama mediante un pacto con Baphomet. Esas personalidades artísticas serán victimas de procedimientos macabros para el control psicológico de sus mentes, para que mediante su adoración, sus seguidores fueran controlados por nosotros, los Iluminados de Baviera y a nuestra entidad, el dios Horus.
-Eso es terrible –exclamó una voz.
-No hay mucho para acordar acá –dijo Mayer -. Prosigue –dijo a su socio.
-Habrá otra revolución, también tecnológica. Serán accesorios o dispositivos que reproducirán música, actuaciones del nuevo arte y juegos ficticios. Servirá para comunicarse a larga distancia de una parte del mundo a otra haciendo del planeta un lugar más pequeño. Más que nada estos aparatos serán para el entretenimiento de las personas, pero que también servirán para domesticar, anestesiar y distraer las masas, para que nuestro linaje, o sea las próximas élites globales, gobiernen sin que la población se entere de sus propósitos.
-Opino que estos artefactos deberán estar al alcance en todos los hogares del planeta, así el planeta entero se distrae y es conducida al escapismo.
-A mediados del siglo XX, habrá otra revolución, muy distinta a todo lo visto. Se trata de una revolución sexual, que través de la revolución tecnológica, antes mencionada, se difundirá para volver a todos los ciudadanos del mundo en esclavos del carnalísimo para distraerlos de los verdaderos valores: el amor, el respeto y la fidelidad. Así las masas son inducidas al sexo desenfrenado para alimentar con la lujuria a todas las entidades endemoniadas y divinas a las que nosotros servimos.
-Así habrá métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión, hijos no deseados, el triunfo del machismo sobre la mujer, confusión, incesto y poligamia –dijo Mayer –. Y no solo la revolución tecnológica servirá como difusión de todo este desenfreno: sino también la industria musical y la reproducción del nuevo arte.
-Habrá un movimiento llamado nueva era en mitad del siglo XX –leyó Adam.
-Tiene que ver con la era astrológica de Acuario. Actualmente estamos en la era de Piscis, iniciada con el bautismo de Cristo –dijo el señor Rothschild.
-A mediados del siglo XX se iniciará un negocio que nuestra élite controlará: un negocio que se trata sobra la de distribución de drogas adictivas y malignas. Será un ingreso multimillonario para nuestro futuro linaje que servirá también como alimento para las entidades sobrenaturales que servimos.
-Seguro que provocará la muerte, destrucción y devastación de miles de personas en todo el mundo –dijo William.
-Va a haber una enfermedad inventada en la década del sesenta del siglo XX. Un síntoma patológico que provocará muerte a millones de personas en todo el mundo, engañadas de forma ridícula, informando a los “enfermos”  que tienen un malestar terminal que provocará su fallecimiento, causada por relaciones sexuales, drogas inyectables y los receptores de transfusiones sanguíneas.
-¿Pero cómo se provocará esa enfermedad si ese síntoma ni siquiera existe?
-La mente humana es sorprendente, además de frágil y fácilmente manipulable –dijo Mayer -. ¿No sabías que si yo fuese un medico consagrado y te dijera que tienes una enfermedad terminal, tu cuerpo reaccionaría de tal modo que asumirías que tienes esa enfermedad?
-¿Y qué excusa pondremos para mentir sobre el origen de esa enfermedad?
-Podríamos inventar que esta enfermedad proviene de los síntomas pertenecientes a los simios, los cuales contagiaron su sintomatología a un hombre y este a otro hasta construir una cadena de enfermos que se extenderán hasta millones.
-Nadie se creerá eso –dijo Mayer.
-¿Acaso no dijiste que la mente humana es frágil y fácilmente manipulable?
-Y por último el último suceso que figura en el papiro es otro proyecto tecnológico. Se trata de una maquinaria avanzada que servirá para controlar el clima. 
-Tendrá que ser capaz de provocar desde terremotos, huracanes, tsunamis, ciclones hasta tormentas eléctricas, tornados y lluvias en cualquier parte del globo.
-Supongo que podríamos manejar el clima para cumplir nuestros propósitos.
-Claro. Podremos usar esta maquinaria para usarlas como armamento para devastar naciones sin necesidad de establecer contacto con soldados. En otras palabras, es el futuro para las guerras de la modernidad.
-Listo, hemos concluido –dijo Adam -. Pero aun falta algo más. Elaborar ciertos métodos para cumplir con nuestros propósitos.
Y debatiendo de forma intensa, los Iluminados de Baviera, aportaron ideas para la formulación de los métodos necesarios para cumplir con sus cometidos.




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