Crónicas de un soñador Ill

Oso polar

 

Viajó al polo norte, no podría decir con certeza a que país porque sólo apareció en el bosque dónde reinaba la taiga, pensó que era un sueño, ya que un día antes leyó el mundo fantástico de "Hielo y fuego." Otras veces había soñado con aquella ciudad del norte, y también con lobos, ya que frente a ella había un cánido. Este hermoso lobo que apareció, tenía el color de su lomo gris con las patas, el vientre y el cuello blanco,  y sus ojos oscuros. Lo contempló esperando que se acercará a ella, pero aquel lobo habló diciéndole que lo siguiera.    Frotándose los hombros por el camino y quejándose que moría de frío, aquel lobo, que no se presentó, la llevó a una cabaña dónde encontró la fogata encendida y ropa abrigadora que se puso al instante, después una vez más guiada por aquel cánido, se adentró más al bosque.

     —Debes encontrar un oso polar…—Confundida, arqueó las cejas y antes de poder cuestionar si había escuchado bien y, además de decir que estaba loco, aquel hermoso lobo le respondió:

     —Has escuchado bien, Lyla...Esa es la tarea que te encomiendo, no lo cazarás...

     — ¿Lo convertirán en un guerrero?

     —No...A veces no debes creer en todo lo que ves...

   Después de estar dos días tratando de encontrar un oso polar que fuera adecuado para ella, en cuestiones espirituales, se la pasó diciendo que quería un lobo, porque su guía, que desconocía la identidad, iba en la piel de ese animal salvaje.

     —Estamos en Inverlania y no hay lobos—, comentó irritada.

     —Aquí no es Inverlania y no hay lobos...—, rezongó la bestia irritado.

     —Debería— el lobo se lamió la nariz, antes de retomar la tarea asignada. Ya estaba molesto por la tardanza de la joven en encontrar un oso polar, (de ser por él ya habría

encontrado uno hace un día) pero se retrasaba por andar con alguien que no está acostumbrado al frío, que no utiliza los dones que le fueron otorgados y, estar en desacuerdo en andar en esa forma con ella, le causaba cierto rechazo. Sólo cumplía con su deber y esperaba qué terminará pronto y con éxito.

   Cuando encontraron al oso polar, estaba escondido entre la nieve que cobijaba el bosque, era un cachorro hermoso, que conmovió el corazón de la joven pelinegra al verlo; corrió hasta la pequeña bestia esperando no ser atacada y, así fue, aquel cachorro de oso, le miró y bostezó lanzándole su aliento mortal, que dejó perpleja a la fémina, aunque se aseguró de buscar a la madre del oso; no la encontraron y con mucho esfuerzo, pudo colocarle un collar rojo con correa, lo atrajo hasta ella con palabras suaves y educadas. El lobo la premió con unas palabras relacionadas con el valor, el alma, el espíritu y el amor por la naturaleza, tuvo que aguantar un poco los rezongos por los lobos, sin embargo, prometió regresar y manifestar su identidad en el próximo encuentro.

     Lyla espera que sea alguien que conoce, aunque sea de vista, porque para ser sincera, le dijo un montón de nombres esperando que fuera uno de sus hermanos, pero ninguno de ellos es de ese color y, al pasar un día se dio por vencida...sin embargo, un último nombre se plasmó en su mente: "Abed"

 



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En el texto hay: vampiros, zombies, aventuras

Editado: 14.04.2018

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