Crónicas de una Linnehouse.

Introducción.

Soy una Alba. Una bruja Alba. 

Lo he sido toda mi vida. Recuerdo retozar en el césped mientras hacía que este cambiara de color cada cinco segundos mientras era una bebé. 

¿Cómo tengo recuerdos de yo siendo una bebé? Dioses, eso es aun más indeterminado. 

Tal vez hayan oído hablar de Albas en el pasado. Todos surgen de personas que, literalmente, viajan entre mundos gracias a una esfera mágica. A veces la esfera gobierna el mundo de aquellos a quienes ayuda, otras veces, como en el caso de mi familia, deja a sus viajeros como guardianes de aquel planeta y luego se marcha a crear más Albas. 

Creo que debo explicarme mejor. Nuestro planeta madre es la tierra. En todas sus dimensiones. 

Las esferas son inteligencias que necesitan personas para salvaguardar, por así decir, planetas que identifican en el interior del universo. 

Esas personas, que originalmente eran humanos normales, se convierten en Albas. Seres con la capacidad de dominar el mundo a su alrededor. 

Otros, personas también muy especiales, se convierten en Tenebris. Afortunadamente en mi planeta no existen. Esa loca esfera sólo trajo a mi tataratataratataratatara... (sigue por muchas generaciones) abuela, y bueno, aquí estamos. En mi familia sólo nacen dos Albas por generación y esas somos mi hermana y yo en esta, por lo que las responsabilidades se me vendrán anexando una tras otra por tanto tiempo...

Mamá me ha enseñado todo lo que sé. Puedo hacer cosas que muchas personas pensarían impensables, ya que en mi planeta tanto mi madre como mi abuela y yo vivimos escondidas en una aislada y exótica isla en el medio de la nada. 

En total existen seis planetas a los que los Albas llegamos con la ayuda de la misma esfera, Zelham. 

Explicaré de que va cada uno antes de que comience a escribir esta especie de libro mental. (He hecho un conjuro que guarda todo lo que pienso, veo y distingo en un, por así decirlo, libro de crónicas, sólo anexaré las que me parezcan más importantes) 

El primer planeta se llama Hershell, y está ubicado a muchos millones de millones de años luz del mío pero, gracias a nuestras habilidades como Albas, hemos creado un conjunto de portales que nos unen con cada uno de estos planetas. 

Hershell es a lo que todos llaman el planeta de fantasía. En él viven las hadas junto con un montón de especies, (es como un gran zoológico de bestias y animales hermosos). Es un lugar brillante, luminoso, próspero. 

Hay hadas de todo tipo. Por estaciones, por zona en la que viven, tamaño, incluso rango. La reina de Heirshall se llama Leoyda y tiene a cuarenta hermosas princesas y veinticinco príncipes a su disposición. 

He viajado mucho a aquél planeta. Mi mejor amiga, Agatha, es la treceava princesa y es una hermosa hada de la primavera. Siempre hablamos y hablamos de lo mucho que nos gustaría vivir en la tierra y ser personas normales sin responsabilidades y toda una vida en la sociedad de brujas por delante. 

Porque sí, todavía me falta mucho por vivir. En nuestra sociedad al cumplir los dieciocho años se nos hace una prueba para ver que tan buenos somos usando nuestros poderes, habilidades, o como queramos llamarlo. 

No tengo idea de como será esa prueba. Sé lo que tengo que hacer, pasarla, pero no sé que es lo que me harán pasar, que clase de conjuro debo practicar.  

Lo único que realmente sé es que es mi deber pasarla. 



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Editado: 08.03.2018

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