Crónicas de una Maho Shoujo

Historia 4: El temible presidente del consejo estudiantil

Historia 4: El temible presidente del consejo estudiantil

 Además de luchar contra el mal y mantener segura la ciudad, Esmeralda de la Luz también tenía que lidiar con los problemas de su vida personal, es decir, todas las cosas no relacionadas a la hechicería. Fuera de combate su personalidad era diferente, muy tímida, callada y siempre con ganas de hablar pero sin el valor de hacerlo.

 Y hoy no fue la excepción, sus compañeros estaban discutiendo muy salvajemente un asunto de suma importancia: El proyecto del festival escolar, como ya estaban en tercer año quizá era la última oportunidad que tendrían para disfrutar un evento, por ende, se enfrascaron mucho en querer tener buenos recuerdos.

 Sin embargo, el salón de clases no logró ponerse de acuerdo, en vez de ello surgieron diferentes opiniones y nadie fue capaz de lograr nada, así transcurrieron varios minutos llenos de intensa discusión. Wendy andaba lanzando ideas a lo idiota, el representante de la clase por otro lado trataba de anotarlas todas en el pizarrón, de hecho, llenó la pizarra de garabatos inentendibles por el número de ideas descartadas.

 Esmeralda se acomodó en la orilla y escuchó los planes e ideas, cada quien puso su corazón en ello, pues al final el festival debía ser apetecible, de lo contrario no tendría caso. Quizá la única persona desinteresada era Pablo Casanova, el pelirrojo ni siquiera se acercó a la mesa redonda, sus ojos yacían puestos en la ventana y apreciaba el cielo azul.

 Después de todo, Casanova Pablo compartía una relación tóxica con sus compañeros de clase, ellos no lo querían a él y viceversa. Esmeralda volteó a ver a su amigo con cierta tristeza, cuando lo conoció creyó que podía adaptarlo al grupo, llenarlo de amigos y brindarle la vida escolar soñada por cualquier estudiante. Por desgracia, Pablo Casanova estaba roto desde el principio, su destino definitivamente no estaba en ese lugar, ni tiempo.

 Quizá en otras circunstancias él pudo haber hecho amigos, pero no ahora, por ello Esmeralda se resignó a integrarlo. En fin, la discusión continuaba sin llegar a ningún lado, pasaron otros quince minutos y ni siquiera un punto en común, Casanova tomó sus cosas y se dispuso a retirarse, no obstante, Esmeralda lo tomó de la manga y negó con la cabeza.

 —Espera, no te vayas todavía —comentó ella muy apenada, Casanova sonrió y se sentó cerca de la puerta, a pesar de llevarse mal con todos él era amable y cortés con Esmeralda.

 —De  acuerdo, dormiré una pequeña siesta, cuando termines me dices. —El muchacho se recargó sobre un pupitre y literalmente se echó a dormir.

 —Gracias, eh… Chicos. —Esmeralda tímidamente se acercó a la mesa redonda para dar su opinión, por desgracia, los gritos y levantadas de voz impidieron a los demás escucharla, Wendy fue la única que notó ese gesto, por lo tanto se acercó a su amiga y la tomó de los hombros, posteriormente le dio un empujoncito hacia el frente.

 —¿Qué quieres? —cuestionó el representante.

 —Yo también tengo una idea —respondió la chica suavemente, cuando ella iba a comentar su idea la puerta del salón de clases se abrió de golpe. Un muchacho de cabello blanco, uniforme negro y botas del mismo color entró con una cara de pocos amigos, sus ojos penetrantes y postura rígida le daban un aire militar.

 —Ya que no se decidieron a tiempo este salón hará una obra de teatro —afirmó el joven con voz fuerte, de inmediato los compañeros de Esmeralda se amotinaron hacia el frente, dejando a nuestra heroína con la palabra en la boca, ¡menuda mala suerte!

 —No puedes decidir eso tú —argumentó uno de los estudiantes, no obstante, el chico negó con la cabeza y les dio la espalda.

 —Soy el presidente del consejo estudiantil, lo que yo diga se hace, no hubo un acuerdo rápido y no puedo esperar a que se sigan sacando las malditas greñas por un proyecto que seguro no harán bien. Ya han perdido su oportunidad, les toca acatarse a mis órdenes o no participarán en el festival. Aún así, no creo que quieran faltar, pues tendrán que hacer exámenes en ciertas materias si faltan al evento. —El presidente llevaba todas las de ganar, su autoridad y personalidad realmente iban de la mano, nadie se atrevió a contradecirlo, incluso Pablo levantó su mirada para voltearlo a ver indiferentemente.

 —Oh, Rance haciendo de las suyas —susurró el muchacho mientras bostezaba.

 —Esperen… ¿No se supone qué un festival escolar debe ser divertido? —Por primera vez Esmeralda levantó su voz, sus compañeros no esperaron que ella fuese quien hablase por el grupo, ni siquiera el representante de la clase tuvo los pantalones de contradecir a Rance.



#18867 en Fantasía
#3987 en Magia
#26737 en Otros
#3971 en Humor

En el texto hay: romance, chicas magicas, accion y drama

Editado: 11.04.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.