Crónicas de una Maho Shoujo

Historia 5: El mimo

Historia 5: El mimo

 Nuestras heroínas estaban combatiendo contra un oponente muy molesto, en sí no presentaba ninguna amenaza extrema para la ciudadanía, pero sí provocaba malestar en general, especialmente a los transportistas. Así como decía el título de esta historia, el enemigo era un mimo, un artista vestido de blanco y negro, carente de voz, colores o armonía. Sí, el opuesto definitivo del payaso.

 —¿Y este sujeto de dónde salió? —cuestionó Magical Luz con cierta molestia.

 —No lo sé, pero debemos detenerlo. —La mano zurda de Magical Fénix se llenó de fuego, posteriormente cargó contra el mimo y le lanzó un puñetazo directo al rostro. Por desgracia, su ataque no dio en el blanco, ya que una barrera invisible detuvo el impacto, el mimo simplemente movió sus manos hacia el frente, al hacerlo la pared empujó a Wendy siete metros hacia atrás —. No de nuevo, ¿es qué no podemos pasar su defensa? —Las chicas llevaban ya media hora combatiendo al mimo, éste solo contraatacaba, mantenía su distancia y creaba murallas transparentes que neutralizaban los ataques físicos y mágicos.

 —Debemos romper esos muros invisibles. —Unas ramas salieron del suelo y golpearon la pared que levantó el mimo con sus poderes, sin embargo, tampoco fueron capaces de penetrar su defensa férrea. Las cosas no iban a permanecer igual para siempre, el mimo cambió su postura, ya no tenía las manos al frente, en vez de ello empezó a hacer la mímica de un lazo vaquero.

 —¡Esto es malo! —Exclamó Wendy, la chica fue atrapada como si fuese una vaca, entonces sintió la presión del látigo invisible sobre su cuerpo —. Ah…—Magical Fénix soltó un grito ahogado, casi erótico de hecho, el mimo la levantó dos metros sobre el suelo y comenzó a estrujarla con una fuerza demoledora. Y no solo eso, los gemidos eróticos de Wendy tampoco ayudaban, Esmeralda llevó su mano diestra al rostro y también se ruborizó.

 —¿Es necesario qué gimas tanto? —cuestionó nuestra heroína.

 —¡No deberías ayudarme en vez de preguntarme eso! —Wendy no dejó de gemir, su cuerpo reaccionaba por sí solo, incapaz de mantener la cordura por mucho tiempo. El mimo no se detuvo ahí, con su otra mano libre lanzó un látigo invisible alrededor de Esmeralda, no obstante, la chica dio un salto hacia atrás para evadir el ataque.

 —Rayos, necesito acercarme, pero mis ataques son bloqueados por la barrera y si me alejo demasiado no podré ayudar a Magical Fénix. —Esmeralda no sabía qué hacer, en su mente rondaba la misma pregunta repetidas veces: ¿Cómo vencer a un mimo?, fue ahí donde un foco se le prendió en la cabeza…

 ¡Hacerlo hablar!, ¡o provocarle algún sonido corporal!, después de todo, los mimos basaban su arte en la mímica, incluso un individuo sobrenatural se regía bajo los mismos principios. No obstante, la pregunta del millón apareció… ¿cómo romper el silencio de un mimo?

 —¿Hola?, ¡Magical Luz!, ¡necesito ayuda! —Wendy fue agitada repetidas veces hasta que su rostro golpeó el suelo, por fortuna, el trancazo que se metió fue suficiente para liberarse y retomar un poco la distancia con su antagonista —. Gracias por tu ayuda —comentó sarcásticamente.

—Oye, estaba pensando en cómo ganar, aparte has conseguido liberarte sola.

 —Da igual, ¿encontraste algo? —preguntó Magical Fénix, las dos chicas no despegaron sus ojos del mimo, simplemente retrocedieron un poco más hasta llegar al principio de la carretera. Como ya tenían tiempo luchando los civiles huyeron desde hace rato, facilitando así el espacio y magnitud de las técnicas.

 —Aparte de tus gemidos raros encontré la manera de vencerlo, necesitamos que pierda su silencio. —El argumento de Esmeralda era obvio, si un mimo hacía ruido entonces dejaba de serlo, incluso el cerebro poco desarrollado de Wendy comprendió la analogía.

 —Muy bien, ¿y cómo lo hacemos?

 —Sigo pensando en ello, ¡aquí viene! —El silencioso enemigo cargó contra ellas haciendo la mímica de una espada, lo peor era que no sabían qué tipo de sable-espada estaba imitando, la longitud de la misma o si poseía propiedades sobrenaturales. En resumen, estaban con una severa desventaja.

 Las dos chicas no poseían experiencia en combate con armas blancas, si ellas se quedaban dentro del rango de alcance los resultados podrían ser desastrosos, por ende, Esmeralda y Wendy retrocedieron más de la cuenta. Aún así, el mimo repitió su carga salvaje mientras blandía su arma invisible.



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En el texto hay: romance, chicas magicas, accion y drama

Editado: 11.04.2019

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