Crónicas de una Maho Shoujo

Historia 21: ¡La cagaste!

Historia 21: ¡La cagaste!

 Los pasillos escolares nunca dejaban de estar en constante movimiento, alumnos de diversos grupos circulaban por ahí hacia diversos destinos. Había un dicho muy particular que decían los ancianos: Las paredes oyen, o en este caso, los pasillos, más en una escuela preparatoria, donde los chismes y demás rumores andaban siempre a la orden del día.

 El jueves no era el día favorito de Esmeralda, a poco tiempo del viernes, pero lejos del fin de semana todavía. No obstante, tampoco la frustraba tanto como los miércoles, o peor, lunes. ¿Y por qué tanto interés por la fecha?, fácil, la cita acordada fue pospuesta para el sábado, quedaban dos días de planeación interna para aclarar sus pensamientos.

 ¿Debía ser novia de Pablo Casanova?

 ¿Quedar solo como amigos?, sí, eso era lo ideal, evitar cualquier relación con los no involucrados a lo sobrenatural era en teoría, la opción correcta. Por desgracia, ella no era tan fuerte, necesitaba tener una vida normal para sentirse tranquila y de hecho, el ser una heroína no estaba entre sus planes a largo plazo.

 Aun así, ¿valía la pena?, arriesgar a Pablo no tanto al peligro de su profesión, lo que a ella realmente le preocupaba era el tiempo que podía pasar con él. ¿Qué tal si en un momento romántico apareciese una emergencia?, ¿merecía el muchacho una relación a medias?, no, definitivamente no.

 Pablo Casanova estuvo solo desde un comienzo, tener que aguantar fragmentos de soledad por cuestiones que iban más allá de su percepción era injusto, desde cualquier punto de vista, aún si él rechazara la afirmación y resistiera con el poder del amor, Esmeralda no se sentiría cómoda con eso.

 —Oye, Wendy… —Las dos chicas caminaron hacia el patio trasero con sus dos almuerzos en mano, debido a la ansiedad del fin de semana, Casanova no las acompañó.

 —¿Qué ocurre? —cuestionó su amiga.

 —¿Qué debo hacer, Wendy? —La chica ya sabía el dilema moral de su compañera, sin embargo, negó con su cabeza repetidas veces.

 —No lo sé, yo no soy tú, mi reacción sería de acuerdo a mi personalidad e ideologías. Pero no pensamos lo mismo, tú y yo somos personas diferentes, poner mi opinión es innecesario. —Aunque las palabras de Wendy fuesen duras, nadie podía tacharla de mentirosa, en el lugar de Esmeralda, la rubia no dudaría ni un segundo al momento de expresar su amor. Ella era una persona apasionada, que no tenía ninguna dificultad para demostrar sus sentimientos, por algo su elemento era el fuego.

 Siempre ardiente y apasionada, sin temor a detenerse frente a la adversidad, ese tipo de persona era Wendy.

 —Es verdad, lo lamento.

 —No te disculpes tanto, ¡animo, Esmeralda!, yo sé que podrás solucionar tu problema. Eres Magical Luz, después de todo.

 —Gracias…

 Nuestra heroína estuvo debatiendo un montón de cosas en su imaginación, miles de posibilidades se acumularon en medio del subconsciente y al final solo pudo llegar a una conclusión: “No tengo ni idea”, por más que le diese vueltas al asunto fue incapaz de arreglarlo, por lo menos en la simulación.

 Tras acabar el almuerzo y vagar un momento por el patio, las dos chicas decidieron volver a clase. O al menos eso pensaron, al llegar a la mitad del pasillo fueron interceptadas por un grupo de seis chicas, todas ellas eran físicamente muy atractivas, vestían el uniforme escolar un poco más recortado que las demás y bastante pegadito al cuerpo. Sus cabellos repletos de adornos, rostros embellecidos con maquillaje y accesorios manuales, como celulares o pulseras, las hacían ver diferentes al resto de las compañeras.

 —Vaya, ¿a quién tenemos aquí? —La líder de las chicas guapas habló primero, ella tenía el cabello negro y piel morena, sus piernas estaban tonificadas gracias al ejercicio, lo mismo ocurría con su abdomen y brazos. Parecía una súper modelo bien cuidada, no obstante, lo que arruinaba ese escultural cuerpo era el semblante agresivo que cargaba.

 —Hola, ¿qué pasa? —Esmeralda sabía que ellas acosaban chicas impopulares o feas, no obstante, nunca tuvo problemas con aquel grupo en el pasado.

 —Nada, solo queríamos tener una charla con el dúo más curioso de esta escuela, ¿verdad, chicas? —Las demás solo asintieron con una risita sospechosa, Wendy alzó su ceja izquierda en señal de alerta.

 —Oh, entonces no hay problema, podemos hablar en paz. —Esmeralda realmente no sintió ninguna hostilidad, de hecho, pareció agradarles a las chicas que la estaban interrogando.



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En el texto hay: romance, chicas magicas, accion y drama

Editado: 11.04.2019

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