Crónicas de una sirena enamorada 3

¿Quien es Jaccu?

—¿De verdad piensas ayudarlo? —cuestionó Joseph un tanto sorprendido y a la vez molesto por la decisión de su esposa —después de lo que su padre le hizo a tu familia? 

—Se me ocurrió una idea —comentó la sirena y le pidió a sus hijos acercarse para que también escucharan su plan —ese tierno gato que traía Evan me hizo entender algo —decía Lumina con un tono de picardía en su voz —¿Se fijaron en cómo se comportaba el animal al acercarse a Adón?

—No comprendo lo que tratas de decir —dijo Jocelyn —¿Qué tiene que ver la actitud del gato en todo esto? 

—Adón no es como su padre, hay bondad en él y eso es algo que podemos aprovechar. Si traemos al príncipe de nuestro lado y lo guiamos por buen camino, singificaría el fin de todo esto y él sería un buen rey para su nación. Así, recobraría la alianza que alguna vez hubo entre Marania y Tritonia. 

—Espera Lumina —intervino Joseph —¿Tratas de decir que usarás al príncipe para debilitar a su padre?

—Soy una sirena, es mi naturaleza jugar de esta manera —contestó Lumina con una tierna expresión de maldad en su rostro —en caso de que las cosas se pongan difíciles, acudiré a mis viejos hábitos de usar hechizos. 

—¡Qué lista eres, mamá! —exclamó Christopher. 

—Cielo, ¿alguna vez me hechizaste? —cuestionó el marinero. 

A lo que Lumina respondió —el único hechizo que lancé sobre tí fue para localizarte, ¿cómo crees que sabía en qué puerto estabas? Es por ello que nadaba junto al Marsella ¿Recuerdas? 

Joseph sonreía al revivir los recuerdos del día en que conoció a la joven y hermosa sirena que hoy tiene como esposa y madre de sus hijos. —¿Cómo olvidar esos tiempos, en que sin pensarlo, encontré el amor que tanto anhelaba?

—Vamos, ya basta de cursilerías —interrumpió Christopher —madre ¿Cómo viajaremos hasta Marania sin que esa sirena llamada Coral nos descubra?

Lumina pensó hasta que pudo recordar algo que sería de gran ayuda —¡Eso es! —exclamó —¿Cómo no pensé en esto antes? —la sirena saltaba de emoción al encontrar la posible solución a todo este problema —acabo de recordar el punto débil de Coral. 

—¿Y cuál es? —preguntaron los demás al unísono. 

Lumina les contó que cuando Coral y su padre, el rey tritón se enfrentaron a muerte en el portal de South Sandwich Trench, la temible sirena emprendió la huída al percatarse de que el gran Iryatum estaba suelto. Pero, debido a su miedo, nadó desorientada, fue entonces cuando Ranhir tomó ventaja y pudo capturarla. Pero, de algún modo, Coral escapó. Desde ese entonces nadie volvió a verla. 

—A ver si entendí —dijo Jocelyn —¿le tiene fobia a la criatura del Tánzur?

—Sí, y necesito que ustedes dos aprendan a dominarla —demandó la sirena. 

—¿Es menester que nuestros hijos se expongan a tal peligro? ¿No puede hacerlo en Tánzur? ¿ O tu madre? He visto que ella es una gran domadora de bestias. 

—La idea de llevar este plan a cabo, es que nadie más lo resulte lastimado. Tengo fe en mis hijos, son guerreros fuertes y tú eres testigo de ello —expresó Lumina —ya es hora de ponerle fin a esto y, ¿Qué mejor manera de que los descendientes de Tristán, padre de Tritonia lo hagan? 

—Cuenta conmigo, madre —contestó Crhistopher y miró a su hermana quien también aceptó el reto de controlar a Iryatum. 

—Si ustedes van, yo también iré. Es mi deber proteger a mi familia —manifestó Joseoh. 

—Los Verlander ya estaban decididos a salir a luchar contra Coral, mientras tanto, Adón luchaba por convencer a Stara de ayudarlo a salvar a sus padres. 

—¿Por qué acudes a mí si tu padre asesinó a mis hermanos mayores? ¿Qué te hace pensar que accederé a tu petición? —habló Stara con una actitud fría y cortante, pues no toleraba ver al príncipe maranio parado frente a su puerta —¡Contesta, Adón! 

Jaccu comenzó a maullar cuando Stara le hablaba fuerte al príncipe, entonces Evan comenzó a analizar la actitud del animal. “¿Por qué siempre se altera o actúa de ese modo? Siempre se refugia en Adón” —pensó. 

El príncipe se arrodilló frente a Stara y puso al gato a un lado de él —le imploro que escuche —dijo sollozando —Coral tiene a mis padres cautivos. Si ustedes me ayudan, prometo interceder por ustedes y evitaré que mi padre vuelva a atacar Tritonia. 

—¿Bromeas? ¡Mírate! —intervino Evan —Atolón te golpea ¿Cómo crees que podrás interceder? ¿Qué quieres, que te asesine?

—No me importa si mi padre acaba con mi vida, de igual forma ya lo hizo años atrás —contestó Adón empuñando la arena como gesto de ira —No soy libre, no soy feliz. Por lo tanto no tengo nada que perder, pero no puedo permitir que Coral acabe con mis padres. 

Evan se conmovió por las palabras de su sobrino, pero la actitud de Jaccu lo sorprendió aún más. El gato comenzó a lamer las manos de Adón como si tratara de consolarlo, luego, se acercó a Stara y maulló tiernamente mientras daba suaves caricias a las piernas de Stara con sus patitas. 

—Si los demás quieren ayudarte en esto, que lo hagan —habló la sirena —yo no me moveré de mi morada por salvar a Atolón. 

Cuando Stara se levantó para entrar a la casa, el gato maulló nuevamente y dio unos pasos hasta acercarse a ella. El pequeño felino se mostraba preocupado, cosa que a todos les llamó la atención. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.