Crónicas de una sirena enamorada 4

El terror de los Verlander

La conmemoración de la muerte de los reyes de Tritonia; Thaón y Ranhir, había llegado. Aquellos que habitaban tierra firme asistieron a la ceremonia que se llevaba a cabo en los palacios de Las Marianas y Kermadec. Todos, incluyendo a Evan y familiares, hicieron acto de presencia. 

Como pasarían varios días bajo el agua, el ex marinero le pidió a los padres de Joseph cuidar de Jaccu. El gato no era un animal de problemas, y todos sabían de quién se trataba. Los Verlander aceptaron cuidar del minino durante la ausencia de Evan, pues pensaron que sería un buen modo de entretenerse jugando con él. 

Eugene y Judith pasaban horas con el tierno animal, mientras que los demás hacían acto de presencia en la ceremonia debajo del mar. Todo era tranquilidad hasta que una noche, los señores Verlander veían la televisión tranquilamente mientras Jaccu comía atún en un rincón de la sala de estar. 

En medio de la tranquilidad que dominaba la casa, los ancianos estaban muy entretenidos viendo un concurso de deletreo, programa que se había hecho muy popular por la calidad del mismo. En ese instante, algo imprevisto pasó.

Jaccu comenzó a comportarse extraño, dejó de comer y caminó hasta la ventana en donde comenzó a emitir bufidos y gruñidos cortos. El gato trataba de defenderse o amenazar a algo desconocido para los Verlander, pero que definitivamente, Jaccu sabía que aquello que observaba era un ser peligroso en todo el sentido de la palabra. 

Judith se levantó y tomó al animal que todavía estaba alterado. La anciana observó por la ventana y no logró divisar nada, pero sí escuchó un ruido proveniente del tejado. 

—¡Judith, Judith! —gritaba Eugene, desesperado al ver que al interior de su hogar había un intruso. 

Jaccu se liberó de los brazos de Judith e intentó proteger a los ancianos a toda costa. Como un acto de valentía, el gato se interpuso entre la espada de aquel invasor y los Verlander, pero evidentemente, el tamaño era un obstáculo difícil de superar para el animal. 

Al verse interrumpida, Ambra tomó al gato por el cuello y lo lanzó hacia la cocina. Jaccu gritó de dolor, pero corrió de regreso a la sala. La apía tomó a Judith primero mientras que Eugene recordó el poder del collar de luz. Intentó frotarlo, pero Ambra se lo arrebató, ignorando que este simple hecho la dejaría al descubierto. Aquel artefacto mágico alertó a los tritones y australianos bajo el mar, mientras grababa a la malvada apía torturar hasta la muerte a los Verlander. Jaccu maullaba desesperado, pero no tuvo otra alternativa que salir por la ventana hacia la orilla del mar como si llamara a Evan para pedirle ayuda. 

Mientras tanto en el fondo del océano, terminada la ceremonia de conmemoración, Joseph veía que su collar de luz emitía una luz tenue. Preocupado, alertó a Lumina de lo que ocurría. Poco a poco, los demás se reunieron por la misma razón. 

—¡Tenemos que ir a tierra firme! —ordenó Lumina. 

Todos nadaron velozmente hasta Brisbane y encontraron a Jaccu en la orilla del mar, actuando extraño. Evan tomó al gato y miró a Joseph. Sabía que algo malo le había ocurrido a los padres de su mejor amigo, por ello, corrió hasta la casa de los Verlander seguido de Joseph y Jocelyn. Al llegar, se encontraron con la desagradable escena de los padres de Josehp muertos en la sala, tirados en el piso. 

William, Nina y Tyler lloraban desconsolados frente a los cuerpos de los ancianos,  sin saber qué hacer, miraban a todas partes como si trataran de hallar una respuesta entre las paredes de la casa. Mientras que Joseph caminaba lentamente, atónito y enojado a su vez, viendo a sus padres masacrados y sin vida dentro de su propia casa. 

—¿Por qué? —dijo mientras se arrodillaba — ¿Quién hizo esto? 

William se arrodilló junto a su hermano, diciendo —Este es el mayor acto de cobardía que he podido conocer a lo largo de mi vida. 

Pasados varios minutos, Lumina recordó el collar de luz del padre de Joseph. Ordenó buscar la pieza por toda la casa, ya que al percatarse de que Eugene no lo tenía puesto, era porque se lo habían arrebatado. 

—Recuerden que de ese modo sabremos quién es el responsable de la muerte de los señores Verlander —manifestó la sirena —no descansaremos hasta encontrar ese collar. 

Luego de varios minutos de búsqueda, Tyler encontró el collar de luz de su abuelo. Lo observó por una fracción de segundos y preguntó —¿Es este? 

A lo que Lumina comentó —¡Sí! —La sirena tomó el collar y le ordenó a Christopher llevarlo a Tritonia para que Andrómeda lo leyera y dijera quién asesinó a los padres de Joseph. 

El joven corrió hasta la orilla, sumergiéndose y cambiando de forma, nadó velozmente hasta la fosa de las marianas. Lleno de mucha ira, el hijo de Lumina no se detuvo por nada del mundo hasta llegar al palacio de Tritonia del Norte. Quería saber quién había asesinado de semejante manera a sus abuelos. Christopher estaba enojado sobremanera, y en silencio,se juró a sí mismo asesinar con sus propias manos al responsable de la muerte de los Verlander. 

Varios soldados tritones divisaron al nieto de Ranhir a lo lejos, en ese momento y a juzgar por la expresión del joven, supieron que las cosas en tierra firme no estaban bien. Por tal motivo, nadaron hasta llegar con Leyniker para dar aviso de la presencia de Christopher en el reino. Uno de los soldados logró ver que el joven portaba un collar de luz en sus manos, por lo que el rey de Tritonia del Norte nadó al palacio de las Marianas para estar al tanto de lo que pasaba. 



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En el texto hay: magia, sirena, marinero

Editado: 05.02.2024

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