El primer día de secundaria, un inicio nuevo, un lugar nuevo, amistades a formarse y sobre todo un infierno por desatarse.
Ella es Alyssa, tiene 12 años y hoy es un nuevo comienzo para ella. Acaba de mudarse, durante el verano pasaba los días pensando cómo sería su nueva vida y su nueva escuela, sin imaginarse lo que llegaría a pasar cuando el cambio llegara a notarse. El primer día suele ser complicado, sobre todo para Alyssa pues es una chica tímida, no le gusta socializar y eso podría traerle algunos problemas en el futuro. Pero por ahora todo está bien o eso creyó ella.
Alyssa conoce a alguien, Cristal son compañeras de clase y su primera amiga; con el pasar de los días Cristal demuestra ser el tipo de persona en la que puedes confiar ella era amable, comprensiva y jodidamente loca, no se alejaba mucho de cómo era Alyssa.
Pero con el paso del tiempo las personas empiezan a hablar puesto que Alyssa no era exactamente el tipo de chica perfecta que la sociedad propone, ella era morena, su peso no era el adecuado, sus pestañas no eran risadas ni era alta.
Pasado el primer mes de clases, Alyssa empieza a sufrir bullying por parte de sus compañeras, comentarios como:
"Ahí viene la gorda"
"¿Creíste que podías encajar?"
"En la oscuridad no te ves"
empezaron a aparecer, pero a pesar de todo Cristal no la abandono, no le importo cuantas criticas recibiera.
Con el paso de los días, Alyssa empieza a entablar amistades, pero no las de una típica chica, ella se hizo amiga de los chicos; ellos a pesar de todo no la juzgaban y amaban su manera de ser, sus bromas, simplemente la amaban a ella. No paso mucho tiempo antes de que alguien captara su atención Ethan, uno de sus compañeros de clases.
Ethan era alto, delgado y de ojos claros, era el chico ideal para Alyssa, pero ella no creía ser lo suficiente.
Un día, sus compañeras notaron lo encantada que estaba Alyssa por Ethan y decidieron que era hora de que ella experimentara ser “la nueva”.
Una vez terminada la práctica de futbol empezó lo que seria un momento que Alyssa no olvidaría nunca.
Natalia, la capitana del equipo junto a su grupo de amigas, apodadas “las muñecas” acorralaron a Alyssa y mientras dos de ellas la sostenían, Natalia hacia comentarios como:
“Eres tan ilusa”
“Voy a darte lo que mereces”
“Ethan es mío”
Mientras la golpeaba, finalmente la soltaron y la dejaron casi muerta, sin poder respirar, sin poder pedir ayuda, sin saber el porqué, sin entender nada.
Alyssa llega a casa, no sabe que hacer, solo puede llorar mientras su nariz sangra e intenta callar para no llamar la atención de su familia. Al caer la noche, se mira en el espejo y no se reconoce, llora en silencio su alma destrozada, su corazón partido y su mente perdida en el espacio.
Este fue el inicio de Alyssa, un infierno para ella, del cual no es culpable.
“Tuve un pésimo día, estoy acostada en mi cama mirando el techo preguntando ¿con quién puedo correr para contarlo? ¿A quién puedo hablarle al menos para distraerme o platicar sobre lo que pasó? Y ahí, me doy cuenta que estoy sola, que no a todos les interesa como te sientes, o que te paso o si quieres llorar. Nadie debería de guardarse esas palabras de tristeza, así que tu que estas leyendo esto espero que al final del día tengas a alguien a quien contárselo, no mereces estar solo. Y si no lo tienes, aquí estoy.”