Capítulo 10

Desde que papá entró en nuestras vidas mamá ha estado de muy mal humor, también ha tomado bastante y se me hizo costumbre dormir en la habitación de Jay cuando ella llega gritando que odia ser nuestra madre, en el caso de Jay, a él le ha ido súper bien con su novio y eso de alguna manera me ha hecho feliz solo que se me hacía doloroso que mi hermano ya no pasara tanto tiempo conmigo, solo lo hacía cuando estaba peleado Samuel. Hoy era una de esas veces; es de noche y Jay salió de fiesta aprovechando que mamá no llegaría tarde, eran las 11:05 p.m. y yo no podía dormir así que comencé a leer, en las últimas semanas los libros se habían convertido en mi compañía, incluso comencé a escribir un diario que pretendía convertirlo en un libro cuando fuera grande.
Escuché que alguien se acercó a mi puerta y comenzó a golpearla fuertemente, los gritos de mamá no tardaron en escucharse así que cerré mi libro y con miedo apagué la luz y me metí a la cama cubriéndome completa con mi cobija. Me encuentro en las llamas de infierno.

•••

Sé que dije que era feliz porque mi hermano es feliz pero cuando me deja sola y mamá se vuelve loca golpeando la puerta de mi habitación, sinceramente detesto esa sonrisa que pone en las mañanas.
Nuestra madre no llegó a desayunar supuse que estaba demasiado sumergida en su sueño entonces no la desperté, sino que comí en silencio, escuchando el teclado del celular de mi hermano y de vez en cuando también sus risas. Después de comer me alisté, pero vi que Jacob saldría de casa.

--¿Qué hacés?
--¿Ah? --me miró por primera vez en la mañana--Ay Anny, iré por Sam y.…
--Bueno--dejé de mirarlo. ¡Estoy tan molesta!
--Hey, Anny--se me acercó--No estés celosa.
--Adiós, Jacob--tomé mi mochila y salí de la casa.

No quería ir a la escuela porque sabía que mi día solo empeoraría, pensé en no volver a casa, en ir donde papá o donde abuela, solo quería huir de todo lo que sucedía. No me fui; solo me quedé en aquel parque donde solía jugar con mi hermano hasta que empezó a oscurecer, tomé mi mochila y me fui a casa.
Todo estaba apagado entonces tuve que esperar no sé cuánto tiempo hasta que alguien llegara, quien llegó fue papá y me invitó a comer un helado. No solo hicimos eso; por primera vez conocí un cine, fue muy emocionante ver una película en algo tan grande, también comimos hamburguesas y al final me compró lo que me prometió, fue una noche maravillosa, por primera vez me sentí parte de algo y por primera vez me sentí querida.

--Sabés, Anahí, si no querés vivir con tu madre podés decirme.
Eso no lo esperaba.
--¿En serio?
--¡Claro! --dijo sin apartar la vista de la calle.
--Debería pensarlo, no quiero alejarme de Jacob.
Aún más...
--Tenés razón, son muy unidos y además no es buena idea de Sam y él estén en el mismo techo.
No, eso sería lo peor.
--Anahí, creo que por hoy es mejor que te quedés conmigo--dijo al ver que las luces de mi casa estaban apagadas.

Al llegar a su casa nos encontramos con Samuel, aunque me saludó yo solo miré al suelo sin contestarles. Papá me llevó a la cocina donde se encontraba su esposa, ella era muy hermosa y también era una muy amable conmigo.
En todo el rato pasé muy callada solo si no me preguntaba; curiosamente Samuel estuvo toda la noche en su habitación, de hecho, se fue al rato de mi llegaba. A pesar de que me sentía insegura en esa casa, al llegar la hora de dormir me sentí muy feliz, tal vez sí me quedaría a vivir aquí. Me siento amada.

•••

La esposa de papá lavó mi uniforme entonces pude ir a la escuela con ropa limpia, aunque ésta terminó ensuciándose cuando Maripaz me atrapó con sus garras y comenzó a golpearme con aquellos niños de quinto grado sin dejarme inconsciente, fue con si supieran que nadie vendría por mí.
Llegué a casa llevándome la sorpresa de que mamá estaba y también se encontraba sobria.

--Anahí--dijo y no olvidaré lo que dijo después--Jacob se suicidó anoche.

Sé lo que significa "suicidio", una vez escuché a mi hermano decirle a Samuel eso y después le pregunté qué era.

--Jay...