Crónicas del Fénix del Mar

Capítulo 14. Bajo Un Monstruoso Ataque

WingzemonX & Denisse-chan
CRÓNICAS del FÉNIX del MAR

CAPÍTULO 14
BAJO UN MONSTRUOSO ATAQUE

Las inusuales sacudidas continuaron, la mayoría un poco más ligeras, pero una que otra igual de violentas que las primeras. A simple vista se sentían inconsistentes y erráticas, pero poniendo un poco más de atención se podía detectar cierta “intencionalidad” en algunas de ellas.

En cubierta, los hombres intentaban mantener el control del barco y de las velas, y de paso mantenerse de pie ellos mismos. Ambas cosas resultaban no ser para nada sencillas, pues encima de todo el viento y la lluvia no habían cedido en su intensidad. Henry intentaba mantener el orden y la calma entre los hombres, dándoles las instrucciones más claras posibles. Eso ayudaba en parte a que el caos no se desatara, pero la inquietud era evidentemente un sentimiento común.

—¡Definitivamente hay algo debajo de nosotros! —espetó Luchior con fuerza desde el timón. De inmediato accionó una palanca lateral para que el timón se mantuviera fijo en su sitio y pudiera en su lugar apoyar en otra cosa.

Era un pensamiento evidente, aunque lo que resultaba menos evidente era “qué” había debajo de ellos con exactitud.

Mientras todos los demás se encargaban de sus respectivas tareas, Shui se abrió paso hasta aproximarse a la mitad de babor. Se apoyó con sus manos firmemente contra el barandal, y se inclinó pronunciadamente al frente, asomando casi la mitad de su cuerpo fuera del barco. Sus agudos ojos verdes se fijaron en el agua agitada, y sus oídos se enfocaron en el sonido del viento y mar golpeando el casco del barco, intentando percibir cualquier cosa inusual en ella.

—¡Shui! —escuchó que Henry le gritaba a la distancia—. Ten cuidado, no te arriesgues innecesariamente.

—¡Guarden silencio y déjenme oír! —les gritó con fuerza la contramaestre sin cambiar su posición.

Al inicio no pareció haber nada raro, pero de pronto comenzó a ver una mancha oscura moviéndose debajo de la superficie de agua, volviéndose poco a poco más apreciable.

—Creo que es un… —murmuró Shui en voz baja, pero su pensamiento no logró terminar de formarse pues se dio cuenta que esa mancha oscura se volvía cada vez más visible y más grande… porque se aproximaba a la superficie.

La contramaestre reaccionó con sus agudos reflejos lanzándose hacia atrás, un segundo antes de que aquella larga figura pálida y húmeda saliera disparada del mar como un proyectil. A primera vista fue confuso para todos entender lo que era, incluso para Shui. Era alargado y grisáceo, de apariencia viscosa y brillosa, que se agitaba de un lado a otro. Era como si fuera algún tipo de gusano gigante, o la cola de una serpiente… o un tentáculo.

—¡¿Qué demonios…?! —exclamó alguien entre la multitud, rompiendo el solemne silencio que se había formado. Y lo siguiente que se oyeron fueron varios gritos de asombro y horror cuando lo que fuera ese largo tentáculo gris se dobló hacia ellos, cubriéndolos con su sombra como si fuera a aplastarlos.

Los hombres comenzaron a correr intentando salir de su alcance, excepto Henry que permaneció de pie en su sitio. Al ver cómo esa cosa se aproximaba hacia ellos, en lugar de huir su primera reacción fue aproximar su mano hacia su costado izquierdo y desenfundar rápidamente uno de sus revólveres, y en el mismo movimiento apuntar y disparar. La bala golpeó el tentáculo justo en un costado, deteniéndose de golpe en su sitio al recibir impacto y agitándose de seguro como reacción al dolor. Comenzó a retroceder justo después por reflejo.

Aquello fue una pequeña victoria, pero corta pues ante los ojos atónitos de los tripulantes dos tentáculos más, iguales al primero, surgieron también del agua justo del otro lado del barco. Los tres comenzaron a moverse como serpientes ciegas en busca de sus presas.

—¡No se queden parados como idiotas! —escucharon de pronto que gritaba con potencia la reconocible voz de Jude, sacando a todos de su letargo inevitablemente—. ¡No dejen que rodeen el barco!

De la nada, y ante sus ojos atónitos, todos pudieron ver la reconocible silueta rojiza del capitán pirata, meciéndose en lo alto sujeto firmemente de una cuerda, lanzándose directo hacia uno de los tentáculos con su sable en mano. Al estar a la distancia correcta, blandió su arma con fiereza contra la piel viscosa de su objetivo, rasgándola con el filo lo más profundo que pudo. Un líquido oscuro y de apariencia poco agradable surgió de la herida, y el tentáculo se retorció y retrocedió.

—Capitán… —murmuró el primer oficial sorprendido, y sobre todo preguntándose en qué momento había subido hasta ahí.

—¡Manténgalos lejos de la orilla! —les gritó Jude a sus hombres, aún colgado de las alturas—. ¡Atáquenlos con lo que sea! ¡¿Me oyeron?!

Los hombres se mostraron un tanto dudosos de inicio, pero no era como que se pudieran dar el lujo de vacilar a la mitad de esa situación. Así que sin espera, comenzaron a tomar espadas, lanzas, palos o lo que fuera con tan de poder defenderse.

—¿Qué es esta cosa exactamente? —exclamó Luchior, mientras intentaba atacar a uno de los tentáculos con su cuchillo, pero sin lograr alcanzarlo demasiado—.  ¿Es acaso otro pulpo gigante?

—No, no es un pulpo —aclaró Shui a sus espaldas, ya con una espada en mano—. Esto debe ser… una medusa tiburón…



#27813 en Otros
#3865 en Aventura
#42519 en Novela romántica

En el texto hay: piratas, sirenas, princesas

Editado: 03.03.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.