Crónicas del Magín Milenario. Episodio 1. Volumen 1

Capítulo 1 "Imágenes Extrañas"

Capítulo 1

“Imágenes extrañas”

 

 

La luz del sol entra rauda por la rendija de la cortina. Iluminando un viejo VHS, un compact Disc, revistas de manga y un televisor muy antiguo. Al parecer, el cuarto pertenecía a alguien amante de la tecnología de un siglo XX distante.

De pronto, de la nada, el silencio del cuarto es perturbado por alguien, que parece haberse despertado. Dicha persona se sienta en la cama y solo atina a decir.

— Enciende luz y TV. –Al decir esto, la televisión antigua se enciende de la nada, mostrando un canal de animación japonesa. Seguido a tal acto, la luz del cuarto se enciende. Luego se dispone a ver la hora, saliendo disparado de la cama al descubrir cuál era. Toma su uniforme de colegio, ubicado en la cajonera contigua a la televisión, para comenzar a vestirse rápidamente.  El uniforme se compone por una camisa blanca de tela de algodón, con mangas largas; un pantalón azul de poliéster y rayón, de color azul marino. También cuenta con un sweater de algodón básico, de cuello V sin mangas, de color rojo sangre, y unas zapatillas de color negro azulado con cordones. Ya vestido, recoge su mochila de color roja con negro, la cual se encuentra sobre unas pesas, coloca unos cuadernos dentro y después dice. —Apagar televisor. –Al momento de hacerlo, su visión cambia radicalmente, encontrándose en aquella tierra desolada, inmensa en las ruinas.  Inmediatamente después, alza la vista y ve a esos cinco sujetos, pero solo sus contornos iluminados por colores. Aun así, la visión es algo fugaz, ya que de la nada se ve nuevamente en su cuarto. Saca su “Keigogi” (Traje para practicar Karate) del closet y luego atina a decir con una voz nerviosa.  —A-Apagar luz. –Se ve en el reflejo de la pantalla de la televisión; su mirada denota miedo y preocupación. Pero después, se dice a sí mismo. —Alexis ¿De qué te preocupas?, deberías estar acostumbrado. –Luego baja al primer piso.  Al hacerlo, va de inmediato al baño, que está casi frente a la escalera, pero ve que está ocupado, entonces se sienta en una silla cercana a esperar. Al momento de hacerlo, la puerta del baño se abre y de ella sale un hombre de unos 41 años; de aspecto trabajador, recién afeitado, que cuenta con un cabello ondulado de color negro y algo canoso, vestido de jeans clásicos junto a una camisa blanca con líneas de colores. Cuando esta persona sale, mira hacia donde se encuentra Alexis. Mira el Keigogi y le dice.

— Buenos días, hijo mío. Parece que te quedaste dormido. ¿Acaso tienes práctica después de clases? –Alexis ve a su padre y le contesta.

— Hola papá. Sí, tengo práctica, así que, creo que llegaré tarde. ¿Ya salió del baño? –Su padre, llamado René Astorga, rápidamente le contesta que sí. De esa forma, Alexis entra al baño para asearse. Al ingresar, se mira en el espejo y con su pie derecho cierra la puerta.

Después de unos minutos, Alexis sale del baño y mira la escalera, luego vira hacia la mesa y se encuentra con un desayuno especial para alguien que está atrasado. Después escucha a su padre despedirse desde la ya abierta puerta principal.

— Adiós, nos vemos en la noche. ¡Ah! Y que te vaya bien en tu práctica como en el colegio. Cuídate mucho hijo mío. –Alexis se despide estrechando su mano con la de su padre, quien cierra la puerta. Luego, Alexis comienza a desayunar a una velocidad relativamente veloz. A los pocos minutos, del cuarto ubicado frente al baño, sale una mujer de unos 39 años; con un cabello castaño claro y ojos café, vestida con una bata blanca, completamente desaliñada. Se dirige directamente al baño. Pero antes de entrar, saluda a Alexis con la mano, diciendo.

— Hola hijo, muy buenos días, me atrasé un poquito. –Alexis recién le presta atención a su madre, Gladys Pacheco, cuando ya ha entrado al baño.

Luego de un par de minutos, ya está listo para ir al colegio. Se coloca un blazer de color azul marino, con solapa tipo V, de dos botones que hacen juego con el color del blazer. En el pecho, al lado izquierdo, lleva bordado el escudo de dicho Instituto escolar. Este escudo está compuesto de un triángulo dorado, cuyo interior, en su lado izquierdo, tiene un libro de varias páginas abierto por la mitad, mientras que por el lado derecho lleva un ramo de siete espigas de trigo. Dicho escudo también lo llevan el sweater y la camisa, ubicado en el mismo lugar del blazer. De la nada, escucha por televisión algo relacionado con una protesta, que hará el día de mañana la C.U.T., pero no presta mayor atención, ya que su madre, quien ve la televisión, comenta que con eso habrá mucho tráfico al día siguiente. Luego de colocarse el blazer, echa su Keigogi a la mochila, se coloca los audífonos y enciende su reproductor de imtX, pero, sin antes, despedirse de su madre, que se encontraba desayunando. Luego abre la puerta, la cruza para salir y la cierra consigo. Al momento de hacerlo y salir hacia el jardín, ve un sobre en el piso, se inclina y lo recoge para ver el destinatario de la carta. Se sorprende al ver unas letras antiguas de color azul con brillo, que forman su nombre. Esto lo extraña, ya que no suelen llegarle cartas. A excepción de aquella vez que su prima, que vive en el norte del país, le mandó una. Alexis decide no abrirla, es más, se la guarda en un bolsillo del terno y se dirige a la reja del antejardín. De pronto, de la nada, algo lo hace devolverse nuevamente a la puerta principal, abriéndola y entrando con sorpresa a la casa. Ve que está su mamá en el comedor, y aunque se cruzan la mirada, nada se dicen. Es más, sube la escalera y se dirige a su habitación, enciende la luz en forma manual, pasando su mano por un sensor y buscando en su closet la espada de kendo. Al encontrarla, rápidamente apaga la luz y baja por la escalera casi corriendo, se despide de su madre con un beso en la mejilla y se va. Ella, viendo su situación de prisa, le dice.




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