La leyenda de Bastión
De las propiedades del segundo jinete del apocalipsis el Gran Guerra, nace Bastión aquel que protege la creación de las ofensas paganas y blasfemas, contra todo daño físico y espiritual hacia la creación divina, realizada por los malditos, en la tierra de ensueños ocurrió un gran desequilibrio por que el Bastión Guerra junto a su gran espada Devoracaos drenaba hacia lo profundo del averno toda blasfemia. De cuantas maldades se entero Bastión; Brujas, Zánganos, magos de mala índole, demonios menores y mayores tratando de ganarse el favor de Satanás, cuántas vidas sacrificadas por este terrible mal, cuantos sacrificios pero todo gracias a Bastión y Devoracaos todo excepto estas vidas inmoladas, que por el favor del altísimo se salvan de tan terrible destino, destino que le espera a los impíos. Bastión es como un niño sagrado, bendito, benevolente, santo y misericordioso y llora por el terrible destino de las vidas de estos pequeños seres inmolados guardando sus lagrimas en un cáliz del cual se esta esperando a que derrame la gota hasta la venida de nuestro señor el coronado de espinas la mejor corona de todas.
Bastión a pesar de haber sufrido las tristezas, retomo valentía, tomo por estandarte esa amargura y con celos de toda blasfemia para hacerle la guerra tal y como el nombre de el segundo jinete del apocalipsis lo dice a toda esa blasfemia.