Nunca se puede dejar de pensar, de sobreanalizar las situaciones y los múltiples finales que pudieron haber tenido.
Siempre pienso y vuelvo a lo mismo, las imágenes regresan y es difícil espantarlas.
Los días pasan y esa llamada no llega, solo tengo recuerdos, colores puestos sobre un papel que no dan ningún indicio, que no pueden decir lo que pasó.
Preferiría no llorar, pensar que tal vez ella ya es libre, por fin.
Preferiría creer que ella ya no llora, ya no.
Que tal vez encontró un mejor lugar que este.
¿Eso podría ser posible? Tal vez.
La extraño y la quiero, pero hay personas que no comprenden eso, o mejor dicho, no les importa.
Quisiera que esta situación terminará, pero no sin antes haberla encontrado, sin importar lo que esto signifique.
Viva, pero destruida. Muerta, pero a salvo.
No, ella estará bien, lo está, es agradable pensar que sí.
Ojalá.