Recuerdo haberme levantado en el cuarto de Rina, estaba acostada en la cama contigua donde muchas veces había dormido cuando en algunas ocasiones me tocó quedarme en casa de Los Harris cuidando de noche a mi princesa. Enseguida recordé todo lo sucedido y pensé en mi niña, luego con mis ojos muy abiertos recorrí con mirada escudriñadora todo el recinto pero ni ella ni ninguno de los habitantes de la casa estaban presentes por lo menos en la proximidad. Por un instante pensé que todo había sido un sueño, cuando de pronto entró Gladys como siempre la había visto, pero sus manos delataban su semejanza a lo que yo denominaría piel de serpiente. Ella me sonrió cariñosa como siempre y me ofreció un vaso de agua azucarada expresándose en tono comprensivo:
—Ah, querida Alicia…, todos en esta casa llevamos mucho tiempo queriendo revelarte la verdad cariño —hizo una pausa en la que me acercó un vaso para que bebiera el contenido y al percibir mis dudas me dijo calmadamente:
—Querida somos de fiar, es agua con azúcar como puedes ver, te va a caer muy bien, de verdad te diste un fuerte golpe en la cabeza, cómo lo lamento…, mirá lo primero que quiero expresar es que somos seres de bien…, y luego queríamos decirte que nuestro cariño hacía ti es muy sincero — hizo una pausa y por primera vez me fije en algo que había pasado desapercibido para mí, que ella también tenía sus ojos algo angulosos pero ahora se notaba más, además sus iris lucían tenuemente colorido y sus pupilas algo triangulares, pero igual me sentía confiada, así que acepte el vaso de agua y me senté al borde de la cama para pensar un poco antes de hablar.
Luego dirigí mi mirada curiosa y confiada a la vez y pude expresarme claramente:
—Gladys…, o quién quiera que seas o como te llames.
Ella enseguida respondió:
—Mi nombre es Xuxunela…, en realidad soy la madre de Clemente o más bien Xinuel, lo que sucede es que quise más bien aparecer bajo la figura de ama de llaves a los efectos de poder ganarme la confianza tanto tuya como de otros empleados que pudiéramos necesitar, así los podía espiar mejor por así decirlo —mostró sus colmillos al sonreír en tono algo bromista—. Además en la cultura terrestre la suegra es una figura conflictiva por así decirlo…, caray, ustedes los terrícolas tienen sus cosas —su rostro denotaba un semblante picaresco.
Me llevé las manos a la cabeza en señal de incredulidad, no podía creer que todo lo que estaba viviendo fuese real y honestamente el cariño que le tenía a Laura, a Gladys y en especial a Rina o cualesquiera que fueran sus nombres verdaderos me habían hecho normalizar aquellas extrañezas que había pasado por alto múltiples veces.
La miré con seriedad y le comenté:
—¡Guau!, desde que tengo uso de razón siempre he escuchado que no estamos solos en el universo…, pero jamás imaginé que yo durante todo este tiempo he trabajado para alienígenas… ¡Ay, las cosas de la vida! —baje las manos en señal de impotencia y miré resignadamente Gladys o mejor dicho a Xuxunela, pero sintiendo plena confianza bebí el vaso de agua y al terminarlo más tranquila le pregunté:
—¿De qué planeta provienen?
Ella enseguida respondió:
—Querida Alicia, provenimos de Sirlandia exoplaneta al que ustedes han denominado Próxima Centauri b que es el exoplaneta más cercana a su Sol —hizo una pausa y miró hacia la ventana en el que se podía ver ya un colorido crepúsculo que empezaba a mostrar las primeras estrellas en el firmamento y luego continuó conversando—: no te imagina lo basto que es el universo querida Alicia, pero hablando de nuestro planeta el mismo se encuentra en la zona habitable de la estrella enana Próxima Centauri, estamos a 4,23 años luz de la tierra, pero ingresamos por diversos portales dimensionales al igual que otras razas alienígenas que habitan el planeta y que caminan tranquilamente de incógnito entre ustedes los terrícolas.
Recuerdo que por un instante miré hacia la ventana embotada de información y pensé por un instante que mi cerebro iba estallar con este conocimiento tan revelador.
Sintiéndome más en confianza me atreví a preguntar:
—¿Cuál es la misión de su raza en la Tierra?
Ella enseguida me respondió:
—No hay una única respuesta para esta pregunta querida Alicia…, hay muchos motivos en realidad para estar entre los humanos, algunos seres de nuestro planeta han hecho de la Tierra su hogar estableciendo negocios y comercios prósperos, otros trabajan en misiones especiales de diplomacia interestelar como es el caso de mi hijo Xinuel para ti Clemente el ausente, en el caso de mi hijo, él es lo que ustedes llaman un especialista en relaciones internacionales cuya misión es establecer lazos de confianza y armonía entre los gobernantes de la civilización terrestre y las diversas colonias alienígenas más allá incluso de Sirlandia o Próxima Centauri b como ustedes los terrícolas le han denominado; de hecho, no te puedes imaginar los momentos tan delicados y conflictivos que ha vivido la humanidad y que gracias a la diplomacia se han solucionado positivamente, despertando la humanidad a otro día de vida mas sin siquiera imaginar el peligro que corrían.
—Querida Gladys o mejor dicho Xuxunela…, ¡Ay, Dios, qué locura!…¿Cómo se llaman los de tu raza alienígena? , si es que es apropiado preguntarlo de ese modo —Alicia miró a Gladys con ojos penetrantes y agudos, ávidos de respuestas y Gladys no tardó en responder:
—Xirquitanes en nuestro idioma, en lenguaje terrícola: serpientis admigoras
La miré con seriedad y le respondí:
—Vaya, vaya, me siento como despertando de un ensueño…, una pregunta más por curiosidad: ¿por qué Xinuel no se presentó desde el comienzo ni aparece jamás bajo la forma humana como ustedes tres?, veo que todo el tiempo ustedes han usado algún tipo de traje…, si es qué así se puede decir?
Ella afirmó el hecho y me explicó:
—Querida Alicia, con un dispositivo óptico creamos la ligera ilusión de tener un tamaño un poco menor al que realmente tenemos y además usamos una segunda piel que se ajusta perfectamente a nuestro cuerpo y no nos molesta para nada, pero en el caso de Xinuel específicamente, el ha desarrollado una extrañísima a lo que ustedes se refieren en términos humanos como alergia, no resiste la piel e incluso ha sangrado el poquísimo tiempo que ha debido ajustarse la misma al cuerpo y lo peor el cabello humano le hace escaras en la cabeza…, mi pobre hijo, vivir en la tierra ha sido para él una verdadera calamidad en ese sentido.