Capítulo 14 La despedida

Días previos Xinuel y Laura me hicieron un pago adicional más que generoso que yo he invertido muy bien en mi educación y en la de mis hijos. Cabe destacar que mi compromiso con el cónclave de niñeros de seres alienígenas es inquebrantable y una vez al mes nos reunimos en diversos puntos estratégicos secretos. Nuestra misión es continuar afianzando una línea en la educación para que nuestros pequeños se conviertan en unos seres de bien, con una educación impecables que les permita desempeñarse siguiendo los parámetros de excelencia donde quiera que vayan a desempeñar sus funciones laborales futuras en los diversos planetas y exoplanetas que forman parte de este basto universo.

En mi caso personal he hecho especializaciones en psicología infantil y crianza respetuosa así como he venido desarrollando un ensayo que va a tener por título: La incorporación respetuosa de niños y adolescentes alienígenas en la sociedad terrestre.

Pero en aquel entonces una vez que partieron, la casa quedó a cargo de la administración de la embajada alienígena Próxima Centauri b, ubicada en las entrañas del Cerro El Ávila discretamente oculta en las adyacencias del Topo Goreing ante la mirada impávida de los caraqueños aún sumergidos en el letargo de un humanidad pura y simple y de unos excursionistas que no se percatan de la presencia de una imperceptible entrada entre un cúmulo de rocas donde muchos de ellos incluso se sacan diversas fotografías y videos que luego envían a sus amistades a través de las redes sociales ignorando lo que está oculto en las entrañas del lugar.

Algo que he aprendido de los alienígenas es que la mejor manera de ocultar algo es hacerlo parecer natural a simple vista haciéndolo incluso parte de la vida cotidiana.

Pero volviendo a la última vez que los vi, recuerdo claramente aquel 27 de mayo del 2006 cuando nos despedimos Los Harris y yo entre lágrimas y abrazos.

Rina me abrazaba con el alma y yo a ella llenas de la nostalgia propia de aquel futuro donde nuestras presencias ya no serían cotidianas y la verdad dejar atrás a la gente que amamos siempre es muy duro, pues nuestros corazones humanos son generosos con las buenas personas que nos valoran y nos brindan afecto.

Recuerdo como si fuera ayer el día de nuestra despedida, era de noche y las estrellas brillaban como diamantes en la inmensidad del firmamento, cielo que ese día era testigo silencioso de la despedida de los maravillosos Harris, seres de naturaleza extraordinaria que una vez que abordaron la nave no tardaron de ascender bajo el manto de la invisibilidad y que pronto partieron hacía la Fosa de Cariaco donde el Portal dimensional los llevaría rumbo a Próxima Centauri b en cosa de pocas horas, pero antes de partir y entre lágrimas Xinuel me dejó un dispositivo móvil holográfico a través del cual nos mantendríamos comunicado como de hecho ocurre actualmente.

Al recordar este evento mi corazón aún se encoge por aquella emotiva despedida que marcó para mi el fin de toda una hermosa etapa en mi vida como ser humano y me ha hecho ser más humilde y agradecida con la vida…