Crónicas Fantasiosas De Nuestro Universo

Mensaje de aliento para Venezuela desde un rincón distante y cercano a la vez

Ya mis hijos gracias a Dios están durmiendo, por fin puedo sentarme un rato a continuar escribiendo mi nueva novela a la que creo que daré por título: Renaciendo en el amor.

Estos días parecen años por la complejidad de la situación política que vivimos en Venezuela…, el dictador ha incurrido en un fraude electoral y por supuestos las protestas no se han hecho esperar.

Hay miles de secuestrados, hay muertos y heridos… Todos los nobles ciudadanos lloramos desconsoladamente pues sentimos que la patria está en inminente peligro mortal.

Hace unos minutos recé el rosario con fervor y le pedí a Dios encarecidamente que por favor, nos ayudará como país en esta compleja situación que por fuerza hemos debido vivir; le pedía a Dios también que protegiera especialmente a nuestros líderes políticos y a todos los ciudadanos que luchamos en esta justa causa y que lo único que pedimos es el cese de la violencia y que se reconozca el resultado electoral que da como vencedor a la oposición política específicamente a Eduardo Gómez Uslar como presidente electo y reconoce a María Carolina Martinez como una líder indiscutible.

En estos momentos mientras escribo algunas nuevas ideas para la novela tratando en parte de distraerme, desde la mesa de mi balcón por un instante miro al cielo que luce esta noche especialmente despejado lleno de estrellas fulgurante como diamantes y una luna nueva blanca como la leche.

Después de detener un rato mi escritura ante tan bella estampa, no puedo más que alabar y sentirme orgullosa de ser venezolana, no sólo por estos bellos cielos nocturnos, los paisajes, las riquezas naturales, sino sobre todo por su gente honesta y guerrera que lucha con gallardía por su libertad arriesgando incluso su propia vida.

Ya sólo somos mi computadora, la noche y sus misterios y yo; no hay un solo carro circulando en la calle de enfrente, un suave viento aterciopelado envuelve todo a mi alrededor incluso mi cuerpo, las ranitas coquí antillanas se hacen sentir con sus sonidos característicos en la tranquilidad de la noche.

De pronto siento un ligero temblor, lo cual me pone en sobreaviso…, veo impresionada mecerse la lámpara del comedor…, me levanto enseguida dejando de lado la laptop con el corazón palpitante presa de un miedo repentino, pienso en llamar a mi esposo y mis hijos, pero pronto todo vuelve a la normalidad, salvo por el chat del edificio que tengo en mi dispositivo móvil, donde a través de mensajes de whatsApp los vecinos nos mantenemos comunicados de todo lo concerniente a nuestro conjunto residencial y donde en este momento veo que algunos vecinos aún despierto envían mensaje donde narran sus variadas experiencias con respecto al temblor, al ver sus mensajes, no pude dejar de fijarme en la hora, en este momento son las 11:57 pm del 06 de agosto del 2024.

Sintiéndome muy cansada pero ya más calmada al ver que no hubo réplica, devuelvo mi laptop al estudio y me dirijo al baño para lavarme el rostro, cepillar mis dientes y acostarme a dormir después de un día agotador lleno de noticias perturbadoras, en el breve camino no puedo más que recordar entristecida a todos mis familiares y amigos de los cuales me tuve que despedir pues ya no podían seguir viviendo en mi amada patria Venezuela todo gracias a la nefasta dictadura.

Ya en el baño mientras contemplo mi reflejo en el espejo como siempre después de mi rutina de aseo personal, de pronto me percato de la presencia inesperada de una luciérnaga que se me acerca calmadamente…, o eso creía yo hasta que la tuve justo a mi lado reflejándose en el espejo al lado de mi rostro con expresión de incredulidad…, impactada me fijo que no se trata de una luciérnaga, más bien es una diminuta esfera de luz multicolor no mayor al tamaño de una canica de vidrio…, mi estupor inicial viene acompañado de una voz extraña que de pronto se cuela en mis pensamientos, acompañada de un ruido acompasado y rítmico de baja frecuencia …

Siento pánico, no lo puedo negar, pero mi cuerpo petrificado se niega a obedecer a mi espíritu deseoso de escapar a toda prisa.

Una voz surge de las profundidades de mi ser absolutamente aterrado:

—No te preocupes, mantén la calma…, soy uno de los tantos extraterrestres que se cuelan en la cotidianidad de su vida humana simulando su apariencia.

—Tengo un mensaje para compartir con ustedes los venezolanos y quiero transmitirlo esta noche a través de ti:

—Somos seres provenientes del exoplaneta al que ustedes han denominado Próxima Centauri b. Estamos acompañando su lucha llenos de amor y optimismo.

—El duro camino que hoy transitan en aras de la paz y la libertad está siendo metódicamente observado y estudiado por diversas razas alienígenas…

—No desmayen, la lucha debe continuar…, al final de este duro tránsito, la luz envolverá a tu amada nación venciendo las tinieblas… Esta es una lucha espiritual.

La esfera de luz de pronto incrementa exponencialmente su tamaño envolviéndome completamente. Tengo mucho miedo, brevemente pienso en mis hijos, mi esposo y…

De pronto, me veo caminando bajo un cielo nocturno, rodeada de estrellas que no reconozco en los cielos nocturnos caraqueños y dos lunas blanquecinas distantes en el horizonte, un estrecho camino me lleva hasta una ciudad extraordinariamente moderna quizá?…, mis palabras se quedan cortas ante esta experiencia trascendental. Se que todo a mi alrededor son estructuras piramidales ciclópeas que irradian pura luz, también puedo sentir en mi corazón la voz profunda de unos guías espirituales que me confortan diciéndome calmadamente:

—Tranquila, tranquila Billie, ten confianza en nosotros, transmite la plena certidumbre a los terrícolas venezolanos que muy pronto la luz va a envolver a su amada patria y la oscuridad se desintegrará transformándose en más luz… No lo olvides, el bien triunfará sobre el mal…

Una paz sublime invade todo mi ser, paz que los sucesos de estos días me han robado.




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