Crónicas mágicas: Torre infinita

Fire Heart

La luz del sol golpeaba a Ventus en todo el rostro, era incomodo dormir en el suelo, aunque él ya estaba acostumbrado a ese estilo de vida, simplemente se sentía mal por su compañera, una princesa de un reino lejano no estaba para nada acostumbrada a una vida de pobreza y pocos recursos.

Aun así, para su sorpresa ella era extremadamente positiva, siempre sonreía y se mostraba tan fuerte delante de él, era impresionante, siempre tuvo en su mente la imagen de una princesa consentida y caprichosa, quizás era su parte dragón o su forma de ser, si tenían que pasar una noche sin comer no se quejaba, aunque claramente le dolía la panza por el hambre.

Llegaron a un pueblo al este del país donde se encontraba el gremio de magos Fire Heart, el lugar destacaba demasiado ya que poseía edificios enormes con autopistas gigantescas por varios lados, pero por alguna razón existía una zona muy oscura donde vivían miles de personas en condiciones críticas, niños, mujeres embarazadas.

Ellos se refugiaron con toda esa gente apodados los Abandonados, según entendía el alcalde de la ciudad estableció una autonomía económica que daño demasiado a la clase baja, por esa razón el gremio está dentro del pueblo ya que quieren ayudar a estas personas para darles comidas y medicinas, lastimosamente no lograban ayudarlos del todo ya que tienen las manos atadas con miles de cosas.

Entre eso la situación con la liga de las sombras no ayudaba mucho, tras el incidente en el reino Quíone la situación en todo el mundo cada vez era más caótica, se sentía una vibra de peligro por donde sea que ibas, al ser un grupo de personas que se esconden por cualquier parte del mundo, creaba un ambiente de sospechas a donde quiera que iban.

Eso lo notaba él cuando llegaron a ese país y la gente los veía platicando en secreto, a decir verdad, era muy sospechoso y sobre todo contando con la misión que cada grupo tenía, para él era algo habitual ya que era perseguido desde su país, sentía una presión encima cada día que avanzaba, aun así, no lograban cumplir su objetivo.

—Deja de pensar tanto —Wendy lo miraba distraída mientras comía una barra de pan, ella vestía con harapos y tenía la cara sucia y llena de polvo—Te estás llenando con cosas en tu cabeza, debes relajarte.

—¿De qué hablas? —preguntaba él mientras tomaba un trago de agua.

—Desde hace días tienes una cara de pocos amigos, se nota que te sobre exiges sin pensarlo —Ella hablaba con la boca llena de pan—Se que esta misión que nos impuso Luna es muy difícil, pero creo en ella, en el momento que comenzamos a dudar de nosotros es cuando perdemos.

—La situación en el mundo es cada vez más complicada —Ventus miraba alrededor, a todos los niños jugando por todos lados y luego volteo su mirada a la ciudad, el contraste era tan triste—La guerra se acerca, todo esto es abrumador, incluso si decidimos no intervenir estaremos involucrados.

—Siempre estuve involucrada —Ella dejó de comer de inmediato y su mirada era muy seria—Desde que nací estaba destinada a esto, cuesta entenderlo, pero es la realidad, no somos niños peleando contra gente mala, esto es la realidad —Le dio un trozo de pan a Ventus—Hay ocasiones que no se pueden evitar los conflictos como estos, es lo que aprendes viviendo en un reino, así funciona la humanidad aunque no queramos aceptarlo —Le quito la botella de agua—Nuestro trabajo es terminar esta gran guerra —Se tomó un largo trago—Así que no te angusties sobre que debes hacer o no, solo sigamos con nuestro plan y confiemos en nosotros mismos para que todo salga bien.

Ella denotaba tanta confianza, era extraño que alguien que tiene magia de hielo llegue a ser tan cálida y amable, quizás ese era el secreto, sabia como calmar cualquier situación sin siquiera pensarlo, él se relajó y dejó de pensar tanto en el futuro, ella tenía razón, debían enfocarse en cumplir su misión y dejar de lamentarse por todo.

Ahora se concentraba sus esfuerzos mentales en preparar una estrategia, la idea general era recolectar información en cada gremio para encontrar las llaves especiales que estos resguardaban y  a los maestros dragones, en síntesis esa era la idea general, Luna les había ideado una estrategia aún más compleja, y a decir verdad entrar en los gremios no era nada fácil, al menos en Fire Heart debías de pasar por un extenso programa de registro implantado por el nuevo régimen de la ciudad, y para eso les tomaría al menos un año, cosa que no se podían permitir.

Ambos se plantearon asaltar el gremio, entre los dos era casi imposible, eso sin contar que ese gremio disponía de excelentes magos, sería un completo suicidio, cada día que pasaban era más angustiante, Ventus no lograba encontrar una forma de cumplir con su objetivo.

—Ventus —Wendy le chasqueo los dedos para llamar su atención—Tengo una idea de cómo conseguir la información.

—¿Cuál? —Preguntaba él asombrado.

—Tu solo sígueme la corriente —ella se levantó rápidamente—Si mi intuición es buena podemos conseguir todo lo que queramos.

En ese instante ella salió del refugio de los Abandonados, él la seguía muy de cerca, sin ninguna duda se dirigieron hacia el edificio más alto de la ciudad, eran las oficinas del alcalde, las personas no paraban de mirarlos con caras de asco, inclusos los oficiales los llamaban y les decían que se detuvieran.

Los Abandonados eran marginados en la sociedad y la ciudad no los aceptaba en sus calles, en ocasiones los arrestaban si salían de su refugio, el gremio los defendía y lograban liberarlos con el tiempo, pero eso no dejaba que fuese muy complicado para esas pobres personas vivir.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.