Camino al laboratorio, Maya manejando su vehículo recuerda del incidente del líquido misterioso. «¿Energía y mucha vigorosidad, cura milagrosa?, no..., no puede estar relacionado, ¿pero qué estupideces pasan por mi mente?» Pensó buscando una justificación racional.
Con tiempo justo, Maya llega al laboratorio, en el lobby de la recepción es interceptada por el administrador general y presidente del Consejo Administrativo de la Corporación, un hombre llamado Garius Maazías, de rostro enjuto, aspecto delgado, con el cabello corto recogido hacia atrás, un poco desgarbado, parecía ratón de biblioteca, pero vestía su uniforme tejnik administrador de alto acabado, no se podía negar que se daba un buen gusto por la ropa de buena calidad, él tenía un enamoramiento platónico por Maya. Ella sabía de sus intenciones y lo detestaba por esa y otras cosas más.
─Buenos días Doctora Maya, ¿cómo se encuentra su mano?. ─Garius le dice con voz lisonjera y trata de tocarle la mano pero Maya lo esquiva.
─Hola Señor Maazías, me encuentro bien, nada que lamentar. ─respondió Maya tajante y seria.
─Ya le dije que puede llamarme Garius. Sabe que despedí al imprudente cocinero, usted pudo haber salido herida seriamente de ese penoso incidente. ─arguyó con su tono adulador.
Maya se molesta y con una expresión de evidente rabia, se paraliza y mira directo a Garius Maazías.
─¿Qué es lo que usted acaba de decir? Fui muy clara que no hubo nada que lamentar..., escuche bien Maazías ¿Por qué despidió a ese cocinero sin haberme notificado antes? Cuando dije que era algo que no tenía importancia alguna, es usted un gran irresponsable. ─Maya grita para que todos la escuchen y su voz de molesta, llama la atención en todo el lugar, haciendo que todos dirijan la mirada hacia donde la doctora está reclamando, frente al ascensor.
─Doctora, le envié una comunicación escrita a su oficina, pensé que usted la había leído. Y como no recibí respuesta, asumí que usted estaba de acuerdo con la decisión.
Maya muestra la palma de la mano a Garius a la altura de su cara, y para su sorpresa y asombro, observa que está en perfecto estado, y Maya le increpa.
─Si no recibiste una nota de queja de mi parte al menos debió esperar mi respuesta. ─dijo visiblemente molesta a toda voz al administrativo quien mantiene la postura a pesar que el regaño de Maya sigue siendo escuchado en el recibo de la entrada principal del complejo, frente a los ascensores en plena hora de llegada cuando el personal estaba incorporando a sus trabajos dentro de la corporación. Era evidente que Maya quería hacer pasar una pena al odiado pretendiente, ante el personal de la empresa.
─Doctora Maya ─contesta Garius con una calma como si no le afectara, más bien, él disfrutaba ver molesta a la mujer─: Me alegra que su mano este bien, pero no puede negar que ese hombre fue un irresponsable manejando ese peligroso cuchillo.
─Pues usted no estuvo ahí, ¿ya lo despidió? Ahora, ubíquelo y lo reinstala en el trabajo cuanto antes, porque no hay causas para el despido. ¿Me ha entendido?.
─¡Haré lo que se pueda doctora! ─respondió de mala gana.
─Quiero ver ese hombre en servicio mañana, y repito ¿me ha entendido bien, Garius Maazías?
Garius Maazías asiente con la cabeza y mirando con altivez. Debían tomar el mismo elevador, una vez adentro, solo había cuatro personas, Maya, Garius y dos empleados administrativos, y en eso, Maya le vuelve a hablar con seriedad.
─Por otra parte Maazías, espero que haya visto lo que mandé con Laizza, necesito preparar un viaje a Safid, equipo para tres personas más la escolta que designaré, espero que haya leído mis requerimientos, eso sí debe tenerlo ya en su oficina.
─¡Doctora, deje al menos que yo le asigne unos funcionarios de seguridad. Los escogeré yo mismo personalmente ─Contestó con fingida preocupación aduladora.
─¡De ninguna manera! ─Vuelve a cortar Maya─, mi seguridad solo la designa mi tío Boro Morh.
Se abre el ascensor, en el piso de la doctora, Maya deja a Garius Maazías solo con los otros dos empleados en el elevador, este se cierra, los empleados ven al directivo que exclama unas frases y golpeando sus manos en señal de molestia.
─Algún día serás mía engreída Maya Groi, sabrás que yo soy el indicado para ti. Por las buenas o por las malas. ─Al notar que los empleados se ríen disimuladamente de él, les grita─: ¿Que escuchan inútiles? ¡Les toca bajarse en este piso!
Maya desde siempre no le caía bien Garius Maazías, pero era el presidente administrativo de la Corporación Laboratorios Groi, estaba encargado mientras Arnuk hacía la vida política, Garius parecía ser muy calificado para los trámites administrativos, Maya decía que era un oportunista. Las advertencias que le hizo a su padre, así como otros miembros del Consejo fueron en vano, ya que según Arnuk no consiguió a otro, hábil para la tarea designada para tratar con el gobierno de la Tetrarquía, en cuanto a los trámites legales para desarrollar las investigaciones inherentes a los procesos de estudios por parte de la Corporación. Según Garius, él se jactaba de tener conocidos que simplificaban los largos trámites legales, administrativos, gubernamentales y que, misteriosamente los conseguía resolver con mucha rapidez, aparentemente de forma legal. Arnuk nunca lo investigó por falta de tiempo y por su precipitada entrada a la carrera política, que le absorbió de lleno en la campaña electoral.
Garius Maazías si bien empezó como todo tejnik especialista en el área administrativa, se destacó por ser alguien que escalaba de posiciones tomando cualquier tipo de oportunidad que se le presentaba, sin importar si las mismas eran o no de forma honestas, un recurso que usó mucho fue la lisonja, la adulación, el chisme, pero especialmente la conspiración y el engaño, eran sus armas naturales, creando enemigos desde los bajos niveles donde se desempeñaba, hasta llegar a ciertos niveles superiores obteniendo el grado de Tecnócrata Administrativo, donde se ganaba la confianza de sus superiores obteniendo vertiginosos ascensos, a costa de sacrificar lo que fuera y a quien se le atravesara en su camino.
Cuando llegó a trabajar en la «Corporación Laboratorios Groi», como consultor financiero, a los tres años ya estaba en el puesto directivo con el control del personal. El día que Arnuk anunció su pausa para ir a la carrera política, Garius convenció a la Junta Directiva, e incluso al mismo Arnuk, que él era el indicado para dirigir la empresa, con una cerrada votación del consejo e incluso con el voto favorable de Arnuk, Garius obtuvo la presidencia del consejo de forma temporal. Quien se le oponía férreamente en el consejo era un tejnik abogado llamado Áhira Enán.
Con Maya, la relación nunca fue buena, Garius Maazías quería tener también un paquete accionario dentro de la empresa, era una de las razones para enamorarse de Maya, era el premio mayor para él. Maya dedujo algunas intenciones por la actitud zalamera del hombre, y no le dio espacio de confianza, solo la distancia laboral estratégica, Maya no dejaba de tener ansias de volver a ver a su padre en la dirección de la Corporación, o esperar una nueva junta con rostros diferentes, para ver a otra persona distinta y no tratar con esa desagradable persona.