─¡Es hora de despertar dormilona! ─Boro abre una ventana dejando entrar la luz del día alumbrando la improvisada habitación de Maya encandilando sus ojos y con ello logra despertarla.
Maya con una vana esperanza que todo era un mal sueño, pero no, era la realidad, estaba en una ciudad distinta, en un lugar desconocido, y rodeada de un mundo totalmente diferente a lo que ella conocía del lujo y las comodidades de Fronda. Mira por la ventana, Araah alumbraba las calles de la ciudad, el escenario que tenía ante su vista, es de una ciudad decadente, desde el ventanal, aún mira a algunos ebrios zigzagueando por la calle, y obreros ezrahim caminando para buscar trabajo en los puertos donde abundaban oxidadas y derruidas embarcaciones que lucían abandonadas o poco mantenidas.
Maya saca su equipaje de mano y se dispone a ir al baño limitado de oficina, descubre que no hay ducha, sino un pequeño receptáculo con un balde de agua que deben llenar del lavamanos, y un pequeño envase que le serviría para bañarse, a pesar de todo, estaba limpio. Boro y Kaled lo habían aseado previamente y Maya hace lo propio con ella.
Ella se peina y se acomoda con un diminuto espejo en el pequeño baño, ve su rostro demacrado por la tristeza acumulada de varios días, y reflexiona por todo lo que le ha pasado, «¿por qué me sucedió esto a mí? Padre te extraño mucho», dijo en su mente, hace poco el mundo era bonito para ella, pero estaba conociendo algo que no le era nada familiar. En eso recordó aquellas palabras de su visión:
«Has sido elegida para cumplir una gran tarea, pero para ello deberás tener mucha valentía y fortaleza para las situaciones terribles que enfrentarás en el futuro inmediato.»
Se decía a si misma si todavía le faltaba padecer otras cosas o ya era todo, finalmente revienta en un sutil llanto que dura por varios minutos.
Boro escucha los lamentos de Maya, se levanta para ir a hablar con ella pero Kaled le bloquea y le hace una seña que mejor la deje en paz para que se desahogue. Maya sale y el desayuno chatarra del bar la esperaba, Kaled y Boro habían terminado pero seguían sentados, Y cuando ella se disponen a comer, llega en ese momento Jair Refa.
─Buenos días tengan todos señores... ¡y señoritas! ─saluda el ezrahim─. Temo que no nos hemos presentados debidamente anoche.
─Hola, gusto en conocerle señor Jair... ─dice Maya.
─Hola Jair, te levantaste muy temprano. ─interrumpió Kaled deliberadamente.
─Claro, yo siempre me levanto tempranos, los trabajos los ameritas, soy empresarios muy ocupados y debo atender muchas cosas ─aclara Jair que se sienta en un lado de la mesa─. Pero quise venir a compartir con ustedes este rico desayuno, además les recuerdo que esta es mi oficina. ─añade riendo subiendo el tono de su voz.
─Gracias por el gesto Jair. ─dice Kaled.
─No es nada queridos amigos, Jair es buen amigo, por cierto no nos han presentado, ¿usted señor es...?
─Me llamo Boro Morh, coronel tzaring retirado. ─responde el hombre.
─¿Tzaring retirado?, vaya, debe ser uno de esos tzaring honestos que quedan o tienen principios.
Boro mueve la cabeza afirmativamente como dando a entender que está de acuerdo con la conclusión de Jair.
─¿Y usted es...?
─¡Ella es mi sobrina! ─dice Boro de inmediato.
─¡Es una amiga, solo una amiga! ─Kaled al mismo tiempo interviene y trata de evadir que Maya diga su nombre o se relacione con Jair.
─Calma Kaled, no voy a quitar chica... Solo formalismos pero un momento señoritas, yo a usted la conozco, la he visto en algunas otras partes. Su cara me es conocida.
─¡Espera Jair no creo que la hayas visto antes ─dijo Kaled.
─¡Claro que sí! ─afirma Jair─, si, es usted ─Jair se enseria─, usted es la que los medios están hablando desde estas mañanas. Usted es Maya Groi, la hija de Arnuk Groi.
─¡No es ella! ─protesta Kaled.
─Claro que es ella, su imagen está en los medios policiales como solicitada.
Maya se pone nerviosa, Boro se pone en alerta y Kaled sigue insistiendo negando lo imposible. Pero Maya había sido reconocida. Y para confirmar Jair despliega la pantalla de su dispositivo de video en la oficina y tras dar unos comandos, aparece la imagen de Maya en la pantalla cuando estaba vestida golpeando a los tzaring ya que la imagen logró ser captada en video.
─Si no es ellas, entonces ¿quién es? no me sigas negando verdades Kaled.
─Está bien soy yo, soy Maya Groi, pero no sabía que ya me estaban buscando. Aunque admito que no me extrañaba que dieran esa noticia.
─¿Ven que no digo mentiras? veamos que dice nota ─la cual lee en voz alta─: Se busca a Maya Groi, «ALTAMENTE PELIGROSA» cargos que se le acusa: 1) alteración al orden público en las calles de Fronda; 2) Conspiración; 3) Agresión a cuatro funcionarios tzaring de orden público, dejando uno cortado, otro fracturado, otro golpeado y hasta uno lo... ¿Dejó impotente por golpes eléctricos kersh?
Todos se quedan sorprendidos. Pero Jair pone una cara de molestia evidente y mirando a Kaled.
─Kaled, sabes me has traídos aquí a una prófugas de justicias, y ¿así me pagas mi hospitalidad sinceras?, después de todos estos años sin vernos, ¿me haces esto?
─¡Listo, nos vamos! ─dijo Kaled levantándose─, no te quisimos meter en problemas Jair, no teníamos a quien recurrir. Pero nos iremos.
─Escuche señorita, ¿de verdad usted dar palizas a esos tzaring? ─interrogó Jair.
Maya mira al hombre asintiendo sin decir nada. Pero Jair se queda observando a Maya, y luego comienza a reír a carcajadas. Boro y Kaled se miran entre ellos sin comprender que pasa. Ellos aún no sabían los detalles de la pelea que tuvo Maya.